Buruaga evita a los sindicatos y se reúne con las familias para comunicar que reduce la ratio en tercero de Primaria

La presidenta de Cantabria, María José Saénz de Buruaga, y el consejero de Educación, Sergio Silva, se han reunido con la Federación de Madres y Padres de Alumnos (FAPA) para informar a las familias de que el próximo curso bajará la ratio en tercero de Primaria, que pasará de 25 a 20 alumnos por clase.

Un encuentro hecho al margen de los representantes de los profesionales de la educación y que resulta significativa despúes de que, en pleno conflicto laboral, la presidenta no haya atendido a la petición de reunión que solicitaron hace unos días los sindicatos.

Silva ha informado a las familias que esta medida implicará crear entre 25 y 35 nuevas unidades educativas y supondrá un coste de aproximado de 1,5 millones de euros. “Es una decisión que teníamos pendiente y que hoy en el Consejo de Gobierno ha sido definitivamente aprobada después de la propuesta que traía la Consejería”, ha señalado en declaraciones a los medios tras la reunión.

Con esta medida se da continuidad a la bajada de ratio aplicada este curso en segundo de Primaria, que también quedó fijada en 20 alumnos. “Vamos cumpliendo esa hoja de ruta que nos habíamos marcado”, ha valorado.

La decisión de bajar la ratio en tercero de Primaria se ha adoptado después de que Silva dijera el 3 de junio que, en ese momento, no podía confirmar si se iba a adoptar finalmente esa medida, “con la cantidad de asuntos” que su departamento tiene encima de la mesa y las “implicaciones presupuestarias” que éstos conllevan, incluida la negociación sobre la adecuación salarial de los docentes.

Ese día el consejero señaló que tenía que hablar con la presidenta, con el consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros, y, en general, con el Consejo de Gobierno, para ver si sería “viable” y se podría implementar el curso que viene, algo que finalmente se va a materializar.

En otro orden de cosas, y a petición de la FAMPA, la Consejería se ha comprometido a estudiar la posibilidad de incrementar las becas de comedor para las familias con rentas más bajas.

La FAMPA ha pedido que la cuantía de la beca para estas familias --unos 1.700 alumnos en el curso 2023-2024-- pase de cubrir el 75 por ciento actual al 100%, una medida que, según sus estimaciones, tendría un coste de unos 400.000 euros, una cantidad “pequeña” que entiende el Gobierno podría asumir.

Actualmente reciben el servicio de comedor unos 11.000 alumnos, de los cuales un 62 por ciento -6.300- tienen beca en este concepto, cuyas cuantías varían, ha detallado el consejero.

El Gobierno se ha comprometido a realizar un estudio para analizar hasta dónde se podría llegar en este incremento del porcentaje de beca para estas familias y qué impacto presupuestario tendría, que Silva cree que “no tendría que ser muy grande”.

También en la reunión Gobierno y FAMPA han hablado de los bancos de recursos (bancos de libros y otro tipo de material escolar) en las etapas obligatorias y de cómo se aplican en cada centro.

Y es que la FAMPA se ha quejado de las diferencias en las aportaciones que tienen que hacer las familias para acceder a este banco de recursos dependiendo de cada centro educativo.

Silva ha indicado es algo en lo que su departamento ya está trabajando para que “haya la mayor homogeneidad” en las aportaciones de las familias y que esa cantidad sea la menor posible y “al ser posible cero”. “Vamos a seguir trabajando en ese sentido”, ha dicho el consejero, que ha subrayado que la aportación que el Gobierno realiza para estos bancos de recursos ha crecido casi 20 por ciento en los dos últimos ejercicios, al pasar de 2,1 a 2,5 millones.

Según la FAMPA, en algunos centros, la aportación de las familias puede ser de 10 euros al curso y en otros de hasta 160. Además, hay centros en los que no se paga nada, pero obligan a comprar algunos libros.