EL CVC insta a no derribar el edificio del Metropol hasta que Cultura acabe el inventario de patrimonio de la Guerra Civil
El Consell Valencià de Cultura (CVC) recomienda, siguiendo el principio “de cautela”, informar a favor de la no ejecución del derribo del edificio que albergó el antiguo Cine Metropol de València hasta que la Conselleria de Cultura haya acabado el Inventario del Patrimonio Valenciano de la Guerra Civil.
El organismo cultural ha aprobado por unanimidad en su sesión plenaria de este lunes un informe en respuesta a la petición de la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento, en febrero de 2020, en la que expone que se han presentado escritos de la Fundación Goerlich de la Comunitat Valenciana, así como del Departamento de Historia del Arte de la Universitat de València y que, según su contenido, se considera de interés conocer la opinión del CVC sobre si el inmueble, desde el punto de vista histórico-artístico, es merecedor de algún tipo de protección.
El documento, elaborado por la Comisión de Legado del Consell Valencià de Cultura, manifiesta que “el análisis de los documentos consultados, tanto de orden urbanístico y arquitectónico como del campo de la historia del arte, las disposiciones legales, así como las fuentes bibliográficas referidas, muestran con poco margen de duda que, como pieza arquitectónica, el Cine Metropol no alcanza en buena medida un nivel destacable el desarrollo de la arquitectura del primer tercio del siglo XX”.
Añade que es “un caso de intervención en una obra característica del Eixample a la cual, con un cierto forzamiento, se trata de aplicar fórmulas novadoras que permanecen impostadas y que, finalmente, representa una obra menor dentro de la trayectoria de un maestro de la arquitectura de su tiempo”.
En otro orden de cosas, hace notar que “la presencia de valores rememorativos puramente accidentales en términos temporales, como es el caso del Cine Metropol, de coincidir con un cambio de régimen político y, por lo tanto, atribuirle valores ajenos o de otra categoría intelectual, pueden imputar a un bien una calidad ciertamente inmaterial que de ninguna forma obtendría per se, es decir, por sus calidades referidas a los cánones y códigos estéticos aceptados de forma generalizada”.
No obstante, matiza el CVC, y en cierta medida contrariamente a lo expuesto, la modificación reciente de la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano propone la consideración como Bienes de Relevancia Local a todos aquellos que hayan tenido relación con la Segunda República y, en cualquier caso, con la ciudad de València como su capital.
Esta disposición, más allá de cualquier consideración, necesita un “desarrollo evidente”, como es la identificación de los bienes a los que da cobijo. Pero esta tarea, advierten, “no ha llegado a su final y, por lo tanto, nos encontramos en un punto débil, puesto que, si bien 'ope legis', los bienes referidos son BRL, hace falta, de acuerdo con lo establecido, redactar un inventario, y mientras tanto los bienes
se encuentran en una situación bastante delicada“.
Por todo ello, las conclusiones del informe señalan que el antiguo cine “no disfruta de los valores artísticos, (...) ni en cuanto a sí mismo como obra de arte, ni en la producción del autor, por otro lado, de una profusa trayectoria”.
Su consideración histórica vinculada a la Segunda República, apunta, “no está formalmente y documentalmente probada, más allá de la coincidencia temporal, y radica en el ámbito de las valoraciones personales, porque no fue sede de un organismo de gobierno, ni de ninguna institución de las consideradas por la Disposición Adicional Quinta, ni fue un espacio de relevancia política, como se ha podido comprobar en el análisis documental”.
Ahora queda que la Conselleria de Cultura lleve adelante el inventario prescrito en la Ley y confirme o no la calidad como Bien de Relevancia Local del Cine Metropol en una de las dos categorías descritas, protegible o documentable.
Aun así, al parecer de la Comisión de Legado del Consell Valencià de Cultura, “atendiendo al elemental principio de cautela, y por no incrementar la inseguridad jurídica del bien en cuestión, parece prudente informar a favor de la no ejecución del derribo del edificio, hasta que la Conselleria de Cultura haya concluido el Inventario del Patrimonio Valenciano de la Guerra Civil”.
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