La Fundació Renau quiere cobrar al IVAM cuatro millones por el legado del artista que cedió de manera indefinida a la Generalitat
La Conselleria de Educación y Cultura estudia desde hace meses en la Junta de Valoración de Bienes del Patrimonio Cultural Valenciano cómo adquiere la colección del artista valenciano Josep Renau. La Fundación Josep Renau propuso al Museu Valencià d'Art Modern comprarla y el patronato del museo accedió en junio de 2018, aunque sin fijar una cantidad. La patata caliente la pasó al departamento que dirige Vicent Marzà.
Esta operación tiene un importante problema, que ya pusieron encima de la mesa algunos patronos, puesto que en el convenio que en 1989 firmaron la entidad gestora del legado y la Conselleria de Cultura la cesión de la obra de Renau era de “manera indefinida”. A cambio, el IVAM se hacía cargo de más de 400 obras y 26.000 piezas documentales de las que en aquel tiempo nadie quería hacerse cargo por el gran conste económico que suponía.
Así, el prestigioso museo valenciano catalogó, restauró y ha mantenido, así como ha realizado una tarea de difusión importante, sobre la obra de Josep Renau que ha multiplicado su valor.
El convenio firmado entre el que fuera presidente de la Fundació Renau Ricard Roso y el conseller de Cultura y presidente del IVAM Ciprià Cïscar al que ha tenido acceso eldiario.es es muy claro en el primer punto: “La Fundació Josep Renau deposita, con carácter indefinido, las obras de Josep Renau relacionadas en el anexo, que así lo acepta”. Es decir, puede formar parte de la colección del IVAM de manera indefinida y hasta que, según otro artículo, la fundación decida recuperarlo.
La propuesta de adquisición se llevó al patronato del IVAM de 10 de julio de 2018. En ese patronato se incluyeron varios informes sobre la necesidad de que la Generalitat adquiera el legado de Renau. Los firmados por el director del museo, José Miguel García Cortés, y el conservador de la pinacoteca Josep Salvador defendían la necesidad de que las obras se queden en el centro, pero sin especificar si había que abonar algo.
Sí que lo hacía otro documento sin firmar pero entregado también por el museo en el que plantea directamente la compra tras una petición hecha por la Fundación Josep Renau, que ahora preside Eliseu Climent. “Constatada también la voluntad del autor que expresó su deseo de preservar la unidad de elementos de su obra, evitando su dispersión, ha propiciado que la fundación haya ofrecido la oportunidad al Consell de adquirir los fondos ahora cedidos en depósito al IVAM. Se propone acordar el inicio de los trámites necesarios para que se pueda adquirir la colección ahora cedida en depósito por parte del IVAM, mediante el impulso de las actuaciones necesarias después de los informes y trámites oportunos”, señala la propuesta del museo.
Esta propuesta fue presentada el consejo rector y generó debate. Tanto el director como el exsecretario autonómico de Cultura Albert Girona apostaron por un pago económico por las obras. La secretaria autonómica de Hacienda, María José Mira, mostró sus reticencias a la operación por “la dificultad que debe dar lugar a un informe jurídico detallado sobre que una fundación transfiera la propiedad”.
El que fuera director del Muvim Román de la Calle cuestionó en el patronato la actitud de la fundación y recordó que el IVAM “ha cuidado durante 30 años una colección que en su momento no sabían dónde dejarla”. Además, apuntó en pleno debate, que el museo valenciano “siempre cumplió con las condiciones del convenio”.
Por unanimidad se acordó “iniciar los trámites para la adquisición de la Colección Josep Renau”.
Aunque de momento desde la Conselleria de Cultura no se le pone un valor de compra a la obra, fuentes conocedoras de la operación aseguran que de manera informal desde la fundación han cuantificado la colección en cuatro millones de euros. En el museo, que en un primer momento a preguntas de este periódico remitió a la conselleria, niegan tajantemente que se haya fijado o valorado un precio por el legado de Renau.
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