Margaret Hales: “El Brexit es como una pesadilla, un agujero negro para nosotros”
Este miércoles, Margaret Hales, británica establecida en Benitatxell, fue reconocida por el municipio. Desde el pasado 25 de junio es nada menos que la presidenta de la Unión Europea de Mujeres (The European Union of Women). Esta organización nace en 1953 -ocho años después del fin de la II Guerra Mundial – en Salzburgo (Austria) para permitir a las mujeres contribuir al debate internacional y estimular el interés en los asuntos europeos.
Cada dos años, la Unión Europea de Mujeres, organismo integrado por 17 países europeos que tiene estatus consultivo ante el Consejo Europeo y las Naciones Unidas, celebra una asamblea general, donde se discuten cuestiones relacionadas con las mujeres y se elige una nueva presidenta.
Este diario ha conversado con Margaret Hales, quien comenta algunas cuestiones que preocupan a las mujeres europeas. Los refugiados han sido el centro del debate en la última asamblea: “Las cuestiones más importantes tratadas han sido los refugiados, especialmente con respecto a las mujeres y al tráfico de niños”.
Como comenta Hales, hay dificultades especialmente para las mujeres refugiadas e inmigrantes. Sobre todo, las relacionadas con el idioma, que dificultan acciones cotidianas como asistir a la escuela o comunicarse con los médicos. “Es difícil llevar una vida normal en un país con una lengua y una cultura diferente”.
El Brexit, una cuestión que preocupa
Pero como una británica es nombrada máxima mandataria de un organismo europeo? Como afecta a esto el Brexit? Según explica la propia Hales, el Brexit no afecta para nada a la Unión Europea de Mujeres. “No hay dificultades para los miembros de nuestra organización que viven en Inglaterra”, ya que el organismo es totalmente independiente de la Unión Europea. De hecho, países como Noruega o Suiza son miembros y, existe la posibilidad, asevera Hales, que Ucrania y Eslovaquia se adhieran el próximo año.
Sin embargo, el Brexit sí supone un quebradero de cabeza a título personal. “Es como una pesadilla, un agujero negro para nosotros”, afirma Margaret Hales. Y es que la incertidumbre se ha apoderado de los más de 30.000 británicos residentes en la comarca de la Marina Alta. “No tenemos ni idea de cuál será la solución”.
“No es una situación fácil para nosotros, pero estamos jubilados y queremos vivir aquí en España”. Posiblemente, comenta Margaret, para ellos sea difícil, pero teme aún más por el bando inverso: los españoles residentes en el Reino Unido. “Aquí en España, los ingleses estamos bajo la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo, y puede protegernos, pero los españoles que están en Inglaterra tienen muchas más dificultades”.
En cuanto a las familias jóvenes de Gran Bretaña, lamenta la pérdida de privilegios con los que contaban siendo miembros de la UE. “Es terrible perder los derechos que tenían hasta ahora por ser miembros de la Unión, y es difícil mantenerlos en materia de trabajo o de estudios”, comenta. “Estamos cómodos en la Unión y en nuestras cabezas no cabe que sea posible que cada país tenga unos derechos diferentes”.
Sin embargo, Margaret Hales no pierde el optimismo. Se siente parte de Benitatxell, como muchos otros británicos, y confía en que los políticos lleguen a un consenso. “Hay buenas palabras del señor Rajoy, del presidente de la Generalitat Valenciana y del presidente de la Diputación de Alicante. Saben que somos parte de la vida, la economía y la sociedad española. En muchos municipios, por ejemplo, hay concejales británicos”.
