La única beluga europea cumple dos meses en el Oceanogràfic
L'Oceanogràfic de Valencia ha presentado este lunes en sociedad a Kylu, la única cría de beluga en Europa, que acaba de cumplir dos meses. Se trata de una cría macho, hijo de las dos únicas belugas en Europa, lo que supone un “hito biológico” a nivel mundial.
“Contar con un cachorro de beluga es una oportunidad histórica para poder, desde aquí, estudiar de qué manera las amenazas producidas por el hombre les afectan”, ha explicado Celia Calabuig, presidenta de la Fundación Avanqua durante la presentación de la cría.
El pasado 15 de noviembre a las 16.00 horas, tras 502 días de embarazo, Kulka, la hembra de 20 años de l'Oceanogràfic, dio a luz al pequeño Kylu después de 11 horas de parto. Sus entrenadores lo bautizaron así por la iniciales de sus padres, Kairo y Yulka, y “lu”, que hace referencia a la súper luna que se vivió el día de su nacimiento.
A pesar de lo complejo del hecho, el parto se desarrolló sin complicaciones. “El mero hecho de que la beluga se quede preñada es complejo y muy positivo; el parto es un momento delicado pero ha ido bien”, ha explicado Daniel García, médico veterinario del centro, que también ha reconocido que prefiere “ser cauto”.
Kylu pesó 47 kilos y midió 160 centímetros. Ahora, después de dos meses, alcanza los 109 kilos. “Es un logro enorme”, ha indicado Niko Issenjo, responsable de la zona del ártico de l'Oceanogràfic, quien ha considerado que es un “bien valenciano y un orgullo para todo el equipo”.
Alimentada por veterinarios
La cría es alimentada por el equipo de entrenadores y veterinarios de l'Oceanogràfic cada dos horas, gracias a una “fórmula artificial” a base de leche especial, pescado triturado, aceite de pescado, nata y complejos vitamínicos, ya que no pudo ser alimentada por su madre al nacer.
“Los cetáceos dependen de la lactancia materna para poder tener defensas y estar protegidos, y sus defensas dependen de lo que mamen”, ha aclarado García.
Este régimen alimenticio propicia que la cría gane un kilo diario de media y requiere turnos de vigilancia las 24 horas. “De momento es totalmente dependiente de los biberones, esta semana haremos la transición al pescado sólido”, ha explicado García.
Desde el principio, Kylu ha estado estimulado por los entrenadores, que trabajan diariamente con la cría para favorecer la relación con la madre, con quien nada acompañado.
El juego forma parte del aprendizaje. Mediante caricias, la cría se va conociendo a sus cuidadores, se acostumbra y se desensibiliza al contacto humano.
Innovador sistema de alimentación
El equipo de l'Oceanogràfic ha ideado un innovador sistema de administración del alimento “mucho más natural” basado en una sonda conectada a una jeringa de alimentación adherida, con un guante de látex, a uno de los dedos de uno de sus entrenadores.
Antes se alimentaban con “biberones convencionales”, lo que suponía un problema para la cría que debía mamar debajo del agua aguantando la respiración, lo que “hacía que mamaran en periodos de lactación muy cortos por cansancio y agotamiento”, ha explicado Daniel García.
Con esta novedosa técnica, la cría succiona perfectamente al tiempo que el entrenador va liberando la fórmula. “Si hemos llegado hasta este punto es gracias a esta nueva formula”, reconocer García.
La cantidad que ingiere en cada toma ha ido aumentando de forma progresiva y actualmente es de 550 ml, lo que le ha ayudado a alcanzar los 109kg de peso.
'Hito biológico'
El nacimiento y supervivencia de Kylu ha supuesto un éxito a nivel biológico, ya que la pequeña beluga es el hijo de las dos únicas belugas en Europa. “Hay una parte fundamental que es aprender del proceso. Son especias tan desconocidas que cada nuevo paso aporta mucho”, ha afirmado Daniel García.
Un equipo humano de 30 profesionales, las más avanzadas infraestructuras del centro así como el apoyo recibido desde el Acuario de Vancouver en Canadá y SeaWorld en Usa, han permitido sacar adelante al pequeño Kylu.
Tanto durante el embarazo, el parto y el crecimiento de la cría, el equipo de investigación de la Fundación Oceanográfico ha realizado diversos estudios una para aumentan el conocimiento científico de esta especie, su fisiología y el comportamiento de los cetáceos.
“Las cosas van fenomenal, tenemos apoyo de nuestro socios y de muchas otras instituciones, este networking es fundamental para acabar con éxito”, ha dicho García.
En particular, la bioacústica juega un papel muy importante, ya que se cree que el vínculo entre madre y cría a través de esta comunicación es crucial durante los primeros años de vida. “Estamos desarrollando líneas en acústica para entender cómo desarrolla el lenguaje el bebé con su madre, en qué frecuencia se comunican y cómo el ruido ambiental pueden afectar a su comunicación”, ha añadido.
Por último, los múltiples cambios morfológicos que se producen a diario, como el crecimiento del animal y la muda de piel, notable hoy en día, son observados y anotados minuciosamente para poder aportar nuevos datos sobre su desarrollo.