Los cambios de operadora de telefonía caen a niveles previos a 2018, cuando empezó la batalla del bajo coste
La fuerte competencia entre operadoras de telefonía se ha tomado un pequeño respiro en 2022. El estallido del bajo coste hace casi un lustro intensificó durante estos años los cambios de compañía entre clientes, alcanzando registros nunca vistos en las estadísticas del sector. Ahora, los datos del primer semestre del año, elaborados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), muestran un escenario más relajado. El traspaso de consumidores de una marca a otra ha bajado un 10% respecto al pasado año.
Entre enero y junio de este año se han producido 3,2 millones de portabilidades. Es decir, cambios entre operadoras. La cifra sigue siendo muy elevada, pero se sitúa ya por debajo de los datos de los últimos cursos y se acerca a los registros previos al comienzo de la batalla del bajo coste, cuando pequeñas compañías plantaron cara a las grandes con ofertas de precios bajos.
Hay una excepción en esta estadística y es la de 2020. Durante la cuarentena, el Gobierno limitó durante varios meses las portabilidades en la telefonía dentro del intento de reducir al máximo la necesidad de contacto presencial y los desplazamientos. Esto limitó el número de cambios durante el primer semestre del año, aunque en los siguientes meses se disparó. De hecho, durante semanas, se produjeron registros históricos con ritmos nunca antes vistos en el sector.
El sector de las telecomunicaciones ha estado marcado desde hace años por la presión en precios que los pequeños operadores han hecho hacia los grandes. Se trata de un hecho que no se circunscribe únicamente a España, sino que ha sido una situación común en Europa. Las grandes compañías han visto cómo durante años han perdido miles de millones de euros en ingresos por pequeñas operadoras que apostaban por crecer en el bajo coste, lo que les obligaba a ellas mismas a entrar en esa batalla con sus segundas o terceras marcas. Esta materia ha sido objeto de justificación entre los grandes del sector para solicitar cambios regulatorios y que se facilitaran las fusiones.
Ahora, los datos de portabilidades apuntan a una reducción en esta fuerte competencia. En el sector apuestan por ser cautos y no dar por finalizada la batalla que ha erosionado las cuentas de las grandes compañías estos años. No en vano, la actividad minorista de las empresas de telecomunicaciones cerró 2021 con 23.115 millones de euros de ingresos, siendo el dato más bajo de toda la serie estadística recogida por la CNMC, que se remonta a 2005. Son 1.800 millones de euros desaparecidos desde que se diera inicio en 2018 al boom del 'low cost'.
Se relajan las ofertas
Sin embargo, distintas fuentes del sector consultadas sí reconocen que hay un “enfriamiento promocional”. Es decir, que se está apreciando que la intensidad de ofertas que había en los últimos años no se está replicando durante este ejercicio, lo que ha llevado a la bajada de los cambios de operadoras. Estas fuentes lo atribuyen especialmente a lo que se llama “medio y alto valor”, que se refiere a los productos que empaquetan varios servicios y tienen un coste más elevado que el resto de servicios de las operadoras. En este campo, el que más interesa especialmente a las grandes operadoras, ha tenido menos promociones. La presión se mantiene, sin embargo, en el bajo coste, apuntan estas fuentes.
Los datos de portabilidades móviles sirven como indicativo de cómo evoluciona el sector de la telefonía y la presión competitiva que se ejercen entre sí las operadoras. Es, además, el negocio donde las operadoras ven surgir a empresas menores que se hacen un hueco en el sector y les 'roban' clientes, mientras ellas lanzan sus mayores apuestas en otros campos donde los márgenes son mayores.
La evolución de los últimos años muestran cómo las tres grandes compañías, Telefónica, Orange y Vodafone, han ido perdiendo clientes en función de los más pequeños. Durante el primer semestre de este año, este trío ha visto desaparecer, conjuntamente, 430.000 clientes. Si bien el nivel ha sido intenso, al igual que ocurre con la tendencia en las portabilidades, las grandes compañías del sector han visto moderar este año su pérdida de clientes. Este saldo negativo también se ha frenado en un 10%. Movistar y Vodafone registran una evolución menos negativa que en el mismo periodo de 2021 y Orange lo empeora.
Mientras las grandes operadoras han perdido clientes, las han ido ganando otras compañías más pequeñas que se han hecho un hueco en el mercado de la telefonía y de la fibra en España, fundamentalmente dando la batalla en el 'low cost'. Es así como fue ganando protagonismo en liza el que a la postre se convirtió en el cuarto operador del mercado, MásMóvil. La compañía además ha ido ganando clientes en base a la adquisición de pequeñas operadoras territoriales. La última, Euskaltel, que tenía la quinta mayor cuota de mercado del país. En los últimos tiempos, otras firmas como Digi han protagonizado los mayores crecimientos del mercado.
Los Operadores Móviles Virtuales (OMV) son en su mayoría pequeñas teleco que se sirven del alquiler de infraestructuras de compañías más grandes para ofrecer sus servicios. Digi es uno de ellos, aunque también hay otros nombres como Adamo o Finetwork, que han ido ganando protagonismo en los últimos años. Los OMV han ganado en los primeros seis meses del año 368.000 clientes nuevos, según los registros de la CNMC. Si bien han tenido un retroceso respecto a la ganancia del mismo periodo de 2021, es su segundo mejor registro en la serie estadística de Competencia.
Durante los próximos meses está previsto un cambio profundo en el sector en España. Orange y MásMóvil trabajan ya en su fusión tras haber cerrado antes del verano los detalles definitivos de la unión de la que será la primera operadora del sector en algunos negocios, como precisamente es la telefonía móvil. Cuando se unan estos dos grupos, que en un futuro tienen marcado como objetivo su salida a Bolsa, las tres principales marcas del sector tendrán el 94% de las líneas móviles en España. Esta cuota de mercado conjunta alcanzará incluso el 97% en otros negocios como el de internet en el hogar.
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