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Un ertzaina asegura que una denunciante era menor cuando Cabezudo le hizo vídeos sexualmente explícitos

El fotógrafo Kote Cabezudo

elDiario.es Euskadi

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Un agente de la Ertzaintza, que ha declarado como perito en el juicio contra el fotógrafo donostiarra José Juan Cabezudo, conocido como 'Kote' Cabezudo y acusado de 32 delitos algunos de ellos de índole sexual contra 16 mujeres que posaron para él como modelos entre los años 90 y 2010, ha constatado que una de las demandantes era menor de edad cuando él le hizo fotografías y vídeos con contenido “sexualmente explícito”.

En la duodécima sesión del juicio que se desarrolla contra Cabezudo en la Audiencia de Gipuzkoa han declarado, en primer lugar, dos presuntas víctimas, una de ellas por videoconferencia y, a continuación, dos testigos, un fotógrafo y el propietario de una empresa de desarrollo web y software que hizo una pasarela de pago para la página web del acusado, “en torno a 2008”. A continuación, han comenzado las periciales, según informa Europa Press.

El fotógrafo, presidente de la Asociación fotógrafos de Gipuzkoa ASFOGI desde 2020, ha señalado que conoció al acusado, que también presidió la asociación “de 2004 a 2009”, en un curso de fotografía que se impartía en su estudio sobre “retrato de pareja, boda, reportaje social y de pose”. Además, ha señalado que Cabezudo era “conocido” en Gipuzkoa porque hacía “fotografía de modelos, de moda, de belleza” y en el territorio “hay pocos fotógrafos que hacen ese tipo de reportajes”. Además, ha señalado que en ASFOGI “nunca” han tenido ninguna queja sobre Cabezudo. “En 2016 o 17 nos enteramos de qué se le acusaba y no dábamos crédito”, ha señalado.

Por su parte, el responsable de la empresa de desarrollo web y software ha señalado que el acusado contactó con él, hacia “2008 o 2009, por un amigo en común”, para encargarle “una pasarela con servicios bancarios” para una de sus páginas web, las cuales “estaban alojadas en un servidor externo”. “Una pasarela de pago es un sistema por el cual te suscribes a un servicio”, ha explicado. En este sentido, ha señalado que el fotógrafo les trasmitió que los suscriptores de sus webs podían descargarse sus contenidos y “difundirlos en otras páginas”, ante lo cual le trasmitieron que “no había mucho que hacer”, porque para intentar evitarlo “hay que contratar servicios muy costosos” y que él sepa “no se tomó ninguna acción legal” al respecto.

A continuación, se ha dado inicio a las periciales con la comparecencia de un agente de la Ertzaintza perteneciente a la unidad de investigación de delitos informáticos de la policía autonómica vasca, que elaboró varios informes durante la instrucción del caso. Según ha indicado, desde el Juzgado de instrucción número 4 de San Sebastián se le pidió que identificara a los titulares de dos páginas web en las que figuraban directorios de modelos con fichas de varias de las presuntas víctimas de Cabezudo, así como un perfil de este fotógrafo y que, a través de links, remitían a las páginas web del acusado que ya estaban desactivadas cuando el agente comenzó a participar en la instrucción del caso.

A este respecto, ha indicado que contactó con el “registrador” de uno de esos sitios a través de email y éste le adjuntó un email presuntamente enviado por Cabezudo en el que “pedía la retirada de archivos procedentes de sus páginas web en 2014”. El ertzaina ha señalado que esos portales web mostraban “capturas de pantalla” de imágenes de modelos, en un directorio ordenado alfabéticamente, con “links a las páginas originales de Cabezudo”, cuyo nombre también aparecía en un “directorio de creadores de contenidos pornográficos”. Según ha señalado, esos portales web generaban un tráfico de usuarios “hacia las webs del acusado”. Además, ha indicado que en uno de esos portales analizados había tres foros de usuarios que podían “indicar al administrador” del portal web páginas en las que se mostraba “contenido que les gusta” para incluirlas en el mismo.

Por otro lado, ha señalado que las páginas web del acusado disponían de tecnología para “detectar de dónde venía el tráfico” de visitantes que recibían, pero “no hay elementos objetivos” para afirmar si el acusado lo comprobaba. En cuanto al segundo portal analizado, ha dicho que era “similar” y que podía ser “una copia” del primero a cuyo material enlazaba. En todo caso, ha reiterado que los enlaces de estos portales “dirigían directamente” a la “portada” de las páginas web de Cabezudo, que eran “abiertas” y a cuyos contenidos se accedía mediante suscripción, aunque ha señalado que no le costa que estuvieran “bien securizados”. A este respecto, ha manifetsado que “cualquiera puede haber hecho los links” a las webs de Cabezudo desde otros portales de Internet, así como que todo material colgado en la Red “es susceptible de ser descargado y subido de miles de maneras” online.

Este agente también ha dado cuenta, entre otros informes, del realizado sobre la entrada y registro al domicilio de Cabezudo el 5 agosto 2016, cuatro años después del primer registro realizado al acusado. Según ha recordado, se incautaron de un ordenador, dos portátiles, varios discos duros, una tarjeta de memoria y algún pendrive. Además, realizaron varias fotografías del despacho de Cabezudo, a petición del que era entonces su abogado, como, por ejemplo, de un recuerdo turístico, un barquito, que le regaló una de las demandantes, así como de “portadas y premios” que había recibido. Por otro lado, el agente ha informado de que realizó otro informe sobre el servidor en el que se alojaban los sitios web del acusado y el acceso al mismo. En este sentido, ha señalado que en octubre de 2014 fue el último acceso y subida de material.

Sobre el hecho de que esta fecha fuera posterior al registro del 30 de julio de 2014 en el que la Ertzaintza se incautó de una pantalla y tres discos duros, ha declarado que el acusado “podría tener copia” de sus sesiones fotográficas “en la nube, más ordenadores, etc., y subirlas el 4 de octubre”. “Sea un robot programado o sea alguien en su casa, se seguía subiendo material cuando se le había dicho que no lo hiciera”, ha aseverado. En cuanto al material informático incautado al acusado en 2016, ha apuntado que había fotografías y vídeos de una de las denunciantes siendo menor de edad. Según ha detallado, llegó a analizar las locuciones de radio que se escuchan en uno de los vídeos que hacía Cabezudo de las sesiones fotográficas realizadas a esta modelo, para “estimar la fecha en las que se produjeron”.

El ertzainza ha afirmado que esos vídeos son “prueba irrefutable” de que esta mujer, en cuestión, sobre la cual Cabezudo tenía una cantidad de material “inmenso”, era menor de edad cuando el acusado le hizo “sesiones fotográficas y videográficas con escenas sexuales explícitas”. “Aparece fotografiada miles de veces en todas sus partes”, ha atestiguado. Las pruebas periciales continuarán en la jornada de este martes. La acusación particular solicita 2.338 años de prisión para Cabezudo; la Fiscalía de Gipuzkoa, 121 años de cárcel, y la defensa, su absolución.

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