Bar Conchi’s en el Mercado de los Mostenses, ¡de 10!
Este tweet “Este verano vente a los Mostenses y disfruta de un 2 × 1 en platos y raciones en los puestos de hostelería. ¡Gastronomías del mundo en el centro de Madrid! Y aprovecha para hacer tus compras. * Visítanos e infórmate de los puestos adscritos a la promoción” de @Merc_Mostenses ha sido el motivo de un descubrimiento encantador.
Pero vamos por partes, primero Loquillo, que recientemente estuvo de visita precisamente en el Mercado de los Mostenses donde grabó un anuncio en su azotea, y una canción que siempre me ha gustado, me siento muy identificada.
https://www.youtube.com/watch?v=R81k9ASVKt4
Nos vamos a comprar verduras en el mercado y aprovechamos para comer allí, tras ver el tweet anterior y pensando en proponer un plan adecuado a la crisis económica española y, en especial, a la que afecta al centro de las grandes ciudades. Compramos nuestras verduras, andamos por la primera planta y vemos los sitios que hay en plan de comer. Tienen todos pinta exótico-apetecible, chino-peruano, chino-chino, peruano-peruano y otras combinaciones igualmente atractivas. Seguimos andando por ahí y vemos La Chelito, una taberna madrileña modernizada pero, a simple vista, ese día, un día de semana, no ofrecen nada comestible, solo bebible.
Finalmente, después de ver pescados lujuriosos de ojos atónitos en algunas pescaderías, corvinas esperando hacerse tiraditos, berenjenas chinas ansiando ser cocinadas al estilo de Sichuán, cilantro dispuesto a alegrar unos tacos a algunos y a estropearles la comida a otros, carnachas rojas y menos rojas para un bodegón sangriento para Linda, nos decidimos por un puesto tradicional con especialidades gallegas y de otras partes de España, aunque la denominación pueda remitirnos a un establecimiento anglosajón. Es el Conchi’s:
—¿Tiene la oferta del 2 x 1?
—No, eso es solo en el puesto (no recuerdo) de la planta de arriba. Yo tengo caña o botellín más tapa de caracoles por 3 €.
Hablo con M. y decidimos quedarnos igualmente. Vamos a ver qué nos ofrecen en el Conchi’s. Para empezar, bebamos, pues el calor infernal madrileño hace estragos en nuestros cuerpos y mentes: una caña (1,30 €, gracias por el aviso Pili Aidol; había puesto 2,60 €) y un albariño (2,50 €). El albariño, muy rico: acidez, limón y algo de manzana, no recuerdo el nombre, cero efectos secundarios, véase cabezonitis, en horas posteriores.
Pedimos y, entre tanto, la chica que nos atiende y que es la dueña del local, lo cual deduzco por su nombre, Conchi, nos pone 2 pinchos de tortilla con chorizo gallego y pan ligero. Fría, yo soy más partidaria de la tortilla caliente, pero en cualquier caso notable: textura interior cremosa con trozos de chorizo sabroso pero no excesivamente invasivo, que es el problema en algunas tortillas de chorizo, delicada. Empezamos bien, una buena tapa ahora que las tapas parece que están en peligro de extinción.
Llega lo primero que pedimos: 1 ración de pulpo a la gallega (12,50 €), acompañada con una abundante dosis de pan ligero. Oooooooohhhhhhh, qué maravilla, qué aceite, qué pimentón, che combinazione!!! Pulpo templado con un excelente pimentón y un aceite, un AOVE de Jaén, Puente Oliva, delicioso, aquello es gloria bendita. Suave, delicado, sabroso, de textura un poco firme a la par que flexible, que no chiclosa, ¡estupendísimo! Para disfrutar a tutiplén.
Otra caña, por favor, esto va muy bien. Yo sigo con mi albariño, que últimamente mi estómago y mi cabeza no dan mucho de sí.
Pedimos una hamburguesa Conchi’s (5 €) que no sé si es gallega pero la intuición me lleva a pensar que va a estar fantástica, con su cheddar y su beicon frito, beicon beicon frito, beicon frito, esto está muy rico, ¡¡beicon fritoooooo!!
Otra maravilla de la ciencia. Hamburguesa de la carnicería de enfrente, Saboli Taboli, promoviendo la economía circular del propio mercado. Venía con los sobres de toda la vida de kétchup y mostaza Prima, que me recuerdan mi infancia y cuando nos llevábamos a casa de mi madre una hamburguesa, un perrito y una de patatas del Mike’s de Gijón, creo la primera hamburguesería del lugar, y ¡lo que disfrutábamos con aquel pack!
La hamburguesa, tal como la había montado Conchi, estaba perfecta, no necesitaba condimentos adicionales. Jugosísima, triple capa de queso cheddar cremoso, beicon crujiente y hamburguesa con combinación de especias que resaltan el sabor de la propia carne, exquisita y perfectamente planchada. Un bocado tricapa delicioso. ¡Recomendabilísima!
Entre tanto, empiezan a llegar parroquianos, gentes del propio mercado que han comprendido que el Bar Conchi’s lo da muy bien y vienen, seguramente, a diario a disfrutar de su propuesta. Conchi’s es lo más de lo más.
Preguntamos si tiene postre. No le queda. Nos cuenta que suele hacer postres caseros pero a lo largo de la semana se le acaban. Nos regala 1 caña, 1 albariño y una tapa hermosa de fideuá para endulzar esta mañana tan bien aprovechada. La fideuá, buenísima también: suave, pescadosa, azafranosa y gustosa.
En resumen, íbamos a por un 2 × 1 y acabamos con un 9 × 4, ¡mejor imposibol!
Solo puedo decir que en Conchi’s se cuidan al máximo las materias primas y la elaboración. Además, su propietaria, Conchi, sin genitivo sajón, es encantadora, alegre, educada, generosa ¡y, sin duda, una excelente cocinera! Recomiendo visitar su puesto para disfrutar de una cocina casera bien hecha, en un ambiente totalmente real, cero postureo entre semana, con fieles de otros puestos y el ajetreo propio de un mercado lleno de vida y de toda la vida.
No se puede pedir más.
Aquí, el Instagram del Bar Conchi’s, que podéis encontrar en la planta baja del mercado; la entrada intermedia del patio es la más directa.
Hoy no hay despiece porque hace demasiado calor, excusa ideal para cualquier situación.
Si queréis saber más sobre los mercados del barrio, aquí tenéis un artículo mío; sí, soy un burro y voy delante. Aquí
encontráis un interesante artículo sobre cómo quiere la Asociación de Comerciantes de los Mostenses que avance su mercado sin perder su autenticidad y, por lo tanto, su vidilla. Y, aquí, un artículo sobre la solidaridad en tiempos de pandemia en los Mostenses, y Conchi siendo solidaria, como no podía ser menos; este artículo lo he leído tras finalizar de escribir el mío, cerebro frito, cerebro, cerebro frito, ¡cereeeebro fritoooooo!
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