Los salarios han empezado a crecer en toda Europa

“Los trabajadores de la eurozona están percibiendo por fin las mejoras económicas de la región en lo que para muchos de ellos es lo más importante, en sus salarios. Aunque la recuperación económica lleva varios años produciéndose y el desempleo cayó a cifras de un dígito en el verano de 2016, los trabajadores de los 19 estados miembros han tardado en beneficiarse. Pero el coste salarial de la hora de trabajo de la eurozona creció un 2% entre el primer cuatrimestre de 2017 y el primer cuatrimestre de 2018, el mayor incremento desde 2013”.

“Los trabajadores industriales y del sector público en Alemania han logrado significativos aumentos salariales, mientras que el salario mínimo alemán ha crecido un 4%. En Francia, los pilotos han pedido aumentos de dos dígitos. Incluso los asalariados de los países más golpeados por la crisis están alcanzando mejores acuerdos. En España los sindicatos han logrado un acuerdo preliminar para una subida del 2%, más un 1% si hay un aumento de la productividad. Los trabajadores del sector público irlandés, que sufrieron severos recortes durante la crisis, han obtenido un aumento salarial del 1% en enero y de otro 1% en agosto. Las condiciones también están mejorando para los trabajadores del sector privado irlandés: se espera que sus ingresos crezcan un 2,9% en 2018 y un 3,6% el año que viene”.

“Tras años de austeridad, ahora las partes sociales tienen más poder negociador y los acuerdos están siendo más sólidos”, dice Luca Visentini, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos.

“Pero no sólo los trabajadores están complacidos con ello. Los aumentos salariales también están siendo bien recibidos por los responsables de la política monetaria de la eurozona, tras comprobar que la inflación, que hasta ahora ha sido muy baja, se acercará al objetivo del 2% del Banco Central Europeo. En los años de la alta inflación, en los 80 y los 90, tanto los bancos centrales como los sindicatos coincidían en que acuerdos salariales generosos empujarían hacia arriba los precios. Ahora ambos quieren subidas salariales. La inflación sigue en el 2% tras los aumentos del precio del petróleo, de lo cuál se deduce que las presiones inflacionistas permanecen débiles”.

“El presidente del BCE, Mario Draghi ha dicho claramente que cree que los aumentos salariales son de lejos el principal factor para impulsar las presiones subyacentes a niveles consistentes con los objetivos del BCE. El banco central holandés ha hecho incluso un llamamiento a los empresarios para que paguen más a sus trabajadores. Sus economistas creen que serán escuchados, que la subida salarial reflejará los bajísimos niveles de desempleo que registra el país y que los salarios subirán un 1,9% este año, un 3,5% el que viene y un 4% en 2020”.

“La verdad fundamental sobre el Brexit es esta: a menos que Bruselas haga concesiones en el giro de muy pocos meses, una crisis política en toda regla es inevitable en el Reino Unido. Y por el momento no hay concesión alguna a la vista. Esta es la realidad a la que se enfrenta Theresa May en vísperas de la crucial reunión de su gobierno de este viernes, en la que confía en alcanzar un acuerdo sobre cuál sería la relación con la UE tras el Brexit, que espera que desbloquee las negociaciones con Bruselas”.

“Todo indica que ese acuerdo implicaría muchas concesiones por parte británica. Pero si la UE no las acepta, valdrán para poco. Ambas partes tienen que firmar antes del 29 de marzo de 2019 un acuerdo que establezca los términos del divorcio y también los de las futuras relaciones entre la UE y el Reino Unido. En dicho documento debería figurar una cláusula vinculante con una serie de medidas que aseguren que la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda permaneczca abierta. Y esa cláusula no podrá aplicarse al resto del Reino Unido”.

“Si Bruselas no cede en esa cláusula, eso supondrá que si el Reino Unido llega a un acuerdo con la UE, estará firmando que en una parte de su territorio se apliquen las reglas de la UE a perpetuidad. Bruselas insiste en que la única manera de impedirlo es que todo el Reino Unido permanezca en el mercado único y en la unión aduanera (la vía noruega)".

"Esas son las dos únicas opciones que están encima de la mesa. Pero aceptar cualquiera de ella garantiza una crisis política en Gran Bretaña. Sin embargo, muchos en Bruselas creen que a pesar de que Theresa May insiste en sus líneas rojas, se está abriendo una total capitulación británica”.