Las incógnitas sobre la duración del Gobierno de Sánchez complican el fichaje de ministros y altos cargos
La amenaza de un mandato corto de Pedro Sánchez le está complicando el fichaje de algunos ministros y altos cargos para su Gobierno. El presidente socialista no ha aclarado todavía cuándo se celebrarán las elecciones y esa incógnita, junto a la posibilidad de que la moción de censura no suponga un crecimiento electoral para su partido, se han convertido en un hándicap para algunos de los potenciales integrantes del Ejecutivo que Sánchez prevé anunciar al completo el miércoles.
Sánchez deslizó que la legislatura acabaría antes de tiempo, pero no ha aclarado qué fecha maneja para las generales. En el PSOE plantean elaborar los Presupuestos Generales para 2019 por lo que los comicios no serían antes de que acabe el año. Dirigentes socialistas consultados por eldiario.es apuntan a que la intención es que se celebren después de las municipales, autonómicas y europeas del próximo año, pero no hay unanimidad en las federaciones sobre qué les convendría más.
Las dudas sobre la duración de los mandatos, que en todo caso serían cortos, y la imposibilidad de llevar a cabo proyectos propios dado el escaso margen que dejan los presupuestos de Mariano Rajoy con los que Sánchez pretende gobernar en los próximos meses desincentivan a algunos de los posibles altos cargos que se manejan en Ferraz.
“Marcharnos de aquí para un tiempo incierto y no poder hacer nada más que ser una imagen no tiene sentido”, dicen fuentes próximas a uno de las potenciales ministros que han tanteado en Ferraz.
El exconsejero vasco de Salud Rafael Bengoa, a quien sitúan en las posibles quinielas para el Ministerio de Sanidad, es director de una consultora del sector y asumir la cartera le obligaría a abandonar ese puesto. Es el caso también de Jordi Sevilla, que tiene un puesto en la consultora Llorente y Cuenca. El artículo 15 de la ley que regula los altos cargos establece un periodo de dos años que les imposibilita para ejercer en el sector privado para actividades relacionadas con su sector. La consellera de Justicia valenciana, Gabriela Bravo, también sonaba con fuerza para el Gobierno –ambos participaron en el gobierno en la sombra que asesoró a Sánchez en campaña electoral–, pero su continuidad en la Generalitat junto a Ximo Puig está garantizada si el PSOE mantiene el poder regional mientras que se expone a un futuro incierto en caso de dar el salto a la política nacional.
El exministro de Justicia Fernando Ledesma ha declinado la posibilidad de presidir el Consejo de Estado, según fuentes de la institución. Ese cargo se pierde de forma automática cuando el presidente del Gobierno cesa. Ledesma es actualmente miembro permanente de ese órgano consultivo, una condición que perdería si acepta la presidencia que le ofrece Sánchez.
El presidente está ultimando los flecos de su gabinete en conversaciones con las personas de su máxima confianza. La intención es tenerlo cerrado el miércoles para que los ministros tomen posesión el jueves y el viernes puedan reunirse por primera vez.
El PSOE quiere que el Ejecutivo esté formado por socialistas o independientes de su cuerda, como Margarita Robles o Teresa Ribera, que fue secretaria de Estado de Cambio Climático con José Luis Rodríguez Zapatero y que previsiblemente ocupará la cartera de Transición Ecológica, de nueva creación.