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La DANA provocó caudales de hasta 3.500 metros cúbicos por segundo y sedimentos que arrasaron un área de 1.100 kilómetros

La localidad valenciana de Chiva, tras el paso de la DANA.

Miguel Giménez

Valencia —
29 de mayo de 2025 23:00 h

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El Cedex (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas), dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha presentado este jueves en València, en el marco de la jornada organizada por el Ministerio de Transición Ecológica 'Protección y prevención de riesgos de inundación', un avance de los resultados estudios elaborados con motivo de la DANA del pasado 29 de octubre, que provocó 228 muertes y pérdidas multimillonarias en la provincia de Valencia.

Según se desprende de los datos preliminares que todavía se están analizando, el temporal del que justo ahora se cumplen siete meses llegó a arrastrar más de 3.500 metros cúbicos de agua por segundo (a las 19.35 horas) –la última medición en el barranco del Poyo antes de que la corriente se llevará la estación fue de 2.200 m³/segundo– y hasta 450 metros cúbicos de sedimentos, unos residuos que fueron arrastrados por la corriente.

“Calculamos que se han retirado entre 20 y 25 hectómetros cúbicos de sedimentos, de los que cinco hm³ corresponden a zonas urbanas”, explica David López, director de programas del Centro de Estudios Hidrográficos del Cedex: “Estamos hablando de unos trescientos gramos de sedimentos por litro de agua, cuando estábamos acostumbrados a máximos de hasta dos o tres gramos”.

Antonio Jiménez, director de Estudios de Agua y Medio Ambiente, ha explicado que a través de esta investigación se quiere conocer los caudales que llegaron y cómo lo hicieron de la forma más exacta posible: “Sabemos que la mayor intensidad en las precipitaciones se produjeron en las cabeceras de los barrancos Horteta y Gallego (en el entorno del barranco del Poyo), donde se superaron los 700 milímetros; mientras que en el Buñol, afluente del Magro situado por debajo de la presa de Forata, se registraron 500 milímetros”.

La destrucción de la DANA en la costa de Valencia

Fotografías de satélite del 26 de octubre (antes de la DANA) y el 31 de octubre (después de las riadas)

Antes
Después

Fuente: Copernicus-Sentinel 1

Las lluvias de aquella jornada, “divididas en dos grandes períodos tormentosos, uno por la mañana y otro a partir de las 15 horas”, modificaron la hidromorfología de los cauces y provocaron grandes avenidas de agua que anegaron unos 1.100 kilómetros cuadrados en la provincia de Valencia, alcanzando el agua en algunos puntos, sobre todo en localidades de la comarca de l'Horta Sud, los tres metros de altura: “Prácticamente no se generó infiltración, por lo que la mayor parte del agua generó escorrentía”.

Así, los estudios hidrológicos e hidráulicos reflejan que las precipitaciones registradas en las cabeceras de los ríos y barrancos afectados fueron “muy superiores a las que los modelos estadísticos permitían predecir como probables”, superando “ampliamente” lo estimado en la planificación del riesgo vigente: “Caudales y niveles de inundación muy superiores y nuevas zonas afectadas, como Chiva, Buñol, Utiel...”.

Existieron amplias zonas urbanas e industriales con niveles de inundación de dos a tres metros, “lo que dificulta cualquier acción”. Las velocidades de flujo fueron muy elevadas en las cabeceras de las cuencas, “por encima de los 12 metros por segundo en Chiva”, y la urbanización y las infraestructuras viarias y ferroviarias “afectaron de forma importante al desarrollo de la inundación”. Por ello, consideran que se ha de actuar sobre la “exposición, vulnerabilidad y peligrosidad”.

Actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar

Cristina Solá, comisaria de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ha anunciado una inversión de 222 millones de euros en 16 obras de emergencia para la reconstrucción de cauces y la reparación de sistemas afectados en 87 municipios, lo que supone 385 actuaciones de las que 97 ya están finalizadas, 144 en ejecución y 134 planificadas. El 60% de esta inversión (132 millones de euros) corresponde a intervenciones en los cauces del Poyo, el Magro y los tramos bajos del Júcar y el Túria.

Además, se destinarán 6,5 millones de euros para la reparación de daños en la presa de Forata. Cuando comenzó la jornada del 29 de octubre, ha explicado Solà, el embalse estaba al 15% de su capacidad, con cinco hectómetros cúbicos. A partir de las 12 horas fue cuando empezó a entrar agua y fue sobre las 14 horas cuando “el incremento de los caudales entrantes se dispararon enormemente, alcanzando un valor punta de 2.000 metros cúbicos segundo, lo que según la información que consta en la presa equivaldría a un periodo de retorno de 10.000 años”.

Los vertidos de alivio comenzaron alrededor de las 17.30 horas, alcanzando una punta de 1.100 metros cúbicos por segundo, “es decir, la mitad del caudal que estaba entrando”. En opinión de la comisaria de Aguas, el efecto laminador del embalse “fue esencial para que los daños aguas abajo de la presa no fueran más importantes de los que ya se ocasionaron”.

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