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Andalucía se desmarca del mando único, cambia su recuento de contagios diarios por coronavirus y rectifica en 24 horas

El portavoz de la Junta y consejero de Presidencia, Elías Bendodo.

Daniel Cela

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El Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno se desmarcó el jueves del mando único que ostenta el Ministerio de Sanidad y anunció, por sorpresa, que iba a cambiar el criterio común que siguen todas las comunidades al proporcionar el parte diario de contagios por coronavirus en sus territorios.

El recuento de afectados se cierra cada día a las ocho de la tarde, y el director del Centro de Alertas Sanitarias del Ministerio, Fernando Simón, facilita esos datos de todas las comunidades al día siguiente a las 12.00 horas. Hay un desfase de 16 horas entre el momento de registrar los datos de toda España y el momento de anunciarlos. “A partir de mañana [por el viernes], en Andalucía vamos a cerrar el conteo, no a las 20.00 horas de la tarde, sino a las 9.00 del día siguiente para que el Ministerio ofrezca unos datos más certeros tres horas después”, anunció el portavoz de la Junta y consejero de la Presidencia, Elías Bendodo.

Este anuncio provocó estupor en el Gobierno central por varias razones: la primera porque contraviene la Orden publicada en el BOE el 15 de marzo, que regula los criterios comunes que deben seguir las comunidades a la hora de remitir la información sobre el coronavirus al Ministerio de Sanidad. Y la segunda, porque de haberse hecho efectiva, el registro de contagios en Andalucía habría dejado de ser homologable al del resto de comunidades autónomas y tampoco permitiría seguir la evolución de la epidemia desde que se decretó el estado de alarma, el pasado 14 de marzo. La Junta aún mantenía la intención de cambiar su fórmula de contabilizar los contagios en la mañana del viernes, pero entrada la tarde terminó rectificando. “No podemos hacerlo, aunque queramos, porque si no Andalucía no sale en el mapa de afectados del Ministerio”, explicaron a este periódico desde la Consejería de Salud.

El trasfondo de este guirigay es el de dos Administraciones de distinto signo político -el Gobierno central (PSOE-Podemos) y la Junta de Andalucía (PP-Ciudadanos)- que diariamente se prometen en público “lealtad institucional”, pero paralelamente confrontan la una con la otra: el Ejecutivo andaluz compite con el Gobierno central y con otros gobiernos autonómicos por la gestión de esta crisis sanitaria global -“Nosotros estamos mejor que otros”, repite machaconamente el portavoz de la Junta-, subrayando que los datos de contagios en Andalucía son significativamente inferiores al de las comunidades vecinas. Y no es el único choque. Ha habido y hay una guerra por el número de mascarillas: el Ministerio asegura que ha enviado más de 800.000 a Andalucía, y la Junta replica que a día de hoy sólo han llegado 251.930, y que además la partida que les ha llegado de los 50 millones de euros del fondo de contingencia del Estado es “insuficiente”.

Hasta el pasado 14 de marzo, la Junta de Andalucía venía informando de todos los contagios de la comunidad dos veces al día. A partir de esa fecha, y tras la centralización de la comunicación por parte del Ministerio de Sanidad, el Ejecutivo andaluz se queja de que “no puede dar información más actualizada, aunque ese sea nuestro deseo”. También con este argumento, la Junta se niega a difundir el dato de contagios por municipios, asegurando que el Gobierno le tiene “intervenida” la información oficial y que esos datos “pueden estigmatizar a los vecinos”.

Ante la insistencia de los alcaldes, que han reclamado esas cifras para orientar mejor a las patrullas de la Policía y la Guardia Civil en sus municipios, el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, ha enviado una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, “pidiéndole autorización” para dar esos datos. Desde el Ministerio responden que no necesita esa autorización y que la Junta sabe perfectamente que no la necesita. “La orden ministerial fija los mínimos de información sobre contagios que deben aportar las comunidades -el mismo para todas- pero no los máximos. Si quieren ampliar o desglosar datos, pueden hacerlo”, dicen estas fuentes, poniendo el caso de Euskadi, que sí difunde las cifras de contagio por pueblos. 

El 23% del total de infectados son sanitarios

Este periódico ha preguntado insistentemente a varios departamentos de la Junta por qué pretendían cambiar el sistema de conteo justo ahora, a las puertas de “la semana más dura que finalizará en el pico más alto de contagios el próximo fin de semana”. Pero no ha habido respuesta. Para preparar el nuevo sistema de conteo de afectados, el Ejecutivo andaluz cerró el jueves su recuento dos horas antes de lo previsto (a las 18.00 horas en vez de a las 20.00), de modo que la estadística difundida posteriormente no correspondió a un día completo, como venía ocurriendo. Este viernes se contabilizaron 3.793 contagios por coronavirus (387 casos nuevos), que representan un 11,6% más, “el repunte más bajo desde que comenzó la cuarentena”, como saludó el consejero de Salud con cierto optimismo.

Aguirre también reconoció que era un porcentaje engañoso, porque se habían computado menos horas. El parte de este sábado corregirá ese desfase, porque contabilizará esas tres horas no contabilizadas el jueves y las sumará al último recuento. De modo que la foto fija del sábado tampoco transmitirá correctamente la evolución del virus, porque mostrará un repentino salto de contagios y previsiblemente un porcentaje mucho más alto que la media. La Consejería de Salud ya ha advertido. “Tampoco será certero del todo”.

La Junta espera el pico más alto del brote en el primer fin de semana de abril, y ya tiene diseñado un plan de contingencia por si se rebasan los 9.000 contagios y otro por si se llegan a los 15.000 infectados. El consejero de Salud ha llegado a mencionar la cifra de 22.000 casos positivos. Hasta la fecha, el portavoz de la Junta ha insistido en todas sus comparecencias en que Andalucía iba por detrás que el resto de comunidades en número de contagios, y por delante en la gestión de la crisis. “Andalucía se anticipa. Lo estamos haciendo mejor”, repite Bendodo. 

El número de fallecidos y de ingresos en las unidades de cuidados intensivos ha crecido en el parte de este viernes, pero también muy levemente. Hay 144 fallecidos, diez más que el jueves (el menor aumento de la semana). En total hay 1.843 ingresados en hospitales, y el incremento en las UCI llega hasta los 148 casos, 14 más que ayer. De los 3.793 contagiados en Andalucía, 872 son profesionales sanitarios, es decir, el 22,9% del total de infectados. En España son 9.444, el 14,7% del total. Entre los afectados en Andalucía, 293 son médicos, 205 enfermeros, 87 auxuliares, 23 celadores y el resto pertenece a otras categorías. Muchos, la mayoría, están en sus casas sin síntomas graves, y alguno se encuentra hospitalizado, dice Aguirre.

El consejero también ha anunciado que ya se han realizado 18.592 test de detección del coronavirus (los llamados PCR), sobre todo al personal sanitario y a los profesionales más expuestos, de los que 3.793 han dado positivo. La Junta ha obtenido autorización del Ministerio de Sanidad para fabricar su propio material quirúrgico, sobre todo pruebas de detección del virus y respiradores. Aguirre asegura que a partir de esta semana Andalucía dispondrá de 50 respiradores nuevos por semana -200 al mes-, que serán montados por la fábrica de Fujitsu en Málaga.

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