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España 7 - Enmiendas a la totalidad del Presupuesto andaluz de 2023: cero

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, conversa con la consejera de Hacienda, Carolina España, ante el titular de Presidencia, Antonio Sanz.

Daniel Cela

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El proyecto de ley de Presupuestos andaluces para 2023 ha superado este miércoles el debate de totalidad en el Parlamento autonómico, gracias a la mayoría absoluta del PP de Juan Manuel Moreno, y el apoyo cómplice de Vox. En paralelo, España ganó 7-0 a Costa Rica en el Mundial de Catar. También mayoría absoluta. Todo dentro de lo previsto, pero había que ver el partido/debate para entender la nueva normalidad andaluza.

Los tres grupos de izquierdas -PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía- han defendido sus razones para tumbar las cuentas del año que viene, que ascienden a 45.600 millones de euros, y devolvérselas al Gobierno. El argumento común de las tres enmiendas es que no responden a la necesidad de fortalecer las políticas públicas, en especial la sanidad y la educación. Vox compartía las críticas, pero se ha alineado con el Gobierno de Moreno votando en contra de las enmiendas.

Hace justo un año, en esta misma Cámara, el grupo ultraderechista fue quien retiró el sostén a Moreno, tumbó las cuentas para 2022 -con un esquema de ingresos y gastos calcado al de ahora- y precipitó el adelanto electoral que daría la mayoría absoluta al PP, convirtiéndoles en una fuerza irrelevante en la aritmética parlamentaria.

Andalucía se ha instalado en una planicie de la que han desaparecido los momentos imprevisibles de la pasada legislatura. Hacía 13 años que este Parlamento no veía una mayoría absoluta como ésta y, aunque Moreno ha pedido a los suyos que la gestionen como si no la tuvieran, es inevitable relajarse. A dos consejeros de su gabinete -Justicia e Industria- los diputados socialistas sentados tras sus escaños les pillaron por la espalda viendo el partido de fútbol en la tablet, mientras la titular de Hacienda, Carolina España, desgranaba el Presupuesto andaluz.

El PP tiene 58 diputados y su mayor quebradero de cabeza es que todos tengan algo que hacer, “que no se relajen”. El tropiezo aquí fue un golazo para los socialistas, que abrieron un debate paralelo en las redes sociales acusando a los de Moreno de “despreciar el debate más importante del año en el Parlamento”. La izquierda no vino a ganar el partido, que estaba perdido de antemano, pero sí a meter goles. Los goles, aunque pierdas, tienen réplicas ad infinitum en las redes sociales, y eso siempre se celebra. Sobre todo a seis meses de las municipales.

La vicesecretaria general del PSOE-A y portavoz de su grupo, Ángeles Férriz, difundió en Twitter la foto de los consejeros viendo el partido, y cuando el debate alcanzó las seis horas, el número de memes con la foto se había multiplicado por diez. El titular de Justicia, José Antonio Nieto, terminó pidiendo disculpas en la misma red social: “No he podido resistirme a mirar un segundo la alineación de nuestra selección en el debut del Mundial. Siento si alguien se ha sentido ofendido y todo mi apoyo a la selección”.

El guión del debate de totalidad estaba escrito de antemano, hubo escaños vacíos en la bancada del Gobierno -incluido el de Moreno-, y del resto de grupos durante los 90 minutos del partido, aunque el debate duró siete horas. Ha desaparecido la incertidumbre, el misterio y la inquietud hasta el último minuto que vivió el Ejecutivo andaluz en la pasada legislatura, cuando los sucesivos presupuestos y la estabilidad política dependía del voto clave del grupo ultraderechista. Vox apoyó las cuentas de 2019, 2020 y 2021, pero amagó dos veces con presentar enmiendas a la totalidad, y las retiró in extremis a cambio de contrapartidas políticas que el PP firmó en sendos acuerdos por escrito.

Ahora los de Santiago Abascal han perdido ese influencia, su voto es intrascendente en términos aritméticos y han decidido no presentar enmienda a la totalidad. También han decidido no unirse a la iniciativa de las izquierdas este miércoles y dejar abierta la puerta a una negociación posterior con el PP en el trámite de enmiendas parciales.

Sin unidad institucional contra le machismo

El PSOE ha afeado a Moreno que mantenga las “políticas negacionistas de Vox” en los Presupuestos para 2023, las partidas consignadas para el teléfono de violencia intrafamiliar, que les impuso la ultraderecha, las subvenciones a organizaciones antiabortistas o la minoración de fondos para asociaciones en defensa de la igualdad de género.

El viernes se celebra el Día Internacional contra la Violencia de Género [25N], pero el Parlamento andaluz dejó de emitir una declaración institucional de condena hace cuatro años, cuando Vox entró en la Cámara y rompió la unanimidad necesaria para hacerlo.

En su lugar, el presidente de esta institución, el popular Jesús Aguirre, presentó un manifiesto a los grupos para poder leerlo antes del Pleno, pero tampoco logró una imagen de unidad con las izquierdas. El día antes, la consejera de Igualdad, Loles López, había equiparado al PSOE con Vox en el debate sobre violencia machista. “Los extremos no son buenos”, dijo, y los socialistas se negaron a aparecer en la foto junto a ella y otros miembros del PP.

El debate arrancó por la mañana con la intervención de una hora, leída, de la consejera de Hacienda. España volvió a desgranar los números de ingresos y gastos de la Junta para el año que viene, y defendió que el proyecto presupuestario “atiende a todas las posibles circunstancias sobrevenidas”, en referencia a las incertidumbres que sobrevuelan la coyuntura económica internacional: inflación, guerra en Ucrania y la pospandemia.

Las primeras cuentas de esta legislatura ascienden a 45.603,8 millones de euros, un 12,9% respecto a la cuentas prorrogadas en 2022 (5.199,6 millones más). El gasto no financiero asciende a 40.007 millones (5.751,9 millones más). El Presupuesto para 2023 viene abultado por las transferencias de financiación del Gobierno central y, sobre todo, los fondos europeos, que alcanzan los 5.489,4 millones de euros. En torno al 58% del aumento presupuestario deviene íntegramente de las ayudas de Bruselas -alrededor de 3.000 millones-, que la Junta destina casi en su totalidad a la inversión pública.

Los números del Presupuesto para 2023 se basan en una previsión de crecimiento de la economía andaluza del 1,9% del PIB, un pronóstico avalado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). La Junta prevé una inflación del 4,5% -actualmente ronda el 8%- y la creación de 68.000 puestos de trabajo. El problema de fondo de la economía andaluza sigue ahí incrustado: casi un 19% de paro. La máxima económica del Gobierno, repetida hasta la saciedad por España, es la curva de Laffer: menos impuestos, más consumo y más recaudación.

La izquierda en bloque niega esa tesis y apela al informe, recién publicado, del Observatorio Económico de Andalucía, que rechaza de plano que el aumento de ingresos se ajuste al política fiscal a la baja. Al contrario: el crecimiento de los ingresos está por debajo de la media de las comunidades, precisamente por esta rebaja de todos los tributos autonómicos.

Espadas enmienda a Moreno

La principal crítica de la oposición de izquierdas, recogida en sus enmiendas, es que la parte autofinanciada del Presupuesto andaluz es “mínima”, esto es, que la Junta presenta unas cifras “récord”, pero a costa de los fondos extraordinarios del Gobierno (hasta un 62% del total) y de la Unión Europea, mientras el gasto de fondos propios es muy inferior.

El debate lo abrió por la tarde el líder de la oposición, el socialista Juan Espadas, que decidió defender en persona la posición de su grupo y se pasó toda la intervención aludiendo directamente al presidente andaluz. Había retado a Moreno a un cara a cara y, aunque su interlocutora fue la consejera de Hacienda, el líder del PSOE-A decidió convertir aquello en un debate de investidura bis, una enmienda a la totalidad contra “la falsa moderación de Moreno”. “Cuidado con el endiosamiento. A usted la mayoría absoluta les ha sentado como un Red Bull”, avisó.

A Espadas le cuesta dar codazos parlamentarios, le aprieta el traje institucional, no le sale natural el colmillo político. Esta vez venía con un guión trabajado, con un discurso cuestionando los números y las políticas del PP, trufado de dardos populares de esos que caben en un tuit. Tuvo agilidad para enfrentar las soluciones “neoliberales” y el “dumping fiscal” que afea a la Junta con las medidas socialistas encaminadas a la progresividad fiscal, la mayoría rescatadas del Gobierno de Pedro Sánchez. “El debate de ricos y pobres ya no cuela”, le espetó España.

España no le dio una réplica de números y argumentos económicos, casi pasó de puntillas por su proyecto de ley, y ejerció como oposición a la oposición. La consejera de Hacienda vino más preparada para el contraataque que para la defensa, más metida en el discurso orgánico del PP que en el esqueleto financiero del Gobierno andaluz: a los 45 segundos de su intervención ya había mencionado la sentencia del caso ERE, que ha condenado a dos expresidentes socialistas de la Junta.

Y así fue lo que siguió: reproches por la reforma del delito de sedición, que se debate este jueves en el Congreso, reproches por sus socios “comunistas y proetarras”; reproches por negociar con los independentistas catalanes... “Yo no estoy aquí como portavoz de Economía del PP en el Congreso, ¡yo sé cuál es exactamente mi lugar”, respondió.

Nieto denuncia austericidio y dogma liberal

Inmaculada Nieto, portavoz de la coalición Por Andalucía, cargó contra el “dogma neoliberal”, el “austericidio deliberado” y las “políticas caducadas del PP” que ya han sido “contrastadas por la realidad”. Del presidente Moreno dijo que “tiene vocación de gobernador civil”, el que renuncia a ejercer su autogobierno y concibe que “las competencias son para los de arriba”.

Nieto es veterana en estos debates, ya plantó cara al anterior consejero de Hacienda, Juan Bravo, hace un año, cuando la oposición logró tumbar las cuentas de 2022. La dirigente de IU acusó a la Junta de “trampear con los datos” y coincidió con Espadas en que el mayor volumen del Presupuesto andaluz se sostiene por las transferencias extraordinarias del Estado y de la UE. “Sin ellas, estaríamos ante los recortes de toda la vida del PP”, dijo.

Nieto fue especialmente crítica con la rebaja de impuestos que acompaña las cuentas, más beneficiosa para las rentas altas, sobre todo en el caso de la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones o del impuesto sobre el patrimonio. Para criticarlo, la portavoz de Por Andalucía hizo un quiebro dialéctico para meter en el debate el caso de narcotráfico y blanqueo en el que están procesados el marido y el hijastro de la alcaldesa de Marbella, la popular Ángeles Muñoz.

Éste es el tema que más preocupa en este momento al presidente andaluz, que este mismo miércoles defendió a su compañera porque “no está investigada ni imputada”. “Seguro que es todo legal y lícito”, dijo horas antes, preguntado por el patrimonio no declarado por la alcaldesa ante el Senado, hasta que este periódico lo hizo público. “La alcaldesa de Marbella, con ese patrimonio de 12 millones de euros, se va a beneficiar de su política fiscal. Y el marido y el hijastro”, avisó Nieto.

España respondió a Nieto echando mano de la hemeroteca, de los años en los que IU era socio de Gobierno del PSOE, entre 2012 y 2015. “Ustedes también han gobernado, no nacieron ayer”, avisó.

Teresa Rodríguez contra el extractivismo

La intervención de Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía, coincidió con el final del partido de España y Costa Rica, a las siete de la tarde. El salón de Plenos empezó a recuperar diputados por goteo, pero el debate no recuperó vigor. Rodríguez, afectada por un fuerte catarro, fue más allá en su crítica al Presupuesto y cargó contra el modelo productivo andaluz que defiende el Gobierno de Moreno, pero que también defendía el anterior Ejecutivo socialista. “Las políticas extractivas”, dijo, en referencia a la agricultura, el turismo o los servicios.

La gaditana alertó de que las cuentas no responden a la inflación actual ni a la que “puede estar por venir”, y negó la máxima del Gobierno andaluz al considerar que el Presupuesto “no es social”. Rodríguez también cuestionó la tesis de Moreno para defender la supresión del impuesto sobre patrimonio, a saber: “no existe en ningún país de Europa”. “¿Qué argumento es ese? Tampoco existe la escuela concertada en Europa. ¿La quitamos?”, apostilló Rodríguez. Adelante Andalucía denunció las externalizaciones en sanidad, el avance de la privatización de políticas públicas, y la derivación de pacientes a hospitales privados: un 25% más en 2023, según los propios números de la Junta.

Vox, contra el género, la memoria y la migración

El portavoz de Vox en la Cámara, Manuel Gavira, buscó la complicidad con el PP, casi dejó de lado el tema presupuestario y se dedicó a explotar las batallas culturales de la ultraderecha: el rechazo a las políticas de igualdad de género, contra la memoria histórica o la criminalización de los inmigrantes, vinculándoles con la delincuencia, el rechazo a las políticas contra el cambio climático y la defensa cerrada de la natalidad. “Ustedes hablan de coches eléctricos, a nosotros nos gustan los coches familiares, donde quepan muchos niños”, advirtió.

En esta línea, Gavira encontró algunos puntos en común con la consejera de Hacienda y sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. “Hay que acabar con todas las políticas de Pedro Sánchez en Andalucía, no se pueden poner de perfil”, dijo, en relación a las leyes de género y de memoria. El portavoz del grupo de extrema derecha también habló de los indultos a los independentistas y acusó al Ejecutivo central de “sacar a los violadores a la calle”.

Gavira cerró su turno con toda una declaración de intenciones: “Estos Presupuestos son unos exámenes para nosotros y para ustedes. Tenemos que demostrar que existe una alternativa a Sánchez, tiene que pasar por aquí y por la Moncloa. Vamos a colaborar con ustedes. La razón de que no hayamos presentado una enmienda a la totalidad es que el fin superior es España”, terminó diciendo. La estrategia de un Vox sin peso específico en el Parlamento andaluz es justo esa: trazar un puente al PP en las comunidades para facilitar un Gobierno de coalición, ante la posibilidad de una victoria de Alberto Núñez Feijóo en las generales de 2023.

El turno de los grupos lo cerró el portavoz del PP, Toni Martín, que defendió los Presupuestos de 2023 como “los mejores de la historia autonómica en el peor momento de la democracia para Andalucía”. Martín se congratuló de que las cuentas salieran adelante sin “el veto de PSOE, Podemos y Vox”, recordó que Moreno les ha pedido gestionar la mayoría absoluta “sin rodillo” y aventuró que la Junta incorporará enmiendas de todos los grupos de la oposición.

España por todas partes. Entretanto, el Presupuesto andaluz seguirá su tramitación parlamentaria y los grupos presentarán enmiendas parciales para tratar de corregirlo antes de su aprobación final, prevista para mediados de diciembre.

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