244 millones para llevar el Metro al nuevo hospital: Moreno liga al “déficit sanitario” la prolongación hacia el norte de Málaga
De entre todas las nuevas infraestructuras acometidas en Málaga en los últimos veinte años, ninguna ha tenido el impacto del Metro. Así lo atestiguan los 18 millones de viajeros que usaron el suburbano en 2024, pero también los cientos de vecinos y comercios afectados por el tajo abierto durante una década en Callejones del Perchel. Lo sabe también el presidente Juan Manuel Moreno, que este jueves ha presentado el nuevo tramo de la obra que llevará el Metro al norte de la ciudad, al que ha vinculado con otro “proyecto ciudad”: el nuevo gran hospital de la ciudad, con una inversión prevista que rondará los 700 millones de euros, y en cuyas inmediaciones desembocará la prolongación de la Línea 2 de Metro, ahora en construcción.
El tramo de las obras presentado hoy, entre Hilera y Eugenio Gross, costará 46,5 millones y tendrá un plazo de ejecución estimado de 36 meses. Es el segundo de los tres con los que el Metro abrirá una nueva línea en dirección al norte de la ciudad. El primero de esos tramos está al 50% de ejecución y llega hasta calle Hilera. También costará 45 millones. El tercero y final está ahora en licitación con un presupuesto base de 62 millones.
Sumado al coste de las estaciones (La Trinidad y Hospital Civil), la inversión estimada es de 244 millones de euros, IVA incluido. Cuando se culmine esta línea, la obra de Metro Málaga habrá costado 900 millones de euros. La previsión es que la extensión dé servicio a entre 3,5 y 4 millones de pasajeros al año, de modo que Metro Málaga alcance una demanda anual de 21 millones. Actualmente supera los 18, una cifra que sólo alcanzó cuando llegó al Centro en 2023.
El nuevo hospital, “la obra civil más grande de Andalucía”
En el plan, es clave la construcción del prometido tercer hospital. “La obra civil más grande en Andalucía, que va a contribuir a mejorar la calidad asistencial”, ha sacado pecho Moreno, apuntando al “déficit sanitario” que sufre la provincia desde hace años. Las infraestructuras no se han acompasado al crecimiento poblacional, lo que provoca que sea la provincia andaluza con menos camas y médicos por habitantes.
Sin embargo, la adecuación e integración del antiguo Hospital Pascual, una obra presuntamente sencilla y pensada para paliar el déficit de forma inmediata, acumula demora tras demora. Y el nuevo gran hospital, del que aún no hay ni primera piedra, no llegará pronto: el fin de obra previsto ya va por 2032. Fue prometido por el PSOE para 2015, luego por Moreno, al llegar al Gobierno andaluz, para 2026. Ya tiene reserva presupuestaria y está abierta la licitación con un presupuesto base de 607 millones de euros (el 85% cofinanciado con Fondos Feder), a los que se suman otros 79 en los que se estima el coste de los aparcamientos, cuya obra se licita aparte.
“Un macrohospital necesita movilidad”, ha defendido Moreno, antes de admitir que “probablemente el Metro termine un poquito antes”.
El siguiente paso será extender el Metro hacia algún lugar: puede ser el Parque Tecnológico (noroeste), hacia El Palo – Rincón de la Victoria (este) o Ciudad Jardín. Lo determinará el estudio informativo, ahora en elaboración.
Moreno: “Pido paciencia”
Como en todo anuncio, el Presidente ha pregonado la felicidad futura que vendrá en Metro, pero también ha admitido el trastorno que causará la obra, no muy lejana al Edificio Arcadia, en el que residió de joven. Es un “espacio crítico en materia de movilidad”, ha observado el alcalde Francisco de la Torre, que suele aprovechar estas ocasiones para arremeter contra el anterior gobierno socialista de la Junta por los trastornos que causaron en la ciudad los retrasos de la obra. “Pido paciencia. Las obras siempre son complejas y las de Metro más. A veces nos encontramos sorpresas, restos arqueológicos, terrenos más duros…”, ha advertido Moreno, porque sabe que, si esto se prolonga, el malestar ahora le apuntará a él.
También les ha hecho promesas: la comodidad de un modo de transporte rápido y seguro, y un mayor valor inmobiliario: “Los beneficios que tendrán serán infinitamente mejores, por la revalorización de su patrimonio por tener una estación de Metro cerca y porque el espacio será reurbanizado en mejores condiciones”. El Ayuntamiento y la Junta se ampararon en la obra del anterior tramo para justificar el cierre de una escuela infantil.
A mediados de la pasada década, el gobiern socialista (con consejera de IU en Fomento) optaba por un tranvía en superficie por ser mucho más barata. Tenía en contra al alcalde y algunos comercios del barrio. Moreno decidió enterrar esa opción para optar por el soterramiento nada más llegar al Gobierno. El peaje a pagar es el notable incremento de la factura, la duración de la obra y la posibilidad cierta de encontrarse con obstáculos de todo tipo.
En estos años, ya aparecieron restos de una necrópolis romana en el tramo de La Unión (2010), luego los restos del arrabal árabe del siglo XI en Callejones del Perchel, a lo largo de la Línea 1, restos del Fuerte de San Lorenzo en la Alameda (2018) y, ya en el tramo en construcción, nuevas necrópolis y vestigios del arrabal. La parálisis temporal que provocaba estos hallazgos añadía tiempo al retraso en las obras con las que el PP atizaba sistemáticamente al PSOE antes de llegar al poder. Prácticamente todos estos restos fueron arrasados, a excepción de algunos elementos trasladados al Museo de la Aduana y de los restos de muralla expuestos en el túnel de Callejones del Perchel.
El tajo obligará a cortar durante dos años y de forma completa la calle Eugenio Gross, una vía capital en la conexión norte-sur en la ciudad. En cambio, el eje transversal (Martínez-Maldonado) mantendrá abierto un carril por sentido siempre, según explican fuentes de la obra, aunque los detalles están aún pendientes de definir.
Esta fase se espera ya para octubre. La obra comienza ahora con la cata, el replanteo y la auscultación de viviendas. Se trata de comprobar las posibles afecciones en una zona densamente poblada de una obra que perforará el subsuelo para horadar un túnel de 14,5 metros de anchura a 14 metros de profundidad, en dos niveles. La estación de La Trinidad tendrá un andén central de seis metros de anchura y 66 metros de largo para favorecer trenes de composición doble. Como en otros tramos, las aguas freáticas que discurren por el subsuelo se reutilizarán.
0