¿Cómo era la Navidad en un palacio hace un siglo?
Es pleno mes de diciembre en la Córdoba de principios del siglo XX. En todas las casas se prepara la Navidad y en el Palacio de Viana, también. Los fogones a pleno rendimiento en las cocinas donde el personal de servicio trabaja sin descanso. El Belén montado en uno de los salones, en otro los regalos que están aún por abrir y en una tercera estancia se prepara la mesa para la comida de Navidad. Los Marqueses de Viana y sus hijas reciben a algunos invitados de la aristocracia y, junto a ellos, una visita muy especial: la de Su Majestad Alfonso XIII.
Como si de un viaje en el tiempo se tratara, la Navidad de hace un siglo se hace presente para quien visite en estas fechas el Palacio de Viana, un palacio cordobés declarado Monumento Histórico Nacional y Jardín Histórico Artístico, por sus cinco siglos de historia y los doce patios ajardinados sobre los que se vertebra la casa. Ahora, los sábados de Navidad, la compañía Talleres de Teatro Laboratorio Raquel, guía una visita teatralizada por sus dependencias recreando la Navidad de hace más de cien años.
Una visita al Palacio de Viana que desde el siglo XV hasta finales del XX, tuvo 18 propietarios diferentes pertenecientes a familias nobiliarias. En los años 20 del pasado siglo- cuando se sitúa la visita teatralizada que ahora se ofrece-, lo moraban los segundos Marqueses de Viana, José Saavedra Salamanca y Mencía del Collado, quienes reciben en estos días a los visitantes y turistas que quieren rememorar las tradiciones navideñas de antaño en palacio.
En la cocina, los fogones están a pleno rendimiento. Escolástica es la jefa del grupo de cocineras que, uniformadas de época, se afanan en tener todo preparado entre cacerolas y sartenes de cobre junto a la lumbre de la chimenea. Al lado, en un pequeño patio, otra de las mozas de servicio lava en una pila los paños de cocina.
Entretanto, una de las hijas de los marqueses, Leonor, departe con las visitas en uno de los jardines: los regalos que espera o sus aficiones son motivo de la conversación que acaba entonando algunos villancicos con quienes se reúnen a su alrededor. Mientras, dos mayordomos vestidos de gala se encargan de los preparativos del salón principal y recorren una y otra vez las dependencias de palacio a la vista de quienes hoy acuden al palacio.
Pero entre todos ellos, hay una visita muy especial. Su Majestad Alfonso XIII ha llegado a Córdoba en estos días y realiza una parada para ver a los Marqueses de Viana. Pasea por los jardines, maravillado por la belleza que, aún en estas fechas de frío, ofrecen plantas y flores en el recorrido por el palacio. Pasea y conversa con quienes, un siglo después, visitan el palacio.
Todo es bullicio en la casa donde, para esta Navidad, los marqueses han decidido hacer una representación teatral casera donde participa la familia pero también el personal del palacio. ‘Don Álvaro o la fuerza del sino’ es la obra elegida, escrita por el abuelo del marqués, Ángel de Saavedra, Duque de Rivas. Y en uno de los jardines del palacio, tiene lugar un casting muy particular para elegir a quiénes encarnarán los distintos papeles.
Lo dirige una de las más renombradas actrices de la época, María Guerrero, cuyo personaje sirve de hilo conductor para quien acude a esta particular visita al Palacio de Viana, recibiendo a los visitantes y guiándolos por todas las estancias de la casa donde se reproducen las distintas escenas, hasta el broche final con el casting y los ensayos de la representación de ‘Don Álvaro o la fuerza del sino’.
Inmerso en esa burbuja de cien años atrás, el visitante imagina cómo era la vida entonces en el Patio de Columnas, el Patio de los Naranjos, el Patio de la Madama, el Patio de los Gatos, el Patio de las Rejas…y así hasta una docena de espacios ajardinados por donde guiará sus pasos en el tiempo un siglo atrás para revivir una Navidad muy particular.