La fiscal de 'La Loma' se apartó durante la instrucción en 2008 por la amistad de su hijo menor con el de uno de los acusados
La polémica fiscal del caso 'La Loma' de Castro Urdiales, que decidió desinflar la causa el primer día del juicio retirando la acusación a 39 de los 45 imputados, se apartó de la instrucción iniciada en 2008 por la amistad, según ha reconocido, de su hijo -entonces menor- con el de uno de los principales acusados, el del exarquitecto municipal Pedro Restegui.
Así lo recoge el decreto de archivo de una denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado por un policía judicial, tal y como adelantó El Diario Montañés, en el que la fiscal atribuye su “apartamiento” del caso a “un exceso de prudencia” por la relación que mantenía con Restegui y su mujer.
El texto remitido por el fiscal superior, al que ha tenido acceso eldiario.es, sostiene que el informe recabado para determinar la relación que une a la fiscal con el investigado señala que “no existe ninguna de las causas de abstención previstas en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ya que nunca ha existido amistad ni enemistad manifiesta”.
En este sentido, apunta que fue “un apartamiento voluntario” debido, “no a un motivo de abstención”, sino a “un exceso de prudencia”, y subraya que Santamaría es “la persona más adecuada para preparar e intervenir en la vista oral del procedimiento por su dilatada experiencia e intachable profesionalidad”.
No obstante, el policía judicial detalló en su denuncia, en la que alegaba un presunto “conflicto de intereses”, que tuvo conocimiento a través de la Fiscalía y del juez instructor de la causa de “la amistad y cercanía” de la fiscal con Restegui y su esposa, quien “fue tutora de sus hijos” en un colegio de Santander.
Tras la detención del exarquitecto en 2008, Santamaría decidió apartarse de la instrucción quedando en el cargo su compañera, María Jesús Cañadas, quien elaboró el escrito de acusación de una macrocausa de 60.000 folios que presentó en 2012. Tras dictarse apertura de juicio oral en junio de 2015, después de que la Audiencia Provincial confirmara la instrucción contra las 45 personas que acusó la fiscal, pasaron cuatro años hasta que se señaló el juicio, en octubre de este año.
Santamaría retornó al procedimiento y el día de la primera vista pidió un aplazamiento para volver a valorar el escrito y en tan solo 10 días revisó toda la causa y retiró las acusaciones a 39 de los 45 imputados, reduciendo además en ocho y nueve años respectivamente las condenas a los exalcaldes Díaz Helguera y Muguruza. Asimismo, rebajó de 12 a cuatro años de prisión la condena a Restegui, siendo uno de los más beneficiados por haberle suprimido todos los delitos por prevaricación urbanística y el de falsedad en documento público, acusándole únicamente por cohecho.
Y es que el giro que dio la fiscal tras volver a asumir el cargo supuso la omisión de nueve delitos de la macrocausa por corrupción urbanística más grave de Cantabria, que se está juzgando actualmente en la Audiencia Provincial.