¿Por qué las mujeres no quieren ser ingenieras?
Un estudio presentado este martes en la Universidad de Alicante (UA) pone de relieve que la evaluación de la mujer en las titulaciones de ingeniería “está estancada desde los años 90”. El responsable de la investigación, Luís Aragonés, ha revelado los “malos resultados” del número de alumnas en carreras como la de Ingeniería, cuya matrícula no supera el 30%. En otras como Informática es incluso peor al caer por debajo del 15%.
Aragonés ha cursado una investigación basada en los datos de todos los estudiantes de las diferentes titulaciones de ingenierías de la UA, en total 25.061 desde 1972 como Ingeniería Civil asociada a Centro de Estudios Universitarios, el embrión de la actual universidad. De esa cifra, solo 5.524 han sido mujeres frente a 19.539 hombres.
Teniendo en cuenta que las mujeres siguen siendo mayoría en la universidad (en la UA se matricularon 15.057 alumnas frente a 10.255 estudiantes en el curso académico 2017-18), por qué se les resiste a ellas las carreras tecnológicas. Aragonés rechaza de plano que obedezca a la clásica dicotomía que apunta a que ellas son de letras; ellos de ciencias, “ya que es algo que no sucede en otras titulaciones de ciencias, como Biología o Medicina”.
Según este investigador de la Escuela Politécnica Superior de la UA, la respuesta la encontramos en causas estructurales relacionadas con la percepción y la imagen histórica de las ingenierías asociadas a los hombres. “La imagen y la percepción que se tiene de las carreras tecnológicas se asocia a roles masculinos”. El estudio explica que “ni padres ni docentes animan a seguir a las mujeres por ramas de ingeniería” y señala que “no existen apenas referentes de mujeres ingenieras que animen a seguir este camino a las alumnas”.
En la presentación del estudio han participado, además de Luis Aragonés como investigador principal, la subdirectora general de Estudios y Cooperación del Instituto de la Mujer, María Vázquez Sellán, el director de la Escuela Politécnica Superior, Andrés Montoyo y la vicerrectora de Investigación y Transferencia de Conocimiento, Amparo Navarro.
Del número ya citado de matriculaciones en este tipo de carreras, sólo egresan el 41% tanto de hombres como de mujeres que se habían matriculado. Este hecho “pasa a ser gravísimo ya que la demanda futura -de aquí a 10 años- de este tipo de titulaciones es enorme, pues si no sacamos ingenieras e ingenieros a la calle, no vamos a poder dar la suficiente oferta a la demanda que va a haber”, advierte Aragonés.
A este respecto, el estudio ha concluido que una vez matriculados, alumnas y alumnos comparten indicadores muy similares en cuanto a egresados, abandonos, expulsiones o presencia de erasmus. El informe pormenorizado deja claro que “el único hándicap se encuentra en la elección de los estudios, en la etapa académica, el mercado laboral de nuevo aparece una brecha”. El 28% de los estudiantes que logran ser ingenieros son mujeres, pero tan sólo el 16% trabaja como tal.
María Vázquez, subdirectora general de Estudios y Cooperación del Instituto de la Mujer ha señalado en rueda de prensa que “una vez detectada la brecha debemos trabajar para neutralizarla y tomar medidas para mitigar la pérdida de talento por la falta de acceso de mujeres a las titulaciones de ingeniería”.
Quiero ser ingeniera
Por todo ello el próximo lunes se presenta en la Universidad de Alicante el proyecto “Quiero ser ingeniera”, financiado por el Instituto de la Mujer y cuyo objetivo es lograr que aumente el número de mujeres en las carreras tecnológicas: “Un proyecto piloto que trata de captar la vocación de las niñas y adolescentes antes de que elijan los itinerarios formativos”, afirma la UA en un comunicado.
Vázquez ha explicado que “esta investigación ha servido como punto de partida para conocer el diagnóstico en que se encuentra una Escuela Politécnica y es además exportable a otras universidades para que estas puedan trabajar en la mejora de esos indicadores”.
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