La Generalitat detecta desfases en las áreas de salud de gestión privada
La Generalitat ha detectado varios desfases en las áreas de salud gestionadas, tras concesión de diferentes gobiernos del PP, por la inicitiva privada: inversiones por encima (Dénia) o debajo de lo previsto (Alzira) o diferencias sobre la facturación que las empresas deben girar a la administración por sus servicios.
Así lo ha comentado la vicepresidenta del Consell. Mónica Oltra ha dado cuenta, tras la reunión semanal del gobierno valenciano, del inicio de las auditorías a las cinco áreas de salud privatizadas: Alzira, Dénia, Elx-Crevillent, Manises y Torrevieja. La intención de la Generalitat es comprobar que la atención médica cumple los requisitos exigidos y que las empresas no obtienen beneficios extraordinarios por facturar servicios indebidos o racanear con la cobertura exigible.
El Consell ya ha expresado su voluntad de rescatar la gestión pública de la sanidad. El contrato con el área de salud de Alzira, símbolo de la privatización, es el primero en expirar: en abril de 2018. El resto caducan entre 2021 y 2025. Dada la extensión de los acuerdos, la Generalitat quiere cerciorarse del buen funcionamiento del servicio.
El objetivo de la Generalitat es, según un comunicado, “verificar” el “cumplimiento” de los contratos, revisar el tráfico de pacientes entre departamentos para evitar ahorros o ingresos de dinero improcedentes, certificar la “calidad global de la asistencia prestada” y revisar los “servicios y contratos”.
A tal efecto, se ha movilizado personal de varias conselleries para completar el “órgano fiscalizador” que auditará las concesiones. Y se ha solicitado a la sindicatura de Cuentas una auditoría de la empresa que gestiona el área de Manises en 2016.