La Generalitat deniega la entrada a través del puerto de Valencia de 35.000 toneladas de residuos urbanos y lodos tóxicos desde Nápoles
La Generalitat Valenciana ha denegado la entrada en España a través del puerto de Valencia de 20.000 toneladas de residuos urbanos y 15.000 de lodos tóxicos para ser tratados y utilizados en depuradoras y cementeras. Solo el volumen de fangos que la empresa Sociedad Agricultores de la Vega (SAV)-Depuración Aguas del Mediterráneo (DAM) quería introducir a través del puerto de Valencia es equivalente al 4% de los lodos de depuración de aguas que generan los cinco millones de valencianos en todo un año.
La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha emitido sendos informes técnicos negativos a la petición de la empresa SAV-DAM, gestora privada de decenas de depuradoras públicas valencianas, de introducir estos residuos. El argumento esgrimido por Mollà para oponerse a su llegada no es otro que la admisión de estos fangos y desechos con origen en Nápoles -donde SAV-DAM tiene una depuradora- incumple la normativa.
Se trata, según Mollà, “de una cantidad desmesurada de residuos, para los cuales no hay capacidad suficiente de tratamiento en la Comunitat Valenciana actualmente y que, su admisión supondría un peor tratamiento de los residuos propios de la Comunitat”. “Los principios de la economía circular deberían ir en contra del traslado de residuos domésticos y asimilables”, afirma la consellera.
La Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural ha trasladado al Ministerio de Medio Ambiente un informe en el que explica la denegación de la entrada de estos residuos y lodos tóxicos para que avale la decisión definitiva. La empresa puede también recurrir los informes técnicos aunque a preguntas de eldiario.es no ha querido dar su versión sobre la petición. La solicitud, afirman, parte de la delegación de SAV-DAM en Italia.
En la Comunitat Valenciana los lodos se tratan en las depuradoras públicas de la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), que gestionan empresas privadas. El 89% de las 373.107 toneladas de materia húmeda de lodos generada por las plantas se aplica en el campo como abono agrícola tras estrictos controles y el otro 11% se valoriza para energía. En el caso de la petición SAV-DAM, los fangos procedentes de Nápoles iban destinados a su quema como energía en cementeras.
Esta forma de eliminación de residuos ha sido muy acotada por la legislación que impulsó el Gobierno valenciano de izquierdas en la pasada legislatura.
La Comunitat Valenciana nunca había recibido una petición de tratar lodos y residuos provenientes del extranjero, aunque sí de dentro de España. Sobre todo desde las Baleares, que dispara su generación de lodos de depuración de aguas en la temporada estival. Más en los últimos años cuando el gobierno de progreso balear puso trabas insuperables a la incineración de fangos que había implantado el PP.
Fuentes del sector consideran muy peligroso el transporte marino de residuos y lodos y lo vinculan a los recientes incrementos de la bacteria E. coli en aguas valencianas, que en las últimas semanas ha obligado a cerrar varias playas de la costa valenciana. “Es muy difícil detectar si un barco con lodos derivados de la depuración de aguas suelta parte de su carga a varias millas de la costa. En el agua de mar se disuelven, pero la corriente los lleva a la costa y dispara los tóxicos en las mediciones que se hacen para decretar aptas las playas”, explican las mismas fuentes.
Por su parte, Sociedad Agricultores de la Vega también trabaja en la recogida de basura de numerosos municipios de la Comunitat Valenciana. Según los diferentes consorcios zonales los residuos se valorizan en plantas antes de su soterramiento en vertederos. Por ejemplo, en la ciudad de Valencia y el área metropolitana las basuras se separan en las plantas de Manises y Quart de Poblet y se entierran en el macrovertedero de Dos Aguas, en el interior del territorio valenciano.
La Comunitat Valenciana genera alrededor de dos millones de toneladas de residuos urbanos al año, por lo que las 20.000 toneladas llegadas de Nápoles equivaldrían al 1% del total. Las basuras llegadas de Italia se pretendían llevar a un vertedero de Requena, también en el interior de Valencia.