Amparo Piquer: “Si la ley de amnistía supone retornar a la vía política para resolver el conflicto, estaremos a favor”
Amparo Piquer es desde el pasado sábado secretaria general de Més Compromís, en sustitución de la ahora diputada y coportavoz en el Congreso Àgueda Micó. Piquer, elegida con cerca de un 90% de los apoyos en un Consell Nacional, ha sido secretaria de organización del partido en el que milita desde hace dos décadas y concejala en Rafelbunyol. La número uno de la rama mayoritaria en la coalición pilotará el partido hasta el próximo congreso, que se celebrará en primavera.
¿Cómo asume al cargo?
Con mucha responsabilidad y muy agradecida por la confianza. Tengo muchas ganas de trabajar, tenemos mucho trabajo que hacer con los colectivos. Tenemos la labor de hacer la mejor oposición al peor gobierno, ser una alternativa para devolver la dignidad al Gobierno de la Generalitat Valenciana.
Entiendo que las líneas de trabajo, como comentábamos antes, van a ser la preparación de la oposición, de las elecciones europeas y los posibles procesos electorales que vengan.
Sí, las elecciones europeas son uno de ellos. Después del proceso electoral la organización está en un punto diferente. Ya no estamos en el gobierno y tenemos que trabajar para rearmarnos pueblo a pueblo.
¿Al partido le ha dado tiempo a hacer un análisis del resultado de las elecciones municipales y autonómicas?
Estamos en un momento de reflexión. Hay que tener en cuenta que al día siguiente se convocaron las elecciones generales. Nos ha tocado hacer una reflexión conjunta de unas y otras. Tenemos que tener ese espacio de autocrítica, pero en las autonómicas el resultado ha sido inesperado, porque queríamos seguir gobernando, pero ha consolidado nuestro espacio político y nuestro voto de forma favorable para poder seguir trabajando. Después, en las elecciones españolas, también tuvimos un resultado favorable. Tenemos que tener espacio para hacer valoraciones, pero hay que seguir trabajando por los intereses valencianos en todos los niveles.
¿Cree que el valencianismo político ha encontrado su espacio en el marco autonómico y estatal?
Creemos que hay una consolidación de voto y, por tanto, que el valencianismo político ha conseguido llegar al electorado, que ha entendido la utilidad del proyecto: tiene capacidad de acción, es capaz de estar en el gobierno y no solo en la oposición. Nosotros aspiramos a una mayoría social de representación y es en lo que vamos a trabajar.
¿Cómo está el partido después de ocho años centrados en la gestión del gobierno?
Durante ocho años nos volcamos en gobernar, nos dejamos la piel, la salud y todo lo que teníamos para que nuestras políticas transformaran todo lo posible lo que hizo el PP. Como secretaria de organización, intenté que no se abandonara la parte orgánica, mantener la fuerza de los colectivos. Ahora, en la oposición, estamos adaptándonos a la situación. Compromís comenzó su camino siendo la oposición más firme a la derecha más corrupta. Sabemos gobernar y hacer la oposición de la mejor forma.
Y Més, a nivel interno... ¿Cómo está? ¿Cómo encara el trabajo?
Hay una cuestión básica en el partido, que es lo que ha hecho que Compromís sea un proyecto consolidado: los colectivos locales y comarcales. Uno de los objetivos es la implantación territorial y ampliar las bases para llegar a más ayuntamientos y de ahí volver a gobernar la Generalitat Valenciana. El País Valencià es muy grande, las situaciones de las comarcas son muy distintas, tenemos que implicarnos en el proyecto.
¿Viendo los resultados de Unides Podem -desapareció de las Corts Valencianes al no llegar al 5% del voto-, creen que pueden ensanchar el proyecto en ese espacio?
Sí. Compromís nace con naturaleza. Somos tres partidos, con sus diferencias, cada uno puede representar una rama de la izquierda y siempre hemos trabajado en eso. En los últimos meses hemos hecho un proceso de apertura para llegar a los electores fronterizos. Los compañeros de Unides Podem tuvieron un resultado muy flojo y entendemos que la mayoría social va por ahí, por llegar a esas personas que se han visto huérfanas de representación política.
Hay una corriente en Més que ha sido muy crítica con la línea valencianista, considerando insuficientes algunas políticas educativas o lingüísticas. ¿Cómo están con ese sector y cómo ven sus planteamientos?
Bueno, es normal que en todos los partidos haya corrientes más críticas. Es cierto que en los espacios internos de debate, en los Consells Nacionals hacen más ruido mediático. Es una corriente minoritaria, no son unos planteamientos que mayoritariamente la gente siga. Creo que toda la militancia está muy orgullosa del trabajo que han hecho nuestros consellers y nuestra gente en el gobierno. La relación que tenemos es cordial, compartimos proyecto y no deja de ser lo habitual. Del mismo modo, el valencianismo de Més está fuera de toda duda. Siempre hay quien estira mucho el argumento.
¿Y cómo puede ensancharse el valencianismo político en el marco actual? Ahora que asistimos al debate del modelo federal, de mayor autonomía...
Es cierto que la agenda española marca mucho el debate, pero Compromís es un instrumento que pone la agenda valenciana por encima. Hay que hacer entender que el valencianismo es política de kilómetro cero. Nos preocupamos por lo que sucede a los valencianos, desde estar en contra de la ampliación del puerto porque protegemos nuestras costas hasta oponernos a la barbaridad de marcoplantas de placas solares en el interior porque protegemos el territorio. Y por supuesto, cuando hablamos de financiación no es otra cosa que pedir que los ingresos lleguen para educación y sanidad, mejorar el día a día de las personas.
¿Ahora que se desarrollan las negociaciones de investidura, qué puntos van a plantear?
Siempre hemos intentado ser el altavoz valenciano, llevar la agenda valenciana al Congreso y el Senado. Queremos aportar la defensa de los derechos sociales y de los trabajadores, además de la reforma del sistema de financiación, piedra angular de las demandas de Compromís. Sin financiación justa no tenemos servicios dignos. Haremos valer la agenda valenciana: derecho civil, inversiones, infraestructuras, la deuda histórica, el fondo de nivelación... Haremos valer nuestros votos e intentaremos influir.
Se puede dar la circunstancia de que sean un partido de gobierno dada la alianza con Sumar. ¿Compromís quiere tener presencia en el Ejecutivo?
Insisto en que lo que queremos es influir, más que un juego de sillas. Queremos estar, pero allí donde seamos útiles para defender los intereses valencianos. Por ejemplo, en la negociación del sistema de financiación.
¿Cómo está siendo el encaje en Sumar?
Tenemos una relación de respeto y autonomía de cada espacio. Hemos estado trabajando con ellos para una coalición electoral que ha dado un buen resultado, es una buena coalición. Ahora es del mismo modo: las relaciones son cordiales, ellos tienen en cuenta lo que reivindicamos en el grupo parlamentario, que se ha visto en la portavocía adjunta de Àgueda Micó, que servirá de altavoz. Nos coordinamos y compartimos decisiones desde el respeto y la autonomía.
Entre los críticos también se alerta de la posible difuminación del papel de Compromís bajo el paraguas de Yolanda Díaz.
No ha pasado antes y no pasará ahora. Yolanda Díaz tiene su proyecto, nosotros tenemos el nuestro. Tenemos puntos de encuentro, pero no hablamos de compartir estructura. Compromís tiene claro que es un proyecto de estricta obediencia valenciana. En los protocolos también hemos hablado de no competencia electoral.
Volviendo a la investidura. Ahora que se plantea ese escenario de hipotética amnistía en el marco del conflicto catalán, ¿Cuál es su postura?
Hay una lógica aplastante: a problemas políticos, soluciones políticas. En 2017 hubo una situación muy complicada en la que se judicializó un conflicto político y muchos partidos lo utilizaron para obtener rédito. Fue un despropósito. Si la ley de amnistía supone retornar a la vía política para resolver el conflicto, estaremos a favor.
Durante el verano tuvieron un conflicto con sus compañeros de coalición, Iniciativa, a raíz de la propuesta del senador territorial. ¿Cómo está la relación?
Fue un momento puntual. Somos una gran familia. Tenemos momentos en los que discrepamos, pero siempre volvemos a las relaciones cordiales. Todo ha vuelto a la normalidad, hemos vuelto a reunirnos y estamos centrados en las negociaciones en Madrid. Los tres partidos somos conscientes de que Compromís debe seguir siendo un instrumento con un papel importante en la política valenciana.
Les acusaban de querer absorberlos, de hacer valer la mayoría para la toma de decisiones.
Nunca ha pasado. Més siempre ha sido la parte mayoritaria dentro de Compromís y nunca ha pasado eso. Mantenemos la pluralidad, tenemos las estructuras compensadas y siempre hemos estado en este marco. Més no ha utilizado su mayoría de militancia para hacer de menos a Iniciativa o Els Verds, siempre hemos sido todos generosos, por eso funciona.
¿En el próximo congreso de Més se volverá a plantear la idea de hacer de Compromís una federación de partidos?
Ya no solo en el Congreso, es un debate interno que debemos tener en Compromís. La coalición ha caminado durante años y tiene partes muy consolidadas y otras a mejorar. Puede que la federación sea una solución para mejorar estructuras comunes internas, repasar las normas y adaptarlas a los cambios. Tenemos que dar respuesta a las necesidades tras la experiencia de gobierno. Creemos que Compromís tiene que replantearse en un proceso abierto y participativo a la militancia. Pero no significa que pase inmediatamente después del congreso de Més.
¿La estructura actual retrasa la toma de decisiones en momentos de crisis?
No retrasa, pero doblamos los órganos internos. Las decisiones se toman en el partido y en la coalición. Es una forma que ha funcionado y que se basa en el consenso, profundiza en la democracia. Es más costoso, pero intentamos llegar a posturas comunes.
¿Se presentará al congreso?
Llevo militando 24 años en la organización y desde el inicio he estado implicadísima. Estoy a disposición del partido para asumir las responsabilidades que vengan.
Y en la oposición en las Corts Valencianes ¿Cómo están viendo la acción del gobierno de PP y Vox?
El peor gobierno de la historia ha empezado con demasiados ejemplos de mala praxis política, empezando por el inicio de curso caótico, la adjudicación de docentes con un equipo que se ha ido de vacaciones, que es una irresponsabilidad. A nosotros, que tuvimos la Conselleria de Educación como estandarte, esto nos ha hecho mucho daño. Después está la bajada de impuestos a los más ricos, que tiene como consecuencia directa recortes para la mayoría de la población. O que la segunda autoridad del País Valencià, Llanos Massó -la presidenta de las Corts Valencianes, de Vox- niegue la violencia de género y lo visibilice apartándose de las concentraciones; o que el vicepresidente, Vicente Barrera, incurra en incompatibilidades y lo tengamos que llevar a la Agencia Antifraude. Es el gobierno de la vergüenza.
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