El 40% de las principales azulejeras de Castellón acaban tras la crisis en manos de fondos de inversión
Cuatro de las diez principales azulejeras castellonenses están en manos de fondos de inversión extranjeros o españoles. El sector del azulejo de la provincia de Castelló, azotado por la crisis inmobiliaria, es uno de los principales pilares de la economía valenciana. España es el primer fabricante cerámico de Europa y el tercer exportador del mundo.
Los fondos de inversión, ya sean extranjeros o de capital español, ven con buenos ojos a la industria azulejera y dirigen sus inversiones hacia este sector clave de Castelló, con más de 120 productores. “El número de operaciones, en comparación con el conjunto del sector, es bajo. La gran mayoría de empresas sigue en manos de accionistas y empresarios valencianos”, dice una portavoz de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), la asociación patronal mayoritaria del sector.
Un informe de Capital&Corporate cifró en 1000 millones de euros las adquisiciones, sólo en 2017, de capital privado en el sector cerámico español. “La entrada de capital inversor y las distintas adquisiciones en el sector señalan que la industria es atractiva por su competitividad, su posición de liderazgo mundial, su apuesta por la innovación, su alta capacidad exportadora y la buena gestión de las empresas”, añade.
Pamesa Cerámica, del empresario Fernando Roig, lidera la clasificación de las más importantes y se mantiene en manos valencianas con una facturación de 414 millones de euros. Sin embargo, empresas como Halcón Cerámicas SL (propiedad de Crecimientile Partners SL), Venis SA (cuyo accionariado se reparte entre Mosel International SL y Ermita 61 SA, entre otros) o Cerámica Saloni SA (Sandover Investments SL) han pasado a incluir en su accionariado fondos de inversión españoles o extranjeros. La intermediaria financiera Ermita 61 SA mantiene un 16,75% del accionariado de Porcelanosa, la tercera azulejera más importante con una facturación anual de 175 millones.
Ascer presentó durante la última feria de Cevisama el balance del sector. Las ventas crecieron un 2% en el último ejercicio y alcanzaron los 3.600 millones de euros. La cifra estimada de exportación en 2018 fue de 2.710 millones de euros.
Por regiones, entre enero y noviembre Europa se ha mantenido como principal mercado del sector azulejero y aglutina el 49,1% del total de las exportaciones. Entre los principales destinos hay varios países de la Unión Europea: Francia (280,2 millones), Reino Unido (158,5), Italia (101,2) y Alemania (98,0). Crecen las exportaciones a todos los países menos a Gran Bretaña debido, según la patronal mayoritaria del sector, a la incertidumbre por el Brexit.
Una portavoz de Ascer matiza que, en los últimos tres años, han entrado en el accionariado de las principales azulejeras “tanto fondos de inversión como grupos industriales” nacionales o internacionales (especialmente de Gran Bretaña y Estados Unidos). También ha habido otras operaciones de compra, “pero entre las propias empresas del sector”, añade.
Mari Parra, directora general de Internacionalización de la Conselleria de Economía Sostenible, prefiere distinguir entre las inversiones que se realizan “con el objetivo de ampliar, mejorar o diversificar una actividad de la empresa extranjera que está invirtiendo” y los fondos de inversión que ven al sector azulejero “meramente como un activo especulativo”. Parra considera que este último tipo de inversiones busca la rentabilidad que pueden obtener “a corto plazo para poder revender la empresa y sacar un beneficio por esta reventa y no por la propia actividad productiva”.
La inversión es positiva, puntualiza la directora general de Internacionalización, si la empresa está en riesgo de cerrar, “ya que nos garantiza la continuidad de la actividad y, por tanto, de los puestos de trabajo”. Además, apunta la portavoz de Ascer, los inversores mantienen “su apuesta por la actividad de las empresas, su relación con la asociación y otras entidades del clúster, con equipos directivos locales y, en suma, sin alterar significativamente su vinculación con el territorio”.
“A escala sectorial, estos movimientos pueden atraer a nuevos inversores que ayuden a desarrollar la estrategia de negocio de algunos fabricantes”, concluye.