Con carpas abiertas, pasacalles o playbacks, pero sin verbenas ni mascletades: así serán las primeras Fallas de València en septiembre

Catorce meses después de que el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, anunciara la suspensión de las Fallas como consecuencia de la pandemia del coronavirus, el mundo fallero ha recuperado el optimismo tras hacerse pública la autorización por parte de la Conselleria de Sanidad de la celebración de unas fiestas en formato reducido que tendrán lugar del 1 al 5 de septiembre, fechas que debe refrendar este mismo miércoles la Asamblea de Presidentes y Presidentas de las diferentes comisiones.

De esta forma, la ciudad de València se prepara para celebrar por primera vez en su historia una Fallas en el mes de septiembre ya que, según expertos consultados, no consta que en el término municipal se hayan celebrado anteriormente en esas fechas.

En todo caso, serán unas fiestas condicionadas por la situación epidemiológica del momento, aunque el avance de la vacunación que ya alcanza al 40% de la población hace pensar que los actos que se celebren al aire libre y que no impliquen un riesgo de aglomeración se podrán celebrar en unas determinadas condiciones.

Según ha explicado el presidente de la Interagrupación, Guillermo Serrano, quien estuvo presente en la reunión de este lunes con la Conselleria de Sanidad, hay un consenso general en la posibilidad de celebrar los cuatro actos más importantes que organiza el Ayuntamiento a través de Junta Central Fallera (JCF) tales como la plantà, la ofrenda, la recogida de premios y la cremà: “Son actos al aire libre en los que se tendrán que cumplir unas condiciones de seguridad en cuanto a distancias, pero que se podrían organizar de una forma u otra”.

En el caso, sin embargo, de los castillos y las mascletades de la plaza del Ayuntamiento, están prácticamente descartados por las aglomeraciones que implican y la dificultad de controlar los aforos y las distancias, aunque posiblemente se estudien alternativas descentralizadas a pequeña escala para tratar de paliar la difícil situción que atraviesa el sector.

En cuanto a los actos que organizan las comisiones falleras, los diferentes representantes de la fiesta empezarán a trabajar junto a Salud Pública para estandarizar los protocolos de seguridad. De hecho, cada comisión fallera nombrará a un Coordinador Covid que deberá responsabilizarse de conocer todas las medidas y protocolos vigentes para trasladaras a los falleros y falleras y en la medida de lo posible, controlar su cumplimiento.

Según Serrano, “las carpas en principio se podrán instalar siempre y cuando estén abiertas por los laterales y las comidas y las cenas populares se organizarán con las misms medidas que se apliquen a las terrazas de la hostelería en cuanto a comensales por mesa y distancias”.

En cuanto a los actos populares, “lo normal es que las actividades que se puedan hacer en la calle y no impliquen aglomeraciones, tales como pasacalles o los playbacks de los niños, se puedan realizar con los protocolos que se acuerden, mientras las verbenas están descartadas; otros actos como los concursos de paellas o similares están en duda, habrá que analizarlo y en todo caso siempre se hará lo que indique Sanidad”.

Serrano se ha mostrado satisfecho con el acuerdo alcanzado: “El objetivo era que se autorizara celebrar unas Fallas en un determinado momento, presentamos un plan para hacerles ver que era posible y se ha conseguido una fecha concreta, por tanto, estamos contentos”.

Siete Fallas suspendidas a lo largo de la historia

Antes de la pandemia, València ya había vivido otros momentos históricos sin Fallas, una fiesta cuya primera referencia documentada se remonta a 1774 aunque no es hasta 74 años después cuando se pueden encontrar publicaciones continuadas sobre la fiesta josefina.

En 1896, el gobernador civil de Valencia declaró el estado de guerra por el enfrentamiento bélico de España con los Estados Unidos en la conocida como guerra de Cuba y entonces se decidió no celebrar las Fallas a dos días de su inicio.

También se suspendieron los años 1937, 1938 y 1939 por la Guerra Civil española. Las de 1936 se celebraron sin problema, pues el alzamiento se produjo el 17 de julio, pero acabó el 1 de abril de 1939 por lo que ese año, por quinta vez en la historia -la cuarta por una suspensión propiamente dicha- y por tercera vez consecutiva, tampoco se plantaron monumentos falleros por las calles de València.

Sin embargo, la primera vez que se tiene referencia de que los monumentos falleros no se plantaron fue en 1886, aunque en aquella ocasión fueron los falleros a nivel individual los que no pagaron la tasa de 60 pesetas que se cobraba como canon desde 1851 por plantar los catafalcos en las calles.

Tras estos cinco momentos históricos, solo la pandemia ha dejado a València sin Fallas en las fechas oficiales, algo que sucedió en marzo de 2020 y en marzo de 2021.