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El PNV 'huye' al monte ante el desembarco de líderes políticos en la campaña vasca

Urkullu tocando 'Ikusi mendizaleak' en la cima de Zaldiaran

Iker Rioja Andueza

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La campaña de las elecciones vascas del 12 de julio ha alcanzado este fin de semana su punto de máxima intensidad, aunque todas las encuestas dibujan un mismo escenario: victoria clara del PNV, consolidación de EH Bildu como segunda fuerza –aunque Arnaldo Otegi sostiene que “hay partido”-, subida del PSE-EE a costa de Elkarrekin Podemos y bajada de PP+Cs. Pedro Sánchez, Isabel Celaá, Arancha González Laya, Pablo Casado, Teodoro García Egea, Javier Maroto, Ana Beltrán, Inés Arrimadas, Begoña Villacís, Ignacio Aguado, Pablo Echenique, Rafa Mayoral, Javier Ortega Smith o Rocío Monasterio –y se espera a Pablo Iglesias y Alberto Garzón este lunes- han desembarcado en las ciudades y pueblos de Euskadi para pedir el voto para sus respectivas candidaturas. En una clara metáfora, el PNV ha ‘huido’ y ha cambiado el asfalto por el monte con tres subidas simultáneas a tres cimas vascas, Zaldiaran, Serantes y Ernio.

En un ambiente festivo y en pantalón corto, el lehendakari y candidato a la reelección, Iñigo Urkullu, se ha arrancado a tocar el ‘txistu’ desde la cumbre alavesa. ‘Gora eta gora’, ‘Eusko Gudariak’ y, una de las favoritas, ‘Ikusi mendizaleak’. “Gora, gora, Euskal Herria, a, a ,a”, dice la conocida canción, que es la misma que han elegido Casado y Arrimadas para iniciar su acto central de campaña en Gernika, en la Casa de Juntas y bajo la sombra del roble tradicional. La coalición de la derecha ha echado el resto con un acto lleno de simbolismo junto al árbol que representa el foralismo vasco y en el que la reaparecida Inés Arrimadas ha tenido que hacer equilibrios para defender a “ultranza” el marco jurídico sin mencionar ni los fueros ni el Concierto Económico, mientras sus socios del PP habían organizado un acto plagado de guiños al vasquismo. De fondo, una protesta del entorno abertzale ha hecho sonar sirenas como las que, en la Guerra Civil, alertaban de los bombardeos en Gernika. Otra concentración, en este caso en Vitoria, ha obligado a que la Ertzaintza custodiase el acto de Vox, una formación extrainstitucional en Euskadi y cuya campaña aparece más en las secciones de sucesos que en los bloques electorales.

Al PNV, que arrancó justamente en la Casa de Juntas su campaña apelando a la “construcción nacional” y a la significación de Gernika, juramente incluido, no le ha gustado nada la escenificación de PP+Cs. Y no lo oculta. El sábado, el líder nacionalista, Andoni Ortuzar, pidió un “detector de metales” porque el PP metía allí al “caballo de Troya” del foralismo y temía que acudieran con una “motosierra” para talar el árbol. En realidad, la comitiva naranja que ha acompañado a Arrimadas ha optado más por hacerse fotografías en el lugar.

“No sé qué pintaban en Gernika. A Gernika hay que ir con sentimiento, con verdad. Hay que ir con respeto a la soberanía originaria de este pueblo. Ninguno de los que han entrado este domingo a la Casa de Juntas tiene respeto a la soberanía originaria de este pueblo”, ha añadido Ortuzar después de bajar de su monte, el Serantes. Entre los asistentes, en cambio, había una procuradora electa en las Juntas Generales de Bizkaia, Amaya Fernández, quien también es presidenta del PP vasco. En cuanto a Casado, aunque ha cedido a Arrimadas buena parte del protagonismo en Gernika, ha hablado en nombre de un “partido de Estado” a favor del respeto a la foralidad vasca y ha recordado que en el bello hemiciclo de la Casa de Juntas hay cuadros y constancia escrita de cómo los sucesivos reyes de España, como señores de Bizkaia, juraban respetar los fueros.

Arnaldo Otegi considera que "hay partido" aunque todas las encuestas apuntan a una cómoda victoria del PNV

Este domingo, todo se ha concentrado por la mañana en Euskadi. A la misma hora de los actos de PNV y PP+Cs, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, buscaba también sus símbolos. Los ha encontrado en Bilbao, junto al Guggenheim. El lugar elegido era el Paseo de los Honorables, donde se yergue una estatua de Ramón Rubial, presidente del Consejo General Vasco, el órgano preautonómico de la Transición, e histórico dirigente del PSOE. “Que prime la igualdad por encima de la identidad”, ha dicho Sánchez, que ha destacado la colaboración entre el Estado y las autonomías durante la pandemia y que se ha colgado la medalla de haber reactivado el desarrollo del Estatuto vasco de 1979, el Estatuto… de Gernika.

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