Vitoria se llena en su día grande de La Blanca con 9.000 blusas y 'neskak' ya uniformados y en las calles

El 5 de agosto, festividad católica de la Virgen Blanca, es el día que mejor combina las dos caras de la moneda de las fiestas de Vitoria, la religiosa, espiritual y tradicional y la de la diversión pagana. Este martes, desde primera hora, en las calles se mezclaban los que estiraban la noche anterior con los que participaban o bien en el rosario de la aurora o bien en la ofrenda floral bajo la hornacina de la patrona, ambos actos muy concurridos.

Hacia las 9.30 horas, las cuadrillas, que se han puesto por vez primera sus trajes de blusas y ‘neskak’ en La Blanca de 2025, ya se agolpaban en la balconada de San Miguel. Dentro, en la eucaristía católica, el obispo Juan Carlos Elizalde ha incluido estas palabras en su homilía: “Hoy nos acordamos especialmente de Gaza. El injusto y brutal ataque terrorista del 7 de octubre contra ciudadanos israelíes no justifica el asedio de hambre y muerte que sufren los gazatíes día tras día. También tenemos presente el sufrimiento en Ucrania, Nigeria, Camerún, Sudán, Etiopía, Yemen y otras tantas regiones de África y Asia. Oremos por el fin de estas guerras y colaboremos, en la medida de nuestras posibilidades, con proyectos humanitarios en estas zonas”. Celedón abrió las fiestas, este lunes por la tarde, también con una crítica al genocidio en Palestina.

En esta jornada también se ha entregado la medalla de oro de Vitoria a la Cámara de Comercio. Han recibido el galardón de manos de la alcaldesa, aunque con presencia de otros invitados y autoridades en el palacio de Villa Suso. “Con visión estratégica y espíritu de servicio, ha trabajado incansablemente para fortalecer el tejido económico local, generando valor y apostando siempre por el interés general”, se ha destacado de esta entidad, que cumple 120 años. Ha recogido el premio Gregorio Rojo, su presidente.

Ya por la tarde, las solemnidades han dejado paso a los paseíllos de las cuadrillas, que aglutinan a un volumen próximo a los 9.000 blusas y ‘neskak’ este año. Las calles de Vitoria continúa llenas de gente y de actividades, con música casi en cada esquina, con los pequeños huyendo a la carrera de los cabezudos y con una miríada de artistas callejeros con espectáculos de todo pelaje, incluido un gran gorila en plena Virgen Blanca.