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“Prefiero vivir cerca de un vertedero que de una incineradora”

José Ramón Basterra en el inicio de campaña de Irabazi . Foto: Equo

Eduardo Azumendi

José Ramón Becerra (Orduna, Bizkaia, 1969) puede convertirse en el primer parlamentario verde en ocupar un escaño en la Cámara vasca. El candidato de Equo en la coalición electoral con Podemos e IU a las elecciones vascas tendrá un puesto de salida en las listas (en Bizkaia o Álava). Basterra, ingeniero especializado en riesgos industriales y medioambientales, asegura que prefiere vivir “cerca de un vertedero bien gestionado antes que de una incineradora moderna”. Aboga por recuperar el sistema de recogida selectiva de basura conocido como el puerta a puerta siempre que se haga con consenso social. Pero, sobre todo, lo complementaría con otra medida: el que menos basura genere que menos pague.

¿Es justo para Equo como ha quedado el reparto tras el acuerdo con Podemos e IU?

Es satisfactorio para Equo y también para Podemos porque, de alguna manera, incorpora un capital político y electoral que es cercano a la realidad actual de Podemos.

¿Equo tiene más influencia de la que reflejan los votos?

Así es. El reflejo electoral que ahora tenemos los verdes en Euskadi o en España es limitado y, sin embargo, las propuestas que se hacen desde la ecología política tienen eco porque buena parte del electorado de Podemos busca una alternativa y una salida a la crisis ecológica, económica y social que vivimos.

Entonces, ¿Equo ha encontrado en Podemos un perfecto trampolín para lanzar sus ideas?

Es cierto que en 2011 Equo tuvo la oportunidad de ser el Podemos de aquel momento, pero la sociedad no estaba preparada para ese salto. Ahora, con Podemos hemos encontrado una relación simbiótica, en la que ellos han cogido un potencial y una fuerza electoral, y Equo tiene un capital político e ideológico que es muy interesante para afrontar un cambio en las estructuras del país.

Usted puede ser el primer parlamentario verde en la Cámara vasca. ¿Se siente capaz de trasladar desde ese escaño la política ecológica?

La representación que tenga Equo va a trabajar por ello. Trabajará dentro del grupo parlamentario de la coalición y hacia afuera intentando consensuar con otros partidos cambios en las políticas. Sabemos que no vamos a conseguir el 100%, pero tenemos capacidad para influir.

¿Cuál es la prioridad para Equo?

Hay prioridades de distinto tipo. Hay una prioridad de país, que es la paz y la convivencia, pero hay una prioridad de la ciudadanía: blindar sus derechos sociales y hacer frente al desempleo. Las políticas verdes las vamos a orientar a cambiar el modelo económico que permita superar la crisis. A partir de ahí, está el cambio de modelo energético, que tiene mucha influencia en la política industrial y en frenar la pérdida de industrias que sufre el país; hay que cambiar las políticas sobre la forma de gestión de los recursos naturales…Hay políticas verdes que tienen a su vez un reflejo en otras políticas que tienen su importancia en el país.

Usted ha hecho un estudio en el que asegura que es posible crear 45.000 empleos relacionados con la ecología en el País Vasco.

En 2011 existía ese potencial y en buena parte se sigue manteniendo. La realidad es que el Gobierno vasco en una de las pocas iniciativas que ha tenido de empleo en esta legislatura estableció un plan de rehabilitación de viviendas con la creación de 10.000 empleos. Ese plan era calcado del plan elaborado por los verdes en 2011 para nuestra campaña electoral. Hay decenas de edificios en rehabilitación que sostienen al sector de la construcción.

¿Pero el empleo generado por un sector como el de la rehabilitación se puede entender como empleo verde estrictamente?

Sí porque la rehabilitación ahora mismo se está haciendo con fines de eficiencia energética. Es decir, se hace una rehabilitación destinada a que el sector doméstico consuma menos energía y, por lo tanto, no contribuya al cambio climático. No definimos el empleo verde como el ligado necesariamente, por ejemplo, al cuidado de un parque natural, sino aquellos empleos que son justos, dignos, de calidad y contribuyen a una mejora del medio ambiente. Ahora, uno de los mayores nichos de empleo verde es el de la rehabilitación de edificios, las energías renovables….

En caso de salir elegido parlamentario, ¿cuál será su primera propuesta?

Una ley para hacer frente al cambio climático. Puede parecer que ahora mismo el cambio climático pilla lejos, pero la realidad es que en los últimos inviernos los temporales que ha sufrido la costa cantábrica han acabado con varias playas. Hay otras amenazas, como el descenso en los caladeros de pesca. El cambio climático afecta desde todos los ámbitos.

¿Podemos está concienciado de ello?

Creo que sí. He colaborado con ellos en las últimas campañas y nunca he percibido ninguna resistencia a las políticas planteadas desde Equo. Al contrario, entiende que la ecología política es una buena oportunidad para cambiar el sistema que ahora nos está llevando a la crisis actual.

¿Hay alguna discrepancia pactada con sus socios de coalición?

Lo que sí hemos pactado es que las propuestas de los verdes deben ser en positivo. Es decir, no tanto para oponernos a una medida concreta, como para plantear alternativas.

¿La solución a los vertederos quedará para las siguientes generaciones?

Los vertederos son un problema, pero si nos referimos a la alternativa de contar con una incineradora para eliminar los vertederos tengo que decir que ahora mismo por cada tres toneladas de basura que se incineran se genera una de escorias. La incineración no va a acabar con los vertederos. Al contrario, va a perpetuarlos. En menor medida que ahora, pero sí los va a mantener. La única solución para terminar con los vertederos es reducir la cantidad de basura que producimos por habitante y reciclar hasta los niveles del norte de Europa.

Si no le quedase más remedio, ¿qué preferiría: vivir cerca de un vertedero o de una incineradora?

Elegiría reciclar.

Ya, ¿pero en el caso de que no tuviera más remedio que optar entre las dos opciones que le he propuesto?

Preferiría vivir cerca de un vertedero bien gestionado antes que de una incineradora con la última tecnología. Y lo digo porque soy ingeniero y mis tareas profesionales comenzaron en el ámbito del diseño de incineradoras.

Pues hay compañeros suyos, como los verdes alemanes, que son los más consolidados en Europa, que prefieren la incineración.

Pero los alemanes parten de unas tasas de reciclaje de un 70%, mientras que Euskadi está en un 20%. No es lo mismo incinerar un 30% que un 80%, como sería el caso vasco. La cantidad de escorias es muy grande. En Alemania empezaron reciclando y acabando incinerando lo que les quedaba. En Euskadi y en España hemos empezado por incinerar la mayor parte y dejar el reciclaje en segundo plano.

El sistema puerta a puerta que EH Bildu implantó en algunos municipios guipuzcoanos buscaba la optimización del reciclaje, pero la sociedad lo ha rechazado.

El puerta a puerta ha sido un sistema bueno en todos los sitios donde se ha implantado con consenso social. Y está implantado en muchos sitios de Europa y en el Estado sin ninguna controversia. El problema es cuando un sistema de recogida de basuras no se consensua con la ciudadanía y, sobre todo, entra en el debate político como un arma arrojadiza. Así lo único que se obtiene es lo contrario a lo perseguido. De hecho, las campañas contra el puerta a puerta las han terminado pagando las tasas de reciclaje. El boicot a recoger de manera selectiva la basura lo ha terminado pagando una concienciación social que costó 30 años al movimiento ecologista. Y en menos de una legislatura se ha venido abajo.

Ahora que Equo probablemente entre en el Parlamento vasco, ¿planteará un nuevo sistema puerta a puerta de recogida de basura consensuado con la ciudadanía?

Sí. Y lo complementaría con otra medida: el que menos basura genere menos pague. Uno de los principales problemas es que las tasas que ahora paga la ciudadanía apenas cubre la mitad del servicio de tratamiento de basuras. Con lo cual, toda la ciudadanía está pagando por igual a través de los impuestos con independencia de lo que genere. Debería aplicarse un sistema similar al del agua, que se paga en función de lo que se consume. Hay sistemas técnicos que permiten saber cuánta basura genera cada ciudadano y así aplicarle la tasa correspondiente. Por eso es importante que quien más basura genere más pague y que quien más recicle vea premiado su esfuerzo. Quien no contamina ahorra y quien contamina tiene que pagar.

¿En el tema de la paz y convivencia no hay diferencias con Podemos?

Los postulados de Equo sobre paz y convivencia son sensatos. Hay un problema con el derecho a decidir y hay que aterrizar la cuestión en una hoja de ruta, peor hay que hacerlo respetando el marco legal y respetando las diferentes sensibilidades identitarias que conviven en el país. El modelo catalán no es la vía y por eso hemos establecido una ruta basada en la Ley de Claridad canadiense, donde quede clara la vía para poder ejercer el derecho a decidir de manera legal.

Para la ciudadanía vasca esta cuestión no parece una prioridad en estos momentos.

Es verdad, pero somos conscientes de que el debate político a veces va por otros derroteros. En Equo creemos que la próxima legislatura en el Parlamento vasco el debate sobre el autogobierno va a estar abierto. Por eso es una obligación para Equo tener una postura al respecto. De ahí que hayamos definido nuestro marco político ideal.

Pero Equo no es independentista.

Lo que defendemos es que el marco político del que nos dotemos sea consensuado y de respuesta a la problemática social, económica y ambiental que tiene el país. Lo que no nos gustaría es pronunciarnos sobre un derecho a decidir en abstracto. Queremos pronunciarnos sobre un marco consensuado y definido. Ahí, daremos libertad a nuestros militantes para que opten por una vía u otra. Si tenemos clara nuestra postura no será sencillo para el resto de fuerzas arrastrarnos a un debate que no es el nuestro.

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