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“Mi madre sigue con el catéter que debieron quitarle antes de diciembre; nos dicen que falta personal y que priorizan a los jóvenes”

Desamparados, madre de Raúl, lleva meses esperando una operación.

Carlos Navarro Castelló

València —

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“Intervinieron a mi madre, de 84 años, en el hospital General de València el pasado 14 de junio practicándole un catéter doble J, un tubito que va desde el riñón a la vejiga. Es algo provisional que se debe quitar normalmente antes de seis meses. A día de hoy aún lo lleva y se le ha calcificado, por lo que ahora la intervención conlleva un riesgo adicional. Cuando fui a reclamar al hospital me dijeron que tenían problemas de falta de personal y que priorizaban a los pacientes más jóvenes”.

Raúl Laguarda se ha pronunciado en estos términos para denunciar la situación que vive su madre, Desamparados Planells, tras haber sido intervenida de urgencia en el departamento de urología del mencionado hospital que pone en evidencia la falta de medios que sufre al menos esta especialidad. Según explica, “tenía unas piedras en la vejiga que le generaban problemas, no podía vaciarla por completo, y eso podía derivar en infecciones; incluso en la sangre en el peor de los casos, de ahí que le pusieran el catéter”.

Según las quejas que ha puesto Laguarda ante la Conselleria de Sanidad, a las que ha tenido acceso elDiario.es, tras la intervención en la que se le pone el catéter se le fueron retrasando las revisiones por enfermedad de la doctora. Ante esta situación, en octubre del pasado año recurrieron a la sanidad privada para realizarle una prueba y comprobar el estado del catéter: “El médico que nos atiende nos dice que lo recomendable es retirarlo antes de seis meses, pero como aún quedaba tiempo, en ese momento confiamos en que no habría problemas”, dice el hijo de la paciente.

Desamparados Planells.

Además, según la documentación recabada y consultada para este diario, a finales de noviembre por fin en el mes de noviembre le avisan de la realización de un TAC para comprobar el estado del catéter. Sin embargo, no hasta el pasado mes de febrero (tres meses después de solicitarlo el médico) cuando se le realiza: “Ahí es cuando se observa que el catéter se ha calcificado por lo que se solicita intervención urgente para extraerlo que aún a día de hoy no se ha realizado”.

Ante esta situación, vuelven a recurrir a la sanidad privada por tratar de agilizar y para evitar que el caso se complique aún más, pero les informan de que el catéter se debía haber retirado hace meses y que por el riesgo que entraña la operación, no pueden asumirla, que se debe hacer en el centro donde se le operó inicialmente.

“Actualmente, a pesar de las quejas que hemos puesto, seguimos sin una solución y sin respuesta. Mi madre acaba de contraer una infección por la situación del catéter para la que se está tomando un antibiótico, y ya son varias las que ha tenido en las últimas semanas”, ha lamentado Laguarda. Consultadas fuentes de Sanidad, han declinado hacer valoraciones al tratarse de un caso muy particular.

El personal de la sanidad pública valenciana se manifestó el pasado 26 de mayo para reclamar la dimisión del conseller, Marciano Gómez, en una protesta que resultó llamativa y un importante toque de atención por el amplio consenso existente entre la práctica totalidad de sindicatos con representación en la mesa sectorial. Así, representantes de SATSE, CCOO, UGT, CSIF, Intersindical Salut y SAE reivindicaron en el plaza de Manises de València, junto al Palau de la Generalitat, la dimisión de Gómez. Tan solo el sindicato médico CESM decidió no secundar la protesta.

Entre los temas que centraron la petición de dimisión figuran la mejora de las agendas en atención primaria para dar un servicio de mayor calidad y dedicar más tiempo a cada paciente, la reducción de listas de espera.

Raúl Laguarda con su madre, Desamparados.
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