Cuando meras peleas esconden verdaderas agresiones machistas
Viernes noche en Córdoba, dos chicas transitan por las calles del centro y a su altura, cuatro jóvenes comienzan a molestarlas y preguntarles que dónde van solas. Uno se acerca y rodea con su brazo a una de ellas, le habla al oído hasta que la chica le da un empujón para quitarse de encima al desconocido. Mientras, su amiga grita para que el joven deje de tocarla y otro de los chicos aprovecha para cogerle el culo. Los cuatro jóvenes, sin embargo, no se habían percatado que detrás de las chicas, a unos 50 metros, caminaban retrasados las parejas de ambas, que al ver lo sucedido corren hacia ellas. “¡Qué valientes habéis sido al pensar que veníamos solas!”, les dicen. “¿No tenéis hermanas o amigas?”, le señalan a los jóvenes para que piensen en lo que han hecho con dos mujeres. De esas palabras, pasaron a la agresión física y los cuatro jóvenes acabaron denunciados ante la Policía Local, que esa misma noche se personó en el lugar de los hechos ante la llamada de las chicas.
La denuncia, a la que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia, señala que las dos mujeres manifestaron que “las habían agarrado, insultado y a una de ellas le habían tocado el culo”. Posteriormente relata cómo uno de los supuestos agresores “propinó un fuerte puñetazo por la espalda” al novio de una de las chicas. Y ahí empezó una pelea que acabó con las dos chicas y sus parejas en un centro sanitario, atendidos por contusiones en la cabeza y el cuerpo provocadas por patadas y puñetazos.
Tras la denuncia, fueron citados a un juicio rápido que se celebró este pasado martes y donde la pena que se pide para los acusados es por daños y agresiones a las dos chicas y sus parejas. Así las cosas, lo que comenzó como una agresión de carácter machista queda registrado y se juzga, sin embargo, como una mera pelea. ¿Suele esto pasar? ¿Lo pasan por alto los jóvenes que ven en ello una conducta normal? ¿Y los profesionales que tratan el caso? ¿Cuántas agresiones machistas están pasando por agresiones sin más como estos hechos?
Preguntada sobre este aspecto, una agente que en la Policía Local de Córdoba trabaja a diario con víctimas de la violencia de género señala el punto débil: “Si en el juzgado no se orienta el caso hacia la agresión machista, se quedará en lo que más bulto haga, en la agresión más grave”, explica. Y afirma con su experiencia que si el abogado o la víctima no encaran la causa como una agresión de carácter machista, la 'levedad' de la misma frente al resultado final de la bronca más contundente pasará desapercibida.
“Concienciar a todos los estamentos es un problema global”
Por esta y otras muchas causas, los propios agentes de los cuerpos de seguridad del estado que trabajan sobre la violencia de género hacen hincapié en la sensibilización social, en la educación y en la formación específica de los profesionales que trabajan en este ámbito. Y así lo han puesto de manifiesto en una mesa redonda organizada por la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres donde han expuestos sus experiencias representantes de la Unidad de la Mujer de la Policía Local de Córdoba, del Equipo de Mujeres y Menores de la Guardia Civil y de la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional.
“La piedra angular en todo esto es la formación”, señala Pedro Bermúdez, sargento de la Guardia Civil, sobre la necesidad de una educación y actualización continuada de los agentes. “Además de todas las herramientas de las que se nos pueda dotar, los que estamos ahí somos humanos. Y se necesita concienciación, sensibilización”, añade sobre un problema que en su opinión abarca a toda la sociedad y donde “es muy difícil cambiar a corto plazo una mentalidad de muchos cientos de años”.
Una mentalidad que hace extensiva a toda la sociedad y, por tanto, a jueces, abogados, fiscales, policías, médicos y todos los profesionales que en algún momento trabajan con casos de agresiones machistas.
Para ello, “la empatía y la sensibilidad” son dos de los pilares que señala también la policía local María José Rodríguez. Un modo de actuar que los agentes enfocan, sobre todo, en la atención que prestan a víctimas de violencia de género y para lo que advierten es necesaria una formación continuada para todos.
“Hay que abarcar esto desde la educación. No sólo la que dan los padres o los colegios, sino también la televisión o internet”, apunta desde la Policía Nacional Antonio Joyanes. “Yo hoy veo a jóvenes con una mentalidad de mucho tiempo atrás”, advierte sobre los índices y roles de machismo que reproducen los chicos y chicas actualmente. Y reitera una idea: “Concienciar (sobre la violencia de género) a todos los estamentos es un problema global, de médicos, jueces, policías, educadores….”.