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Los barrios olvidados se niegan a ser 'el cajón de sastre' de las ciudades andaluzas

Los barrios olvidados se reivindican en el Parlamento.

Ana Carretero

Teresa Heredia tiene 41 años, viene del polígono de La Cartuja de Granada y es de etnia gitana. “Con mucho trabajo y ya de adulta” estudió Auxiliar de Enfermería. En la actualidad está en paro tras trabajar en varias residencias de ancianos. Es una de las vecinas de la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados que hoy se han concentrado en la puerta del Parlamento andaluz para visibilizar sus reivindicaciones. Vienen de Granada, Córdoba, Málaga y Sevilla. “Los de Cádiz y Huelva tienen problemas para llegar, y los de Almería están tan mal que no se plantean viajar”, explica Trini Díaz, vecina del Polígono Sur sevillano.

“Yo no tengo las mismas oportunidades que una mujer del centro de Granada”, con esa claridad y concisión se expresa esta “gitana rubia”, como la llaman sus compañeros de protesta, que explica sin reparos cuáles son los problemas a los que se enfrentan diariamente en su barrio. “Estamos excluidas en todos los sentidos. Yo trabajaba en un geriátrico. Hicieron un ERE y ahora mismo estoy desempleada. No hay planes de choque para nosotros”, explica.

Su desparpajo levanta admiración entre sus vecinos, un nutrido y diverso grupo de yayoflautas, desempleados, pensionistas, jóvenes y niños que clavan sus ojos en su portavoz, a la que jalean y aplauden cada vez que dice algo que apoyan. “Ojo, no pedimos caridad. Pedimos una implicación de las entidades con las personas marginadas porque la solución no está en la caridad, sino en estimular a la persona. Si tu mueves a la persona, sale de esa exclusión a la que estamos sometidos”, concluye.

Desdes sus respectivos barrios, Las Margaritas de Cordoba, La Cartuja de Granada, Las Palmillas de Málaga y Polígono Sur se han desplazo estos vecinos con sus 8.200 firmas. Sus reivindicaciones son claras y se sustentas en el texto del Estaturo de Autonomía. Piden una renta básica de corresponsabilidad, alimentación garantizada (sobre todo para los niños en edad escolar ) y planes de choque para generar empleo y combatir el fracaso escolar.

Trini Díaz trabaja en una ONG y es portavoz de los vecinos de Polígono Sur. Considera necesario que los políticos y las distintas administraciones deben tomar cartas en el asunto ante esta “situación de emergencia social”. “La situación de los barrios que estamos aquí son las mismas: falta de formación, un alto índice de fracaso escolar, de desempleo, infravivienda, muchísimo paro. Familias hacinadas en las viviendas y bueno, resumiendo, dejades de la administración”, cuenta. Según Trini, “la situación ya es insostenible, sobre todo en cuanto a convivencia vecinal. Hay falta de seguridad, en nuestro barrios se junta toda la delincuencia de la ciudad. Se va convirtiendo en cajones de sastre en donde se acumula lo que el resto de la ciudad no quiere”.

Esta activista de su vecindario explica la dejadez a la que las distintas administraciones someten a estos barrios. “Cuando hay un desalojo de núcleos chabolistas, luego la administración siempre los lleva a nuestros barrios. Sitios donde ya la situación era insostenible, ya había muchas personas sin soluciones”, afirma. “No es una cuestión de pobres contra pobres. Es que agravan los problemas de la gente que ya vivía allí y tiene esos mismos problemas”, sostiene.

“La crisis es una excusa más para no dar solución a problemas que sí la tienen”

Julio Rodríguez es vecino de la zona norte de Granada, La Cartuja. Los granadinos fueron los que en 2009 decidieron reunir a vecinos y asociaciones de otros barrios andaluces para crear la asociación:

“Las políticas de intervención social no son adecuadas. Hay muchos intermediarios, se crean empleos que no son para el barrio. Tanto es así que, ahora en la crisis, tenemos los mismos problemas que en 2009 sólo que más graves”, continúa explicando Trini Díaz. “La crisis es una excusa más para no dar solución a problemas que sí la tenían”, concluye.

Paco Bustamente es otro de los vecinos granadinos que se han desplazado hasta el Parlamento. No tiene mucha fe en que la reunión que los miembros de la plataforma están manteniendo con Antonio Maíllo, coordinador de IULV-CA, sea fructífera. “Los niveles de paro que se soportan en estos barrios de un 80% y el mantenimiento de las familias con los recursos de las mujeres que salen a las casas a echar unas horillas no es suficiente. Es una verdadera emergencia”, cuenta. Según Bustamante, “en el aspecto educativo hay un 70% de fracaso escolar. Las estadísticas están disimuladas. Hay silencio y opacidad. Están enmascaradas con las medias de otros barrios”.

“A la hora de comer se juntan en la mesa tres y cuatro generaciones”

Lola Contreras viene del Polígono El Valle de Jaén con su hijo pequeño. Así explica a eldiario.es/andalucia cómo es su día a día y el de sus vecinos:

Maíllo se compromete a visitar los barrios

Rafi Virella, vecina del barrio de la Palmilla de Málaga, ha sido una de las personas que se ha reunido con Maíllo para explicar la situación de estas personas y exponer sus reivindicaciones. “Nos hubiera gustado que nos recibieran otros grupos políticos, pero sólo nos ha atendido IU”, afirma. “Se ha abierto una nueva puerta de diálogo, ya que se han ofrecido a visitar los barrios y escuchar a sus portavoces y mañana mismo viajará a Granada”, explica.

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