UGT Andalucía se muda para ahorrar costes
UGT Andalucía se muda. La nueva Ejecutiva Regional, nombrada el pasado mes de abril bajo la misma dirección de Carmen Castilla, ha decidido cerrar su sede central de la calle Antonio Salado para que, con posterioridad, pueda ponerse en venta si así lo considera la organización a nivel estatal, propietaria del edificio. Según informan fuentes sindicales, las tres plantas del edificio y su patio interior serán desalojadas como consecuencia de la nueva estructura organizativa surgida del último congreso confederal del pasado noviembre, que aprobó el paso de seis a tres federaciones. El objetivo también es ahorrar costes, principalmente los 60.000 euros de IBI que el sindicato viene abonando anualmente.
Los servicios centrales del sindicato en Andalucía volverán a una vieja conocida, la sede de Blas Infante, donde actualmente se ubica UGT Sevilla. Según confirma a eldiario.es/andalucia el nuevo secretario de Comunicación de UGT-A, Fernando Morillo, la mudanza está prevista para el próximo mes de septiembre. La unión conllevará que ambas estructuras (UGT-A y UGT Sevilla), de alguna manera, compartan ciertos servicios y recursos, generando “una estructura más sencilla” que pueda derivar, además, en “decisiones más rápidas” y en “una mayor cercanía al afiliado” para “seguir trabajando en la defensa de los derechos laborales de los trabajadores”, apuntando que la configuración será similar a la tiene establecida CCOO en su sede de Plaza del Duque.
La importante reorganización a nivel interno, que está reduciendo a la mitad el número de federaciones sectoriales, también a nivel andaluz, tendrá su correspondencia física con este traslado de sede para UGT-A. Morillo apunta que, además del referido ahorro del IBI, la mudanza también conllevará no tener que sufragar el mantenimiento del edificio, donde trabajan aproximadamente un centenar de personas. El lugar, a partir de septiembre, permanecerá cerrado “con un mínimo mantenimiento” y se podría poner a la venta “a un precio razonable”, apunta Morillo, si así lo estima en última instancia el confederal.
El nuevo secretario de Comunicación recuerda que, a día de hoy, el sindicato depende exclusivamente de las cuotas de los afiliados ya que no recibe subvencion ni incentivos, por lo que el traslado dará también “cierta establidad” a su economía con los mencionados ahorros. En este sentido, ha defendido la decisión de la nueva Ejecutiva y ha rechazado, como algún miembro del sindicato ha comentado a este periódico, que el traslado suponga un paso atrás al volver a la sede de la que salió en 1997.
Cabe recordar que la sede de Antonio Salado, la misma que abandonará definitivamente UGT-A tras le verano, fue registrada el 19 de diciembre de 2013 por la Guardia Civil en el marco de la investigacion judicial por el uso de los fondos de formacion por parte del sindicato.