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El exalcalde de Granada, Torres Hurtado (PP), “no tenía ni idea” de la obra ilegal por la que le piden ocho años de cárcel

Torres Hurtado acudiendo a declarar | Europa Press

Álvaro López

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José Torres Hurtado (PP), exalcalde de Granada entre 2003 y 2016, ha vuelto a la primera página de la crónica política tras comparecer como imputado en la primera sesión del juicio del 'Caso Serrallo' por el que se le investiga a él y a otras 16 personas por la construcción presuntamente ilegal de una discoteca en una ubicación destinada a zonas verdes. El que fuera el primer edil de la ciudad ha comparecido ante la Audiencia de Granada para asegurar que no sabía nada. Que todo lo que ocurrió en este caso fue fruto del mal hacer del resto.

Así se ha despachado Torres Hurtado en su primera intervención en el juicio del 'Caso Serrallo' en el que están también imputados la mayoría de los concejales a su cargo entre 2013 y 2016. El exalcalde ha argumentado que él no participó del proyecto de construcción del centro de ocio porque “no tenía ni idea” de ese tipo de planes urbanísticos. Que él sólo sabía de obras menores y que los grandes temas los delegaba a los concejales del ramo. En este caso, Torres Hurtado ha cargado las culpas contra la que fue su edil de Urbanismo y también imputada, Isabel Nieto, en la que entonces tenía “total confianza”.

Desconocimiento

Por el 'Caso Serrallo', que ha resultado ser el proceso judicial que empezó a destruir la década ininterrumpida de mayorías absolutas del Partido Popular en Granada, la Fiscalía solicita para Torres Hurtado una pena de ocho años de prisión, 522.000 euros de multa y 36 años y medio de inhabilitación para ejercer cargo público. Está acusado de delitos contra la ordenación del territorio, fraude en la contratación, prevaricación común, prevaricación urbanística, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos. Por todos ellos se declara inocente por desconocimiento.

El exalcalde ha asegurado ante el juez que tenía todas las competencias delegadas en sus concejales y que para expedientes de peso como el de Serrallo, cuando estos debían pasar por la Junta de Gobierno Local o por el pleno, exigía a sus ediles que le entregasen informes técnicos al respecto. Basando su estrategia en que creyó que todo estaba bien en esta obra presuntamente ilegal, pese a obviar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad para construir algo que no permitía dicho documento, ha relatado que “no tenía conocimiento para saber si estaba bien hecho o mal hecho” y que nadie le advirtió que la obra fuese irregular.

El principio del fin

El 'Caso Serrallo' se puede considerar como el principio del fin del mandato de José Torres Hurtado como alcalde de Granada. Aunque desde que estalló el caso hasta que fue detenido en la 'Operación Nazarí' pasaron seis años, entre ambos asuntos existe una relación tan estrecha como que el segundo es consecuencia del primero. Pero en el plano político, el 'Caso Serrallo' sentó las bases para que dentro del Ayuntamiento de la ciudad hubiese luchas de poder por derrocar a Torres Hurtado y a su personal de confianza una vez comenzaron a aflorar los supuestos desmanes urbanísticos que hoy investiga la Justicia.

El escándalo estalla cuando en septiembre de 2013 la Fiscalía se hace con un documento en el que se denuncia que las obras que se estaban llevando a cabo junto al centro comercial Serrallo Plaza eran ilegales. En este lugar se estaba levantando una discoteca con zona de ocio nocturno cuando en el PGOU sólo se permitía que se construyese un parque infantil al ser catalogado como zona verde. En un principio, aquel documento sólo sirvió para que se investigase a algunos técnicos de la Concejalía de Urbanismo y al promotor de la obra, Roberto García Arrabal -uno de los 17 imputados-. No fue hasta dos años más tarde, ya en 2015, cuando el asunto cobró tintes políticos.

La entonces edil de Urbanismo, Isabel Nieto, fue imputada a finales de ese año abriendo una brecha en la gobernabilidad de la ciudad que ya hacía presagiar que Torres Hurtado no seguiría mucho más tiempo como alcalde. Meses antes de esta imputación se habían celebrado las elecciones municipales y ya se debatía en el PP si el alcalde debía repetir como candidato ya que el 'Caso Serrallo' estaba en los tribunales y no se podía descartar que acabara salpicando al propio regidor. Entre los que apostaban más fuerte porque Torres Hurtado abandonase se encontraba Sebastián Pérez, hasta la semana pasada presidente de los populares granadinos y enemigo del exalcalde desde entonces.

Imputado en 2017

Curiosamente, José Torres Hurtado no fue imputado en el 'Caso Serrallo' mientras era alcalde de Granada. A diferencia de su concejal de Urbanismo, que había pasado de testigo a investigada en menos de dos años, el primer edil no pasó por ese trance, aunque le sobrevino uno mayor cuando fue detenido en abril de 2016 por la 'Operación Nazarí' que había comenzado fruto de la investigación llevada a cabo con esta construcción ilegal del Serrallo. Aquella detención provocó su dimisión como alcalde semanas después y puso punto y final a 13 años de mandato ininterrumpido en el Consistorio.

Pero no sería hasta 2017 cuando la Audiencia de Granada, tras las investigaciones llevadas a cabo por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) en la 'Operación Nazarí', decidió imputar también a Torres Hurtado en el 'Caso Serrallo'. No en vano, ambos procesos judiciales compartían la misma jueza de instrucción: María Ángeles Jiménez. Comenzaba entonces otro periplo judicial por el que el exedil tiene que responder. La sentencia de un juicio que durará dos meses se conocerá, previsiblemente, en abril.

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