Bous al carrer: “Vivo en uno de los pueblos más crueles de España”
Los 'bous al carrer' son casi una religión en muchas localidades valencianas, sobre todo en las provincias de Valencia y Castellón -en 2017 se celebraron alrededor de 10.000 festejos taurinos en toda la Comunitat Valenciana que provocaron dos muertes y más de un millar de heridos-. El PSPV está trabajando en un decreto sobre festejos taurinos que se ha encontrado con las críticas y la oposición de su socio de Gobierno en el Botànic, Compromís, que ha asegurado que no va a permitir que se apueste desde el Consell por este tipo de actividades.
En algunos municipios, como es el caso de Onda, los taurinos “se han adueñado de las fiestas”, según denuncia un vecino en un testimonio difundido a través de redes sociales por la Plataforma Abolición. Así, lamenta que el castellonense es “uno de los pueblos más crueles de España, donde cada año torturan y matan más toros: este años, en total, 26”.
Así, sostiene que en localidades como la suya se infringe la legislación vigente “sin que nunca pase nada” y critica que el Ayuntamiento “está orgulloso de ello, y no sólo eso: las guarderías y los colegios preparan a los niños con dibujos y excursiones a los cadafals, jaulas donde se esconden para ver las torturas taurinas”, igual que también se realizan encierros infantiles, emboladas de carretones (toros de juguete de tamaño real) “y todo tipo de juegos taurinos para insensibilizar a los menores desde que nacen”.
Lamenta este vecino que el Consistorio resta presupuesto de actos “más inclusivos” para “añadir más y más maltrato, tortura y muerte de toros”, también en las fiestas de los barrios. De este modo, los actos taurinos se desarrollan desde mayo hasta octubre: “cada vez somos más los vecinos de Onda que no soportamos esto, que deseamos unas fiestas sin toros”.
Así mismo, denuncia el consumo de alcohol dentro del recinto taurino, la falta de control de acceso a los menores o los problemas de movilidad para las personas mayores, embarazadas, carros de bebé... en algunas zonas del municipio porque cierran las puertas de barrotes en los lugares donde se realizan los actos taurinos, además del maltrato continuado a los animales. Por todo ello exige un replanteamiento de las celebraciones con unas fiestas “sin tortura”.
Desde el Ayuntamiento de Onda, el concejal de Fiestas, el socialista Asensio Blaya, reconoce que es “innegable” que son un pueblo “tradicionalmente” taurino, pero desmiente que se apueste únicamente por este tipo de festejos de “gran repercusión e impacto económico” en el municipio. “Existen actividades alternativas: música, teatro...”, apunta, para añadir que nadie se ha dirigido formalmente al Ayuntamiento para reclamar otro tipo de fiestas: “no es lógico que se pidan unas fiestas alternativas porque ya existen”.
No obstante, desde la Plataforma Abolición mantienen que todos estos maltratos “no son una excepción sino la norma en (casi) todos los pueblos”. “Los festejos taurinos populares están inevitablemente ligados al maltrato, tortura y muerte de becerros, vacas, toros y cabestros, por lo que seguiremos reivindicando fiestas y espectáculos sin animales”, concluyen.