Catalá crea un puesto para el exjefe de Policía con un sueldo de más 74.000 euros dos semanas después de jubilarse
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, recoloca al exjefe de Policía Local, José Vicente Herrera, cuestionado por las oposiciones de la cúpula del cuerpo, como coordinador de seguridad y emergencias del Ayuntamiento. La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el nombramiento del comisario principal jefe, jubilado hace apenas dos semanas tras no poder prorrogar el servicio en activo, en este puesto de nueva creación.
Herrera tendrá un salario superior a los 74.000 euros como coordinador, al que hay que sumar los trienios. Entre sus funciones están “fomentar la coordinación entre los servicios y unidades dependientes de la Delegación de Policía Local de València y la Delegación de Prevención y Extinción de Incendios y Protección Civil” y “desarrollo de estrategias, estudios, análisis y programas en materia de seguridad y emergencias”. El portavoz del gobierno local, Juan Carlos Caballero, ha destacado la experiencia del exjefe de Policía, “un profesional de reconocido prestigio”, que también ha sido subdelegado del Gobierno en Valencia y jefe de gabinete de Juan Cotino Dirección General de Policía.
En la práctica, la decisión implica una bicefalia en la dirección de la Policía Local, que recientemente ha ocupado el comisario principal Ángel Albendín, hasta hace dos semanas jefe de la división de Tráfico. Herrera podrá coordinar las actuaciones municipales en el ámbito de la seguridad y las emergencias y “proponer las medidas a adoptar en el ámbito de la seguridad y emergencias en el CECOPAL”, el gabinete de crisis municipal, según la resolución por la que se crea esta plaza. Preguntado por esta cuestión, Caballero ha apuntado que las funciones “no tienen nada que ver”. Albendín “ejerce el liderazgo, la jefatura, sus competencias no cambian”. Las funciones del coordinador versarán sobre la idea del ayuntamiento de repensar el modelo de seguridad de la ciudad: “Hay mucho que pensar, mucho acento en la coordinación de los efectivos, realización de protocolos, coordinación de policía y bomberos, nuevas estrategias de seguridad, control y seguimiento de los planes; se integrará en el Cecopal”, ha explicado Caballero, que cree que “no hay mejor persona para este cargo”.
El pasado 4 de abril, en vísperas de la jubilación forzosa del jefe, el consistorio creó la plaza de la “Coordinación de Seguridad y Emergencias”, adscrita al Área de Seguridad y Movilidad, bajo la dependencia directa del titular del Área. Herrera trató de prorrogar su servicio activo pese a haber cumplido la edad de jubilación forzosa y adujo varias sentencias, que los servicios jurídicos del Ayuntamiento desestimaron. El propio Herrera, como jefe, rechazó varias prórrogas de servicio de otros mandos a su cargo y empleó argumentos similares para su solicitud.
Dos querellas
El excomisario principal jefe, ahora coordinador de seguridad, se encuentra cuestionado por los mandos de Policía por un proceso de mejora. Cuatro comisarios suspendidos impugnaron los exámenes y dos de ellos fueron al contencioso y a la vía penal, acusándole a él y otros dos mandos -parte del tribunal- de beneficiar a afines en las pruebas de ascenso temporal. En los informes remitidos por el Ayuntamiento al juzgado se reconoce que se pusieron las notas de los comisarios sin tener todos los trabajos en mano, aunque el consistorio defiende que no formaban parte de la evaluación. Esta situación llevó a apartarse del proceso de selección de la cúpula del cuerpo, que se reactivó el pasado otoño y al que concurren los mismos mandos.
Protocolo de Emergencias
El consistorio justifica la recolocación del exjefe de Policía en el nuevo protocolo de Emergencias que adoptará la ciudad, también aprobado este viernes. El plan fue presentado durante la primera reunión de la alcaldesa con Albendín, que se estrenó como cabeza del cuerpo el pasado 28 de abril, durante el apagón. La ciudad adapta sus protocolos para que en caso de emergencias no sea necesaria una activación formal, sino que los efectivos de los servicios esenciales se personen en sus puestos de trabajo o en el Cecopal sin esperar una llamada.
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