La Central Nuclear de Cofrentes, cuya actividad se ha prorrogado hasta 2030, sufre la tercera parada no programada en mes y medio
La plataforma Tanquem Cofrents denunció este lunes una nueva parada no programada en la Central Nuclear. Según la organización, esta es la tercera parada no programada consecutiva en menos de mes y medio, y la cuarta desde el final de la última parada de recarga de combustible y mantenimiento, el diciembre pasado.
Las mismas fuentes afirmaron que en este caso se ha debido a un aumento de los aportes en el sumidero de drenajes del suelo en el pozo seco de la central, posiblemente de agua altamente radioactiva procedente de la vasija del reactor. Al no detectar en primera instancia la posible fuga, la dirección de la central ha tenido que parar la central para poder inspeccionar más a fondo. Fuentes de Iberdrola confirmaron a elDiario.es que la parada no programada se produjo para realizar una inspección.
Tanquem Cofrents recordó que en la parada que tuvo lugar el 16 de diciembre también hubo una anomalía, no explicada en principio, en los parámetros de funcionamiento del pozo seco, en aquel caso fue un aumento inexplicado de la presión.
Para la organización, “esta sucesión de malos funcionamientos y averías continuas ya había hecho que, incluso antes de este último problema, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) pusiera a esta central bajo vigilancia especial y le exigiera una análisis de las causas de las averías repetidas y además frecuentemente en los mismos sistemas”.
Pero la explicación es obvia para la plataforma: “Esta central, que empezó a funcionar en marzo de 1984, y con con una periodo de funcionamiento previsto de 25 años, ha cumplido ya 38 y esta vieja y deteriorada. Esto, unido a la política de su dirección de maximizar la producción y los beneficios por encima de la seguridad, supone cada día que pasa un aumento exponencial en la probabilidad de accidente grave, de consecuencias inimaginables para nuestra población y territorio”.
Por ello, la plataforma Tanquem Cofrents exigió “el cierre inmediato y urgente de esta central y del resto de nucleares y una transición rápida a un sistema energético basado en el ahorro y la eficiencia energéticas y en una generación 100% renovable”.
Un sistema que “no solo será más seguro que con las nucleares, sino más limpio, barato, y generador de empleo, y el único que nos daría total autonomía y soberanía energética”.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) aprobó el pasado año la orden ministerial por la que extiende la autorización de explotación de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) hasta el 30 de noviembre de 2030, una fecha en la que fija su cierre definitivo.
La fecha de clausura está en línea con el Protocolo aprobado respecto al calendario de cese de explotación para las centrales nucleares españolas en funcionamiento y con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2021-2030). Ese protocolo contempla el cierre ordenado del parque nuclear entre 2027 y 2035.
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