Una de cada diez mujeres de entre 18 y 35 años fue víctima de violencia sexual en 2021
El 8,5% de los y las jóvenes en España afirma haber sufrido violencia sexual en los últimos 12 meses. Durante el confinamiento por COVID-19 la prevalencia fue menor (1,9%) pero las relaciones sexuales con penetración no deseadas aumentaron, afectando al 64,4% de las personas expuestas a violencia sexual durante este periodo. Así lo indica un estudio realizado por investigadoras del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), dirigidas por Belén Sanz-Barbero (ISCIII) y por Carmen Vives-Cases (Universidad de Alicante).
Este es el primer trabajo realizado en España con una muestra representativa de jóvenes (18-35 años) que analiza la victimización por violencia sexual en mujeres y hombres, recopilando los datos a finales de 2020, teniendo en cuenta las características sociodemográficas, así como la orientación sexual “por lo que ha sido posible evaluar el impacto del confinamiento en la victimización por violencia sexual y sus factores asociados”, indica Sanz-Barbero.
La violencia sexual es medida con la misma escala que utiliza la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer. Esta escala incluye la exposición una serie de comportamientos que incluyen desde tocamientos de carácter sexual no deseados, al intento de mantener relaciones sexuales sin desearlo, o a haber mantenido relaciones sexuales con penetración por miedo a las consecuencias o por la incapacidad de rechazarlas, entre otros.
En el estudio han participado 2.515 hombres y mujeres entre 18 a 35 años y el 8,5% de las personas entrevistadas declaran haber estado expuesto al menos a un comportamiento violencia sexual en el último año.
La prevalencia de violencia sexual durante los últimos 12 meses fue mayor en las mujeres (10,5%) que en los hombres (6,8%), si bien la mayor prevalencia se observó en mujeres bisexuales (17,5%) en hombres homosexuales (14,2%) y en las mujeres nacidas en el extranjero (13,3%).
Durante el confinamiento por causa de la Covid-19, la prevalencia de victimización por violencia sexual fue menor (1,9%) pero las relaciones sexuales con penetración no deseadas aumentaron, afectando al 64,6% de las personas expuestas a violencia durante ese periodo. Según explica Carmen Vives, investigadora del Ciberesp en la Universidad de Alicante, “las personas con atracción homosexual o bisexual fueron más propensas a experimentar violencia sexual en todos los periodos estudiados, es decir, antes, durante y después del confinamiento”.
Las investigadoras consideran que la prevalencia observada es “preocupante, y si bien las medidas de encierro como medida de contención de la pandemia disminuyeron las agresiones sexuales que ocurrieron fuera de la convivencia, la exposición a relaciones no deseadas aumentó durante este periodo, sobre todo en mujeres nacidas fuera de España y en las personas no heterosexuales”.
Este estudio del Ciberesp forma parte de un proyecto más amplio sobre la violencia sexual y el uso de pornografía en jóvenes en España, ante lo que las investigadoras reclaman “el desarrollo de estrategias más efectivas para la prevención de la violencia sexual en la población joven, que requiere considerar las desigualdades sociales en base al sexo, orientación sexual y país de nacimiento que se observaron en este estudio”.
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