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El gerente apunta a la cúpula del PP por el desfalco de Emarsa

El exgerente de Emarsa a su llegada a la Audiencia de Valencia
Valencia —

El ex gerente de Emarsa, ha apuntado a la cúpula del PP por el desfalco de 24 millones de euros en la depuradora de Pinedo. Enfermero de profesión y alcalde pedáneo del PP, Esteban Cuesta llegó a la dirección de la planta -pese a su nula experiencia y preparación- a instancias de Enrique Crespo, exvicepresidente de la Diputación de Valencia.

Bajo sus órdenes y en cooperación con otros acusados, ha reconocido en el juicio por el asunto que falsearon expedientes y manipularon contratos para robar millones de euros. “Repartíamos el dinero en varias partes y yo me quedaba una de ellas”. Sebastían García era uno de los proveedores a través de los que Emarsa le daba “2.500 euros al mes”.

García, alias Chanín, fue enchufado en Emarsa por Silvestre Senent, concejal del PP en Valencia con Rita Barberá. Dice Cuesta: “Senent me dejó claro que era intocable”. Chanín ya confesó en la vista qué emitía facturas infladas o por servicios inexistentes para luego repartir el dinero detraído.

Cuesta también ha reconocido que se reunió con el conseller a cargo de las depuradoras, José Ramón García Antón, ya fallecido, aunque ha asegurado no recordar nada de esos encuentros.

Otros proveedores, ha dicho en la vista Cuesta, también le daban dinero negro que “repartía con ”Crespo, Morenilla [Juan José, ex gerente de la Epsar]; Arnal [Enrique, exdirector financiero de Emarsa]y Bernácer[Ignacio, exjefe de explotación de la Epsar]“.

Cuesta ha explicado, a preguntas del fiscal, el modus operandi para saquear la depuradora. La extracción de lodos se encargó a las empresas de uno de los acusados, José Luis Sena. Éste facturaba a través de varias sociedades creadas por otro de los enjuiciados, Jorge Roca Samper.

Se pagaba 42 euros por tonelada de lodo -el residuo de la depuración- aunque su coste era de solo 18. El enorme beneficio se repartía entre Sena y Roca - cuyas empresas facturaron 13 millones a Emarsa- y el resto de implicados. Cuesta ha reconocido que Sena, cada vez que cobraba, traía maletines con dinero que entregaba. Él, en “ocasiones en el cuarto de baño”, repartía el dinero en sobres.

Luego, para evitar riesgos, se pasó a la tarjeta de crédito. 8, en total. “Dos para mi y otras dos para Crespo, Morenilla y Bernácer. Nos recomendaron no sacar más de 500 euros diarios y hacerlo en diferentes bancos”.

Cuesta encargó a su hermana, la extracción del dinero de cajeros. Poco después, Crespo. Morenilla y Bernácer también le encargaron a ella la retirada del efectivo. “Dijeron que era un engorro ir diariamente a los cajeros”.

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