Marian Campello: “Llevo bien ser un verso suelto en Compromís”
“No estaba previsto que una mujer como yo fuera diputada”. Con esta frase, Marian Campello (Elx, 1987) busca ser la política más votada de las primarias de Compromís en la circunscripción de Alicante. En 2015 dio el campanazo cuando, siendo independiente, logró hacerse con el cuarto puesto del proceso interno y ahora se ve capacitada para ser la cabeza de lista de cara a las elecciones autonómicas de mayo. En este tiempo ha apostado por afiliarse al Bloc y por un trabajo en las Corts Valencianes como diputada donde se ha dado a conocer tras, por ejemplo, confesar que había sufrido acoso escolar o por dar su apoyo a las Kellys o las aparadoras, colectivo que conoce bien por ser nieta, hija y sobrina de trabajadoras del calzado.
La decisión de Mireia Mollà de no repetir como diputada y centrarse en el Ayuntamiento de Elche ha abierto una disputa en Alicante que no se da en Valencia o Castellón. Hasta seis son los aspirantes a liderar la lista de esta demarcación. Hoy hablamos con Campello quien presenta candidatura este sábado en su localidad respaldada, entre otros, por el sindic de Compromís, Fran Ferri.
¿Por qué repetir?
Porque se me han quedado cosas a mitad de hacer. Creo que el Pacte del Botànic en esta primera legislatura ha sido prácticamente de intentar limpiar las ruinas que nos dejaron y empezar a construir a partir de la siguiente y eso no me lo quiero perder. Además, he empezado también un camino de dar voz en las Corts a gente que hasta ahora no la tenía como en el tema del acoso escolar, las aparadoras y las Kellys que de alguna manera creo que en esta segunda parte del Botànic tienen que tener protagonismo. Ahora, después de haber estado aprendiendo con y de los mejores, es el momento de liderar el sur desde las Corts Valencianes.
Hace cuatro años quedó cuarta en la votación de las primarias, que luego fue quinta con la cuota de Los Verdes. ¿Por qué ahora cabeza de lista?
Porque he estado una legislatura entera trabajando en el Parlamento valenciano, todos los días yendo a trabajar y creo que estoy preparada para eso, para estar en las Corts porque al final estamos hablando de quién va a defendernos y va a dar nuestra voz allí.
¿Si Mireia Mollà hubiera ido de número uno, también lo hubiera intentado por ese puesto?
Sí, porque ya lo hice en la anterior.
Y si quedara finalmente cuarta como la anterior vez, ¿sería un fracaso?
Formar parte del grupo parlamentario de Compromís siempre lo consideraré un éxito. De hecho, ya fue toda una sorpresa la vez anterior cuando quedé cuarta en una situación en la que a mí no me conocía nadie. Y ahora considero que la gente a la que me enfrento en primarias no son rivales, sino gente para hacer equipo, las considero muy válidas, muy potentes, con lo cual, si puedo formar parte o no del proyecto, el éxito ya lo he tenido.
¿Cómo lleva ser una especie de verso suelto dentro de Compromís?
Lo llevo bien. Compromís es una fuerza que da opciones para que puedas estar haciendo tu camino de militancia en fases y acoplándote según tus situaciones en el momento. Yo entré como independiente en las listas de Compromís porque venía del activismo y si no hubiera existido esa figura hubiera resultado más difícil dar el paso. Y una vez dentro tenía la necesidad de compartir más espacio, de dar un paso más y ahora estoy en uno de los tres partidos de la coalición y todo ha formado parte de un proceso. Mi militancia en Compromís me gusta y me han dado flexibilidad.
¿Por qué de Gent de Compromís al Bloc y no a otra fuerza de las tres?
Porque creo que las personas tenemos etapas y al final tenía la necesidad de compartir espacios con la militancia cuando de manera independiente no lo podía hacer y quería trabajar con la gente que también está siendo parte del proyecto en el que trabaja.
Usted ha estado recientemente en un acto de Podemos como oyente. ¿Se siente más cercana a ese proyecto, aboga por un espacio común que actualmente no ha sido posible con Compromís?
Ésta es una práctica habitual que se viene haciendo, sobre todo en los partidos en el eje de la izquierda, y en el Botànic la relación ha tenido que ser fluida. Y es además muy sana porque viene bien oxigenar la política de vez en cuando con gente de otra organización. Ha sido muy habitual ver a diputados de Podemos en congresos de Compromís, en Iniciativa del Poble Valencià por ejemplo; ha sido común ver a Mireia Mollà haciendo actos con En Comú Podem o con otras confluencias del Estado. Simplemente ha sido una relación fluida y en mi caso venían compañeros con los que he estado compartiendo instituciones, que venían a hablar de su experiencia en la institución y fui como alguien más del público. Fue una invitación sin más.
¿En estos cuatro años cabe la autocrítica a su gestión en esta legislatura?
Al comienzo de la legislatura tuve la sensación de tener cierto complejo porque por mi perfil en principio no estaba en el plan que alguien como yo estuviera en una institución como las Corts. Y esa postura me hacía tener cierto medio de mí misma, pero eso fue muy al principio. Al mes ya estaba tranquila trabajando y haciendo todo lo que podía.
Y en caso de ser elegida y de repetir Compromís en el gobierno, ¿se ve con mayor responsabilidad?
Para mí ahora mismo no hay cartera más grande que estar en el parlamento valenciano. Es la institución sobre la que tiene que girar toda la política valenciana al ser el espacio en el que toda la ciudadanía está representada. No hay nada más grande que eso y supone todo un reto ponerle todas las ganas e intentar liderar el sur que cada día se levanta, se hace a sí mismo y trabaja por ser valiente y estar siempre en la picota de la política valenciana.
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