'Operación Onkel': un millar de “piezas arqueológicas” intervenidas por la Guardia Civil provenían de “vertederos”
Un millar de “piezas arqueológicas” fueron halladas en un domicilio particular de Guadassuar, una localidad de la comarca valenciana de la Ribera Alta, durante una operación por tráfico de drogas. Así presentó la Guardia Civil la 'Operación Onkel', en la que un hombre de 68 años fue detenido acusado de los presuntos delitos contra el patrimonio histórico, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas. Sin embargo, la jueza instructora ha dictado el sobreseimiento provisional de la causa. Ni tráfico de drogas ni restos arqueológicos de los siglos XII y XVIII.
El informe encargado por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Valencia del Instituto Armado a técnicos especializados concluye que las piezas halladas “no han sido producto de expolio en yacimientos arqueológicos”. “Más bien”, agrega el informe al que ha tenido acceso elDiario.es, “llevan a pensar en su recuperación en vertederos o zonas de expurgo de materiales arqueológicos”.
El detenido “debe formar parte de un grupo de aficionados que se intercambian materiales (pequeños fragmentos) arqueológicos”, apostilla la comunicación de una alta funcionaria de la Conselleria de Educación, Cultura y Deportes remitido al juzgado de Alzira.
Durante el registro, los agentes localizaron “restos arqueológicos de cerámica” como azulejos, vasijas y cuencos que, según la nota de prensa de la Guardia Civil del pasado 16 de julio, “datan entre los siglos XII y XVIII”. “Algunas de las piezas se encontraban dispuestas sobre mesas de trabajo para su clasificación y restauración, mientras que otras se encontraban ya restauradas y expuestas en diferentes zonas del domicilio”, agrega.
Sin embargo, la instructora no ve “debidamente justificada” la perpetración del supuesto delito contra el patrimonio histórico, según reza el auto de sobreseimiento provisional de la causa. Tras el registro de la vivienda, efectuado el pasado 30 de mayo, los agentes contactaron con la Unidad de Inspección de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, que ordenó el traslado de las 79 cajas de plástico que albergaban las piezas al Museo Municipal de Alzira.
El Equipo de Policía Judicial, “dada la escasa formación” en este tipo de hallazgos, se coordinó con el departamento de Cultura de la Generalitat Valenciana, cuyos técnicos asistieron a los investigadores en un segundo registro el pasado 1 de junio, según detalla el oficio de la Guardia Civil.
Los técnicos se incautaron de los restos concluyendo en un primer momento que poseían “valor arqueológico”. Así, la instructora requirió a Cultura un informe sobre el hallazgo que determinara los yacimientos de los que procedía. El inventario de las piezas fue solicitado al arqueólogo municipal de Paterna, ya que la mayor parte del material tenía “aparentemente una clara procedencia de los alfares y testares” de la localidad valenciana.
El experto se desplazó durante el mes de agosto a las instalaciones del Museo de Alzira para llevar a cabo los trabajos de inventariado. Los fragmentos cerámicos “a priori” procedían de Paterna y pertenecían al periodo bajomedieval.
Sin embargo, “la realidad distaba mucho de esa apreciación inicial dado que nos encontramos con materiales de diferentes cronologías y procedencias, algunas tan alejadas de nuestro entorno geográfico como la cerámica de la Edad del Hierro de Cuevas del Valle en Ávila”, concluye el arqueólogo municipal. La 'Operación Onkel' ha quedado en nada.
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