La simbiosis que impulsa el futuro

Valencia ya no aspira a ser un referente en innovación tecnológica: ya lo es. Con la octava edición de VDS, nuestra región ha vuelto a situarse en el mapa mundial de la innovación, reuniendo a más de 12.000 profesionales, líderes globales, inversores y fundadores procedentes de 120 países. Más allá de las cifras, lo verdaderamente relevante es lo que simbolizan: la consolidación de un modelo de colaboración y propósito compartido que hace de Valencia un laboratorio global de transformación.

El lema de esta edición, “Collaborate Today. Transform Tomorrow”, resume una filosofía que está cambiando la manera en que entendemos la innovación. La tecnología por sí sola no cambia el mundo: lo hacen las personas cuando cooperan, cuando conectan conocimiento y valores, cuando convierten los retos globales en oportunidades colectivas.

La palabra que ha vertebrado esta edición de VDS, Simbiosis, refleja precisamente ese espíritu: la simbiosis entre startups, scaleups, inversores y corporaciones; entre financiación pública y privada; entre los distintos agentes del ecosistema; entre la sociedad civil y las instituciones. Una relación en la que cada parte aporta lo mejor de sí misma para generar un impacto común. Este modelo colaborativo explica por qué Valencia se ha convertido en un espacio fértil de soluciones frente a desafíos como el cambio climático, la transición energética, la ciberseguridad o la sostenibilidad urbana.

La historia reciente nos ha recordado la importancia de esa unión. La DANA que azotó nuestra región en 2024 dejó una profunda huella en la sociedad valenciana. Desde el ecosistema tecnológico se impulsaron iniciativas como Alcem-se de Marina de Empresas, Startup Valencia DANA Help o Adopta un Colegio, entre muchas otras, que canalizaron la solidaridad de startups, empresas e instituciones para recaudar fondos destinados íntegramente a los afectados. Aquella experiencia nos enseñó que la resiliencia debe formar parte del diseño mismo de cómo innovamos.

En esta edición, VDS ha rendido homenaje a aquella ola de solidaridad y ha hecho visible un mensaje poderoso: la tecnología es una herramienta al servicio del ser humano, y su impacto sólo será positivo si está guiado por valores. Este enfoque se ha visto reflejado también en iniciativas como Woman Paint Too, liderada por la científica Pilar Mateo, vicepresidenta de Impacto de Startup Valencia, que reivindica el papel de la mujer en la ciencia y la tecnología, y nos invita a transformar la adversidad en acción.

Durante dos jornadas intensas, más de 600 ponentes, entre ellos fundadores de unicornios globales y referentes de la innovación internacional, compartieron su visión sobre los grandes temas de nuestro tiempo: la inteligencia artificial, la salud y la longevidad, el futuro del trabajo, el deeptech, la defensa o las ciudades inteligentes. Todo ello desde una perspectiva transversal y centrada en las personas.

Porque de eso trata la simbiosis: de comprender que el progreso no se construye desde la competencia, sino desde la cooperación. Que la innovación no puede estar desconectada del propósito humano. Que las ciudades del futuro serán sostenibles y resilientes solo si sabemos articular ecosistemas donde empresas, instituciones y ciudadanía remen en la misma dirección.

VDS 2025 ha sido el reflejo de esa nueva forma de entender la innovación. Una cita que trasciende el formato de evento para convertirse en una experiencia y un movimiento global. Y desde Startup Valencia seguimos trabajando en esa línea: para que la comunidad emprendedora siga creciendo, para que el ecosistema startup se fortalezca, para conectar talento, inversión e impacto positivo. Pero, sobre todo, para demostrar que el futuro no se define en solitario.