El propietario del Bingo de Burjassot cercano a centros educativos dice que cumple la ley y tiene los permisos del ayuntamiento
El Bingo Burjassot abierto a inicios de este mes y que se ubica justo frente al IES Comarcal y a un centenar de metros del CEIP Villar Palasí “cumple la ley y cuenta con todos los permisos del ayuntamiento, y por eso está abierto”. Así de tajante se muestra el propietario de la sala, Rafael Benlloch, tras las propuestas que se produjeron la semana pasada ante sus puertas y en las que llegó a participar el alcalde de la ciudad, Rafa García, y su equipo de gobierno.
Para empezar Benlloch afirma que se cumple la Ley del Juego de la Generalitat Valenciana porque en la fachada del local únicamente pone que es un bingo “y no hay ninguna imagen ni ningún cartel que incite al juego, como prohíbe la ley”, además explica que “hay un estricto control de acceso, por lo que ningún menor puede pasar de la puerta, y ni siquiera se puede ver hacia su interior”.
El propietario asegura que este problema lo ha generado un vecino que vive sobre el local “pese a que lo tengo completamente insonorizado”, pero especialmente señala que “lo que me mató fue que el alcalde de Burjassot participara en las protestas y descarga toda responsabilidad en la Conselleria, cuando él mismo ha firmado permisos para la apertura del bingo”.
Benlloch hace una cronología de la apertura de la sala explicando que se impulsó en 2019 y entonces en el mes de mayo ya obtuvo el certificado de compatibilidad urbanística cono el “visto bueno del señor alcalde”, paso previo necesario para la tramitación en la Conselleria. No obstante pocas semanas después explica que se paralizó el proyecto desde el ayuntamiento, paralización que duró un año y que después se tuvo que desbloquear. A continuación se realizaron las obras del local y el pasado mes de septiembre de 2021 Benlloch señala que ya obtuvo la licencia municipal de apertura, lo que le permitió abrir las puertas en octubre.
Ante esta situación el propietario insiste en que cumple la ley, que puede abrir en el centro de la ciudad porque la normativa de Burjassot lo permite, “en otras localidades está regulado que este tipo de locales, así como sex-shops o tanatorios tienen que ubicarse en polígonos industriales, pero aquí no”. Con todo Rafael Benlloch afirma que tiene continuas inspecciones de la policía autonómica para certificar que se cumple la ley, mientras señala que “los peligros reales están en el juego on-line, donde cualquier menor puede acceder fácilmente poniendo un DNI de un adulto, sin mayor control de acceso, no como nosotros que lo hacemos de forma presencial”.
Finalmente Benlloch afirma que las protestas “están coartando a mi clientela” y advierte que “demandaré a las AMPAs que organizan estas protestas si me siguen extorsionando”.
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