Un estudio revela que toda la población valenciana respira aire contaminado
Elevadas temperaturas y la prolongada sequía. Estas han sido dos de las principales causas por las que la totalidad de la población valenciana respiró el año pasado aire contaminado.
Así lo recoge un informe elaborado por Ecologistas en Acción que analiza los datos recogidos en de las 69 estaciones oficiales de medición instaladas en toda la Comunitat Valenciana, según el cual, los contaminantes que mayor incidencia presentaron en 2017 fueron el ozono troposférico, seguido por las partículas PM10 y PM2,5.
El mencionado documento establece que estos contaminantes provienen principalmente de los óxidos de nitrógeno emitidos por el tráfico rodado que circula por las cuatro aglomeraciones (València, Alacant, Castelló y Elx) y por las carreteras interurbanas.
Además, añade que también contribuyen de forma más puntual las diversas áreas industriales, destacando la zona cerámica de Castellón, la cementera de Sagunto, la refinería de Castellón y la fábrica de automóviles de Almussafes (Valencia).
En cuanto al ozono troposférico, 340.000 valencianos viven en zonas que superan los límites legales (el 7% de la población), y la totalidad del territorio está expuesto a niveles de ozono que dañan la vegetación.
Resaltan los datos del informe de la estación de Morella (Castellón) que ha registrado mala calidad del aire en casi uno de cada dos días del año, mientras en la estación de Zarra (Valencia) se ha superado la recomendación de la OMS en dos de cada tres días, la peor situación en el Estado Español.
En cuanto a los puertos destaca la situación en el Port d’Alacant, que supera el valor límite diario de PM10 desde su entrada en funcionamiento en agosto, poniendo de manifiesto el problema con el movimiento de graneles que repercute severamente sobre la calidad del aire de las áreas residenciales cercanas.
Respecto al puerto de Valencia, la autoridad portuaria no ha facilitado los datos de su estación de medición, por lo que no han podido ser incorporados al informe.
Durante el mes de noviembre se produjo un episodio muy persistente de contaminación por partículas PM10 en la aglomeración de València, atribuido por las autoridades a la quema de paja de arroz en la Albufera.
Según Ecologistas en Acción, el cuadro general es el de unos elevados niveles de contaminación por ozono troposférico que afectan a todo el territorio
Como consecuencia, toda la población valenciana respira un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, 340.000 valencianos viven en zonas que superan los límites legales (el 7% de la población), y la totalidad del territorio está expuesto a niveles de ozono que dañan la vegetación.
A mediados de 2013, la Generalitat Valenciana procedió a aprobar el plan de mejora de la calidad del aire de la aglomeración de València, referido a las superaciones del valor límite de NO2, cuyos resultados en el año 2017 parecen haber sido apreciables.
La organización ecologista ha comentado que las aglomeraciones de Alacant y Castelló ya contaban con sus propios planes, identificando como parámetros críticos PM10, PM2,5, NO2 y/o SO2. Las insuficiencias de dichos planes aparecen reflejadas en el apartado del informe sobre Planes de Mejora de la Calidad del Aire.
“No se tiene conocimiento de la elaboración ni aprobación por el Gobierno autonómico de ningún plan de mejora de la calidad del aire, referido a las superaciones del valor objetivo legal de ozono en las estaciones y zonas señaladas”, han asegurado.
En respuesta a la solicitud de redacción de dichos planes autonómicos de mejora de la calidad del aire realizadas por Ecologistas en Acción, la Generalitat Valenciana alega en febrero de 2016 y abril de 2017 que “la estrategia de reducción del ozono es complicada”, que el cumplimiento de los valores objetivo no es obligado y sólo vincula a las autoridades competentes a tomar “todas las medidas necesarias que no conlleven un gasto desproporcionado”, que “la situación de los elevados niveles de ozono afecta a gran parte del territorio del Estado español, con una importante contribución de fondo que limita por tanto el margen de actuación a escala local” y que “se ha solicitado en sucesivas ocasiones que el Ministerio de Medio Ambiente, elabore un Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire para este contaminante”.
Finalmente, el Ayuntamiento de València aprobó en 2017 un Protocolo de medidas a adoptar durante episodios de alta contaminación por NO2 o PM10, incluyendo medidas informativas y restricciones al tráfico según matrículas pares e impares.
Fue aplicado por primera vez durante el episodio de partículas del mes de noviembre, limitada a las medidas informativas y una vez el episodio acumulaba más de una semana de duración.