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Aparcamiento compartido, radares de velocidad y buses eléctricos: València prepara 14 medidas para atajar el ruido del tráfico

Radares de tráfico en la ciudad de Valencia.

Carlos Navarro Castelló

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El ruido del tráfico rodado la principal fuente de contamicación acústica de València. Para tratar de ubicar y atenuar este problema, el Ayuntamiento de València realiza cada cinco años el mapa estratégico del ruido, un documento que localiza los diferentes focos en esta materia según sea su procedencia. Entre cada mapa que se elabora, se aprueban además planes de acción para tratar de atenuar el problema, un conjunto de medidas que todo ayuntamiento o entidad que elabora un mapa del ruido tiene que aplicar en base a la Directiva Europea 2002/49/CE y a la ley Estatal 37/2003 del ruido.

La junta de Gobierno local del Ayuntamiento de València aprobó este viernes los planes de acción (documento completo al final de la información) que marcan los objetivos y medidas a adoptar en los próximos años. Además, ultima la actualización del nuevo mapa del ruido, que estará vigente hasta el año 2027.

El objetivo del plan de acción que se aprobó este viernes es actuar de manera continuada en la reducción de la contaminación acústica en Valéncia, mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos, así como afrontar de manera global las actuaciones que permitirán gestionar de un modo integral la problemática del ruido.

En él se identifican las 37 actuaciones prioritarias, 14 de ellas relacionados con el tráfico rodado, de forma que se establecen medidas preventivas y coerectivas, a la vez que se protegen las llamadas zonas tranquilas.

Valorando las afecciones de los diferentes emisores a partir de la información que aporta el mapa del ruido se han definido ocho ejes estratégicos sectoriales: movilidad urbana, desarrollo urbano, obras y edificación, actividades de ocio, actividades industriales y comerciales, zonas tranquilas, concienciación ciudadana, otros servicios municipales y estrategias Smart City.

En lo que respecta al tráfico rodado, al ser el principal foco de ruido, es el eje donde más medidas se han establecido, un total de 14 propuestas entre las que destacan: creación de zonas de aparcamiento para residentes, mejora de la carga y descarga en la ciudad que permita mejores soluciones logísticas que garanticen un eficaz suministro diario de productos, sin comprometer el entorno, la habitabilidad, y la calidad de vida de los residentes.

Otro aspecto a destacar es la mejora de la red de transporte público del EMT, con medidas como la reordenación de la red de autobuses y su accesibilidad, así como la eletrificación de la flota, con el fin de reducir el número de vehículos privados y así reducir también el ruido ambiental. También la instalación de radares, no necesariamente con carácter sancionador, sino informativo con el fin de disuadir los excesos de velocidad.

En cuanto al aparcamiento, se propone la mejora de la organización del aparcamiento de motocicletas, la reducción de plazas en superficie el centro histórico para disuadir que se acceda en vehículo privado, la creación de aparcamientos disuasorios y la potenciación de formas de aparcamiento alternativo como iniciativas de parking compartido: con ayuda de las nuevas tecnologías esta tarea es más sencilla, ya que se pueden poner en funcionamiento aplicaciones móviles que facilitan al usuario compartir su plaza de aparcamiento.

Protección de zonas tranquilas

Una de las novedades del documento aprobado es la estrategia para la protección de zonas tranquilas. El Ayuntamiento de València ha desarrollado un estudio con el objetivo de evaluar el grado de confort acústico o tranquilidad de diferentes espacios urbanos utilizados por la ciudadanía como son el jardín del Turia, parques de distrito como el de Cabecera, Oeste, Manuel Granero, Jardines del Real o Monfort.

Así como zonas céntricas como la plaza de Mosell Sorell y el entorno del antiguo Hospital con el fin de ampliar el proyecto en al menos una zona por distrito. De esta manera se establecerán incitativas para su gestión y protección, así como concretar medidas, no solo para mantener un nivel bajo de ruido, sino también para reducir los niveles donde sean más elevados. Especial mención merece la Albufera por su valor ambiental y paisajístico, que actúa como pulmón verde de la ciudad.

Otra novedad son las estrategias Smart Cities con medidas de comunicación, participación y concienciación para la prevención del ruido con el espaldarazo de tecnologías innovadoras como el Geoportal y la AppValencia, así como medidas para mejorar los servicios digitales en la gestión del ruido.

La importancia de este documento es muy relevante puesto que condicionará las actuaciones futuras y supone una continuidad a planes de acción anteriores con medidas que ya están integradas como la instalación de pavimento fonoabsorvente en todas aquellas renovaciones de viales y pasos subterráneos y las acciones de peatonalización de la ciudad, la reducción y calmado del tráfico y la mejora de la red ciclista.

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