Valencia apuesta por una alimentación escolar sostenible
Valencia, capital mundial de la Alimentación en 2017 y una de las ciudades firmantes del Pacto de Milán sobre políticas de alimentación urbana sostenible, camina hacia la alimentación escolar sostenible. Al menos, en lo que a las escuelas municipales se refiere. Así, en tres comedores escolares de Valencia -los de los colegios públicos municipales Santiago Grisolía, Fernando de los Ríos y Benimaclet- se ha puesto en marcha un proyecto piloto que pretende iniciar esa transición hacia la alimentación sostenible, apostando por la proximidad en el origen de los alimentos.
De este modo, el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (Cerai) -una ONG “de carácter laico, progresista e independiente especializada en el desarrollo rural y pesquero sostenible bajo el enfoque de la soberanía alimentaria”- ha puesto en marcha una iniciativa pionera de cara a hacer posible esta transición: 'La sostenibilitat al plat'. Para ello, explican, es necesaria la complicidad de todos los actores implicados: el profesorado, las empresas de cáterin, los monitores, los padres y, especialmente, el alumnado. El objetivo, sensibilizarles sobre la necesidad de apostar por una alimentación sostenible, basada fundamentalmente en criterios de proximidad.
“En el comedor escolar solemos encontrar alimentos de fuera de temporada, que han recorrido muchos kilómetros antes de llegar al plato, que vienen envasados y precocinados, etc. En la medida en que los sustituyamos por alimentos locales, frescos y de temporada estaremos apostando por la salud del alumnado y del planeta”, explica Sarai Fariñas, técnica de Cerai responsable del proyecto, quien también llama la atención sobre la necesidad de desmitificar el consumo masivo de carne.
Así, apunta, se trata de decidir qué comer y cómo comer, “tenemos la huerta, con productos de primera calidad, próximos y a unos precios asumibles, y a menos de dos kilómetros de nuestros colegios”.
Precisamente, el coste es uno de los factores importantes para el desarrollo de este programa. Para ello, se realizará un estudio de viabilidad, teniendo en cuenta el coste de estos productos respecto a los que actualmente se utilizan: “Tenemos que ver qué posibilidad hay de ajustar los precios al coste actual del servicio”. “De momento, hemos encontrado a las empresas que llevan la restauración en estos tres centros muy receptivas y colaboradoras, les ha encantado el proyecto y están concienciadas”, apunta Sarai Fariñas, quien considera: “Hemos tenido mucha suerte”.
Fase de diagnóstico
'La Sostenibilitat al Plat', que fue presentado el pasado domingo en Valencia en el mercado 'De l'horta a la plaça' de la mano de Abel Esteban, coordinador de Comedores Sostenibles de la Cooperativa Garúa de Madrid, y de representantes de las tres escuelas implicadas, se encuentra actualmente en fase de diagnóstico y formación a través de charlas y talleres en las que también se pretende recoger las propuestas de profesores, alumnos, padres, personal de cocina, monitores, etc., que puedan servir para mejorar el sistema.
Posteriormente, se pondrá en marcha en cada uno de los tres centros un consejo alimentario escolar, donde se abordará la creación de una estrategia alimentaria sostenible en la escuela: Qué tipo de comedor queremos. La creación de estos consejos, prevista para octubre, es el final de esta fase del proyecto: “Nosotros les ofrecemos las herramientas para poder implementar los comedores sostenibles, se sientan las bases. A partir de ese momento, el siguiente paso no depende de nosotros, sino del ayuntamiento y de las empresas de cáterin”.
Fariñas se muestra esperanzada en que esta transición pueda continuar, de modo que se proporcione a los alumnos una alimentación con productos ecológicos y de proximidad, tal y como ya sucede en algunos lugares del País Vasco, Catalunya o Aragón. De momento, el primer paso se está dando.