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“Una intervención militar en Siria solo servirá para lavar caras, no para salvar vidas”

Aitor Zabalgogeazkoa, representante de Médicos Sin Fronteras en Siria.

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

Aitor Zabalgogeazkoa acude periódicamente a trabajar a Siria como representante de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF). Desde 2003 lleva pasando varias temporadas en un país que vive “el conflicto bélico más letal del mundo”. Como jefe de equipo de una unidad de Médicos Sin Fronteras, la mayor organización humanitaria independiente de ayuda sanitaria del mundo, Zabalgogeazkoa ha visto “de todo” en Siria. “Estamos al límite de nuestra capacidad, no hay el más elemental respeto por las leyes de la guerra. Cada día mueren 5.000 personas y se bombardea de manera indiscriminada a la población civil y a los hospitales”. La posibilidad de una intervención militar de varios países para retirar las armas químicas usadas contra los civiles es contemplada con escepticismo por Zabalgogeazkoa. “Una intervención militar en Siria solo servirá para lavar caras, no para salvar vidas”, asegura el representante de MSF, quien ha comparecido ante la comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco para informar a los grupos sobre los pormenores de la guerra en Siria.

Pregunta. Ha estado en Siria como jefe de equipo durante varios meses y en diferentes años. La útima vez este mismo año. ¿Es posible algún tipo de solución a corto plazo?

Respuesta. No lo creo. Siria es el conflicto bélico más letal de los últimos 30 años. Hay que retrotraerse al genocidio de Ruanda para comparar la letalidad de la guerra. Más de 5.000 personas mueren cada día y otras 5.000 se tienen que exiliar. En dos años y medio de conflicto ya se han contabilizado más de 115.000 muertos. Uno de cada cuatro sirios ha tenido que abandonar su casa. No existe ningún tipo de respeto por las leyes de la guerra por parte de los dos bandos contendientes. Todos se involucran en matanzas indiscriminadas porque se ha convertido en una guerra de supervivencia. Saben que ceder ante el adversario es cavar su tumba. Se bombardean escuelas, hospitales, áreas urbanas densamente pobladas, se sacrifican aldeas....Hay seis millones de desplazaDos en una población total de 21 millones. Estamos ante cifras apocalípticas.

P. ¿Son muchas guerras las que conviven en el conflicto sirio, superponiéndose a la civil propiamente dicha?

R. Sí. Hay una guerra civil a la que se suma una religiosa y una sectaria, qué esta siendo alimentada y multiplica el efecto de agresión.

P. ¿Cree que es suficiente el esfuerzo diplomático para terminar con el uso de armas químicas o aboga por la intervención militar?

R. ¿Por qué ahora sí una intervención y antes no? Los ataques químicos han provocado 355 muertos, pero la guerra contabiliza ya más de 115.000. ¿Por qué a esos 115.000 no se les da la misma importancia que a los fallecidos por un ataque químico? Lo importante ahora no es solo que se concentre el esfuerzo en impedir el uso de las armas químicas, sino también en facilitar ayuda humanitaria a todos e impedir la violencia contra los civiles. La intervención militar solo servirá para lavar la cara de los países, pero no salva vidas. De hecho, lo que hacen las intervenciones militares, por lógica, es matar más gente. En el caso de Siria, una intervención militar debido a las armas químicas no va a tener ningún efecto beneficioso para la población Siria.

P. ¿Respetan los combatientes la actuación de Médicos Sin Fronteras?

R. Se dispara contra todo. No hay ningún tipo de respeto por ninguna de las dos partes en conflicto por las leyes de la guerra. Los hospitales son bombardeados, el Gobierno sirio no nos deja operar y en la zona donde trabajamos, la ocupada por la oposición, los problemas también son constantes con las diferentes facciones.

P. En esas condiciones, ¿MSF se podría plantear la retirada del país al igual que lo hizo en Somalia?

R. Por ahora creemos que podemos operar, pero está dentro de las posibilidades que nos vayamos. Trabajamos en la zona de la oposición porque el Gobierno sirio no nos deja trabajar en su área de influencia. La situación es caótica y de una enorme complicación para poder llegar a acuerdos con todas las facciones que integran la oposición. Nos concentramos en nuestro principal valor, que son los hospitales de campaña. Cuando llegamos a los sitios nos comemos dos horas de bronca, una vez que la población expresa sus frustraciones se dan cuenta del trabajo que hacemos. Nuestros voluntarios arriesgan su vida en esta guerra.

P. ¿El sistema sanitario del país está completamente inutilizado?

R. Antes de la guerra, Siria tenía un sistema eficaz. Hoy está completamente inutilizado. Los servicios de farmacia se encuentran colapsados, los médicamentos entran de contrabando, muchos médicos sirios se han ido del país. Lo que llamamos hospitales son en realidad sótanos ensangrentados, escuelas o centros comerciales adaptados. Los dentistas hacen de cirujanos y los albañiles de traumatólogos porque son los únicos que saben enyesar. Las enfermedades infeccionas están fuera de control. Ese es el panorama.

P. ¿Cuánto tiempo de guerra queda?

R. El Gobierno sirio es un elemento crítico respecto a la destrucción de las armas químicas y teniendo en cuenta que hay un calendario establecido, las posibilidades de que haya otras presiones para que la guerra coja otro curso y les obliguen a negociar se alejan. La solución se presenta muy difícil porque se trata de una guerra central al ideario musulmán. Ese aspecto le da una enorme ferocidad al enfrentamiento.

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