Aplazado “por seguridad” un gran evento de magia en la terraza de La Vaguada después de denuncias por falta de licencia
Se acaba la magia en la terraza de La Vaguada... al menos de momento. El espectáculo Hangar 52, comandado por El Mago Yunke, tenía previsto comenzar a rodar el pasado fin de semana en la azotea del centro comercial. En concreto, en un recinto de reciente creación conformado por varias carpas y bautizado como GTM Espacio La Vaguada. Tres funciones iniciales del 14 al 16 de noviembre, con la curiosidad de que la primera de ellas incluía 200 invitaciones a personas pelirrojas (aunque en realidad bastaba con acudir teñido o con peluca). Las sesiones, sin embargo, han sido canceladas. También las de las semanas venideras: la venta de localidades ha quedado cancelada hasta el 18 de diciembre.
La suspensión llega unos días después de que este medio publicara nuevas informaciones sobre la falta de permisos de los conciertos y eventos que acoge la terraza de La Vaguada, denunciados además por excesos de ruido que reportan los vecinos. Precisamente uno de estos residientes desmiente que la puesta en marcha de esta nueva iniciativa vaya a ser tan sencilla como la dibujan sus responsables: “La realidad es que a fecha de hoy no tienen licencia porque Bomberos ha dicho que las medidas actuales no son adecuadas por lo que respecta a la seguridad”.
Un comunicado de la Asociación Vecinal La Vaguada Es Nuestra ha detallado que, desde septiembre, informaron a la productora de El Mago Yunke de que “según informes municipales la azotea de La Vaguada no es un espacio seguro para este tipo de espectáculos: no está diseñada para ello ni dispone de medidas adecuadas de protección y evacuación para un gran aforo”. Apostillan que a fecha del pasado lunes “la propia Agencia de Actividades, en un correo estándar, nos ha reconocido que la licencia sigue en tramitación”.
Desde la organización del evento apelan en un comunicado a “motivos técnicos ajenos tanto al recinto como a El Mago Yunke” y avazaban en un primer momento que el objetivo es “reabrir con total normalidad el 20 de noviembre”, antes de que el propio Mago Yunke confirmase a Somos Madrid el bloqueo de la venta de entradas hasta el 18 de diciembre. Puntualizan que han iniciado “el proceso de reembolso automático de todas las compras”. Las entradas tienen precios que oscilan entre los 35 y los 63 euros.
La paralización de las funciones ha causado numerosas quejas entre las personas que iban a asistir a ellas, como puede comprobarse en las respuestas a la publicación de El Mago Yunke en la que avanzaba las cancelaciones. “Una vez que me toca algo y me lo cancelan cuatro horas antes con hotel, tren y todo pagado de categoría. Ahora sin poder verlo ya”, lamenta un comentario de Instagram. “Entradas para mañana desde hace meses y el día de antes... aplazado, cancelado o depende dónde mires. Realmente algo mágico”, protesta otro usuario.
Residentes cercanos a La Vaguada dan más datos sobre los avisos que dieron a los responsables del evento: “El 22 de septiembre contactamos con la promotora de El Mago Yunke. Nos dijeron que no tenían información de nada de todo esto y que lo hablarían. No supimos más. Pero lo que está claro, es que al menos desde ese día sabían que no era legal, pero lo han llevado a tal extremo que el mismo día han sido incapaces de asumir ese riesgo de ilegalidad y para las personas y lo han suspendido dos horas antes”.
David de Lucas, vocal vecino de Más Madrid en Fuencarral-El Pardo, relata que “la azotea no es un lugar correcto para eventos” y considera que “da miedo como está el espacio”. Cuenta cómo “se han caído chapas de recubrimiento de la carpa por encima de las velas y los cables tensores de las velas de La Vaguada han hecho un agujero entran dentro de la estructura de carpa, por debajo de las gradas”, aspectos sobre los que adjunta fotografías. “La salida de emergencia incumple todas las normativas, la plataforma es de madera y no accesible”.
En conversación con este medio, El Mago Yunke explica su versión de los hechos: “Los bomberos han hecho un requerimiento y están con ello. Se están subsanando los cambios solicitados. Lo primero es la seguridad, no podemos abrir ni actuar sin licencia”. Aclara que en este caso “los promotores son otra empresa”. Se trata en concreto de GTM La Vaguada, una compañía creada específicamente para potenciar los eventos en el centro comercial.
Ante las imágenes arriba adjuntadas, El Mago Yunke asegura que “el tema del desprendimiento de las piezas es falso” y recalca que no habrá molestias sonoras: “De momento solo hemos hecho pruebas de sonido. Vamos a colocar detrás un muro de 8 centrímetros de grosor para garantizar que no repercuta en la tranquilidad y el descanso de los vecinos”. No en vano, el ilusionista muestra su empatía con los residentes: “Entiendo a los vecinos. Si una discoteca empieza a molestarte y ahora no sabes que aquí llega un espectáculo familiar, te sientes preocupado. No sé cómo permiten abrir sin licencia”.
“No quiero trabajar sin permisos ni inspección previa de los bomberos, aunque hay que aclarar que nuestra maquinaria esté testada, es más un tema de mejorar las vías de evacuación”, añade El Mago Yunke, que extiende su comprensión a la plantilla del espectáculo o a los espectadores: “Me preocupa tener que aplazar esto, entre 15 y 20 familias vivimos de esto. La gente viene con su entrada de todas las partes de España, es una pena, pero el Ayuntamiento no te puede dar la licencia si no cumples toda la normativa. Se están devolviendo los importes de las entradas para quien lo solicita, en otros casos se guarda para acudir en futuras fechas. Mantendremos las fechas en cuanto tengamos licencia y luego reubicaremos las que no se hayan podido celebrar antes”.
“De hecho yo creo que se podría hacer este mismo viernes, pero tiene que pasarse el Ayuntamiento y los técnicos están muy ocupados porque hay muchísimos espectáculos en Madrid. Pienso que en dos semanas podríamos estar cumpliendo con todo. Hasta que no sea así, no se va a abrir”, expone el protagonista del show. “Mi intención es actuar cuanto antes y no causar problemas a nadie. Todo lo que está colocado ahí no lo he visto nunca, es superinsonorizado y cuidado, con paredes sólidas y dobles”, completa. No en vano, El Mago Yunke desliza un elemento que ha causado todavía más inquietud en el barrio: “Es una inversión para que sea un teatro permanente mucho tiempo, no la amortizan solo con mis actuaciones”.
Mi intención es actuar cuanto antes y no causar problemas a nadie. Todo lo que está colocado ahí no lo he visto nunca, superinsonorizado y cuidado. Es una inversión para que sea un teatro permanente mucho tiempo, no la amortizan con mis actuaciones
El edil presidente de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo, sugirió en el último pleno del distrito que los eventos en el teatro de la azotea serían puntuales. Las declaraciones del ilusionista apuntan en otra dirección. “Nos dijeron que sería temporal y seis meses, pero todo parece indicar que no será así”, trasladan desde La Vaguada Es Nuestra. Según David de Lucas, “parece que el concejal se ha metido a promotor para convetir La Vaguada en un eventódromo, cuando su función es ser concejal y no ser un conseguidor”.
El escrito de la Asociación Vecinal La Vaguada Es Nuestra recoge precisamente cómo la agrupación alertó al Consistorio de sus quejas sobre Hangar 52: “En una reunión con el concejal presidente trasladamos nuestras serias dudas de seguridad al ser un espectáculo con fuego, carpa para unas 700 personas, zona en obras, suelos irregulares y accesos y salidas estrechos que complican la evacuación”. Aseguran incluso tener constancia de “un informe del Cuerpo de Bomberos que recogía numerosas deficiencias en materia de seguridad y autoprotección en el montaje previsto”.
Desde el Ayuntamiento de Madrid trasladan a este medio que “existen conversaciones para que los organizadores del evento subsanen la falta de licencia, saben perfectamente que no pueden hacer nada sin ella y sin el visto bueno de la Agencia de Actividades”. Hablan de que “si se la saltarán habría que actuar”, aunque eso no sucedió en los conciertos de este verano en la terraza. Estas fuentes municipales apostillan que la licencia, en caso de concederse, será “temporal, ya que es la que se ha solicitado”.
Los conciertos de La Vaguada: falta de permisos y exceso de decibelios
El traspiés de estos espectáculos llega después de una agria controversia por los eventos musicales sin licencia y con niveles de ruido por encima de lo permitido en la terraza de la Vaguada. Según la documentación consultada por este periódico, la iniciativa de conciertos Rita's Paradays comenzó a desarrollarse en la azotea sin esperar al dictamen municipal sobre la licencia solicitada y continuó llevándose a cabo cuando la petición de permiso fue denegada. Los conciertos terminaron, solo por esta temporada y solo por esta marca en particular, el pasado 28 de septiembre.
Además, en el local se produjo una inspección donde un técnico de la Agencia de Actividades (organismo dependiente del área de Medio Ambiente que vela por la correcta aplicación de las licencias) constató que en la cubierta se instalaron equipos de música no permitidos por legislación. Pese a ello, ni agentes de la Policía Municipal ni el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida intercedieron para poner fin a los actos musicales.
La Agencia de Actividades certificó que los promotores estaban incumpliendo las ordenanzas y les requirió no hacerlo. Además, esta entidad puso de manifiesto que la azotea de La Vaguada no contemplaba entre sus usos el de actividad comercial, por lo que la instalación no está preparada para la evacuación de emergencia. Pese a ello, ni la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo ni La Vaguada han tomado medida alguna. La actividad ha seguido hasta finales de septiembre y los promotores han anunciado que Rita's vuelve en febrero, a la espera de posibles eventos de otras promotoras antes, como el caso de estos espectáculos de magia.
“La Policia Municipal contestaba, a requerimientos de vecinos o incluso de concejales del Ayuntamiento, que todo estaba conforme”, denunciaba un residente del entorno en declaraciones a este periódico. En el barrio el enfado es mayúsculo tanto con las autoridades policiales como con el Consistorio. Hablan de “dejación de funciones” por ambas partes.
Dos escritos de respuesta enviados al vecino denunciante desde la comisaría integral de Fuencarral-El Pardo escenifican la forma en la que los agentes municipales encararon la investigación. El primero, fechado el 9 de julio, indica que “se ha realizado un seguimiento durante el cual se ha acudido al lugar indicado en varias ocasiones sin detectar la problemática descrita”. Apostillan asimismo que “en la azotea del centro comercial hay también otras dos terrazas con música”. El segundo, en septiembre, detalla que el fin de semana del 19 al 21 de septiembre “las patrullas de la noche no pueden acudir debido a comunicados de emisora directa”. El siguiente, del 26 al 28, “se giran tres visitas encontrándose los locales cerrados”. No obstante, vecinos de la zona han acreditado que esos días la azotea acogió eventos.
Según el expediente que ha podido analizar este diario, los promotores de Rita's Paradays presentaron la solicitud de licencia el 5 de junio. Apenas dos días antes de iniciar su actividad, cuando el Consistorio tiene un plazo de diez días para revisar las peticiones. El 12 de junio, después de que este diario publicara las informaciones sobre las quejas vecinales, los organizadores solicitan una declaración responsable para agilizar el proceso.
El 23 de junio, el Ayuntamiento de Madrid la deniega y expone con contundencia que los conciertos deben finalizar: “Examinada la declaración responsable, se comprueba que la misma no reúne los requisitos de carácter esencial establecidos en los artículos mencionados, por lo que nunca ha surtido efecto y la actividad no puede ejercerse”. Desde la Agencia de Actividades argumentan que la azotea no está diseñada para actividad comercial y no está garantizada la seguridad de las personas. Las mediciones sonoras alcanzaron los 78,4 decibelios, muy por encima de los niveles permitidos en horario nocturno para este tipo de espacios (limitadas a los 30 en el caso de eventos culturales).
Un centro comercial como alma de un barrio que lucha por mantener su esencia
Desde su inauguración en 1983, rodeada de polémica y de expectación al ser la primera instalación de este tipo en la Comunidad de Madrid, La Vaguada se ha convertido en un buque insignia del Barrio del Pilar y de todo el norte de Madrid. Un lugar de intercambio social y humano que ha construido la identidad comunitaria en esta zona del distrito de Fuencarral-El Pardo, por lo que no se trata de un espacio de este tipo como cualquier otro.
Así lo expone David de Lucas: “Hablamos de un sitio que fue Premio Nacional de Arquitectura. Que gracias a la presión vecinal y a la respuesta a ella del Ayuntamiento de Tierno Galván paró el proyecto original y consiguieron que el proyecto se adecuara al barrio, con menos bloques y espacios abiertos. La azotea quedó como una continuación del parque, un espacio privado de uso público. Es un diseño de los ochenta pero profundamente contemporáneo, ahora te lo firmaría cualquier arquitecto de sensibilidad moderna. Una muestra de verdadera colaboración pública-privada, no un sometimiento de la administración como el que vemos ahora”.
La Asociación La Vaguada es Nuestra se manifiesta en la misma línea: “Este movimiento nació para lograr que un barrio sin dotaciones tuviera espacios de uso público. Gracias al movimiento vecinal se pactó con Ayuntamiento y propietarios que la azotea del centro comercial fuera un espacio verde y transitable. Se impulsaron equipamientos que hemos venido utilizando como el centro de salud, la biblioteca, el centro cultural, el centro de mayores, polideportivos y un gran teatro en el parque. Hoy el distrito ya tiene suficientes espacios para la cultura y los espectáculos”.
“En La Vaguada contamos con el Gran Teatro Madrid, el teatro de gestión privada con la caja escénica más grande de la capital, más de 1.500 butacas en formato teatro y más de 4.000 personas en formato concierto. Lo que desde la Asociación no entendemos es que, a las mismas personas que se les concedió la rehabilitación de ese teatro, en lugar de abrir lo, se les permita montar unas carpas de dudosa legalidad, que llaman Gran Teatro de Madrid y que van a generar molestias a los vecinos en un espacio que el propio Ayuntamiento ya reconoció con la discoteca como de riesgo”, exponen.
Así, lo ocurrido en la azotea del edificio durante la pasada primavera y verano o el nuevo espectáculo planteado en las carpas de la terraza amenazan un frágil equilibrio entre negocio y colectividad. Un hito logrado también en parte gracias a la comunidad de comerciantes (la mayoría con negocios de proximidad) que durante décadas gestionó el recinto. El cambio en la administración en los últimos años es, según algunos vecinos, una de las causas del inesperado e “insoportable” despliegue musical que trastocó su descanso y su ocio a partir del 7 de junio. Unas molestias que esperan que se marchen tan rápido como aparecieron, casi por arte de magia.
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