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“Es un coche barato para un coleccionista, siempre va a ser el primero español en Le Mans”

Uno de los acusados en el 'caso Hiriko', José Luis Bengoechea, posando a la llegada del coche de Epsilon al concesionario de Echave

Iker Rioja Andueza

Con varias semanas de retraso por no haber sido capaz el juzgado de Vitoria de localizarlo, el conocido comentarista y experto automovilístico catalán Joan Villadelprat ha comparecido finalmente este martes y ante una gran expectación como testigo en el juicio mercantil por la quiebra del proyecto de coche eléctrico Hiriko, que se tragó unos 18,9 millones de euros en ayudas públicas como los 600.000 euros que costearon la compra de un prototipo de carreras sin motor de la escudería Epsilon Euskadi de Villadelprat, que también naufragó y que dejó a las arcas públicas otro agujero cercano a los 50 millones. Villadelprat, preguntado por el precio del monoplaza, tasado realmente en 60.000 euros y que los ingenieros del coche eléctrico nunca utilizaron para su trabajo, ha argumentado que esos 525.000 euros más IVA fueron “baratos” porque ese modelo tiene un alto valor “para coleccionistas” dado que “siempre va a ser el primer coche nacional que ha corrido en las 24 horas de Le Mans”.

Se da la circunstancia de que el gemelo de este prototipo fue vendido durante la liquidación de Epsilon por apenas 60.000 euros. Y que la reciente subasta judicial del modelo de la discordia dentro del concurso de acreedores de Afypaida, la sociedad “sin ánimo de lucro” que impulsó Hiriko, ha quedado desierta porque no hay compradores interesados en este coche de carreras a un precio de 60.000 euros. Sin embargo, Villadelprat ha insistido en que “en absoluto” es un precio “justo” esa cantidad y ha criticado que en la venta de los activos de Epsilon, el sueño vasco de tener una escudería de Fórmula 1, todo se tasase como si fuera “chatarra”.

“¿Precio? El que tú quieras. Depende del coleccionista que esté interesado y se enamore de este tipo de coche. Si fuera millonario, pagaría lo que fuera. Siempre va a ser el primer coche nacional que ha corrido en las 24 horas de Le Mans. Tiene un valor histórico”, ha repetido Villadelprat.

Precisamente el carácter de coleccionista de vehículos de uno de los promotores de Hiriko, el conocido empresario Jesús Echave, afín al PNV como el director general de Afypaida, Iñigo Antia, exconcejal en Vitoria por esta formación, ha motivado las sospechas de las acusaciones, que sostienen que el prototipo de Epsilon acabó en Hiriko -y pagado con dinero público- no precisamente por su utilidad. Durante el juicio, varios trabajadores han sostenido que el monoplaza nunca se llevó al taller y que se hallaba expuesto junto con otros coches clásicos de Echave en un edificio anexo.

Los acusados, sin embargo, han defendido que la utilidad del automóvil de carreras para el desarrollo de nuevas tecnologías del coche eléctrico, aunque Hiriko fue un utilitario urbano y no estuviera propulsado por un motor convencional de gasolina. En este sentido, Villadelprat ha explicado a preguntas de los abogados de los empresarios promotores, que se exponen en este juicio a la devolución a los acreedores de sumas importantes del dinero perdido, que el coche de Epsilon “no tiene nada que ver” con el 'city car' que era Hiriko pero que “sí” permitía sacar “ideas” para su desarrollo. “La tecnología que lleva a hacer un prototipo es muy específica. Las masas, los pesos, los materiales, ... Son conceptos que pueden servir claramente para un coche eléctrico o para uno de gasolina o diésel, para lo que quieras. Un prototipo no lleva absolutamente nada que no sea necesario. Se busca la optimización en todo y muchas cosas te pueden ayudar como ideas para desarrollar proyectos”, ha indicado.

Villadelprat también ha recordado que el proyecto Hiriko se empezó a desarrollar dentro de las instalaciones de Epsilon Euskadi en el parque tecnológico de Miñano, a las afueras de Vitoria. Los propios ingenieros de Villadelprat pasaron a Hiriko cuando quebró el proyecto de la Fórmula 1, ha recordado. “Era más que hacer un coche. Eran cuatro módulos y se ensamblaban. Era como un coche de Ikea, para hacerlo en casa. Estábamos ilusionados con esto”, ha señalado el catalán.

Terminada su declaración, uno de los acusados, Antia, el único presente en casi todas las sesiones, le ha estrechado la mano efusivamente al testigo. La sesión, la octava ya del proceso mercantil, ha continuado con la intervención de un perito. Sólo está pendiente la videoconferencia con el exresponsable de Mercedes-Benz y luego hombre fuerte de Hiriko, Armando Gaspar, que reside en Alemania. Los acusados han culpado a Gaspar de muchos de los pagos que tanto la Fiscalía como la administración concursal y el abogado del Estado ven injustificados y su testimonio puede arrojar luz antes de que el caso quede visto para sentencia en su rama mercantil.

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