El jefe de Policía Local de Alicante se enfrenta al Ayuntamiento y recurre por la vía judicial su jubilación forzosa
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El jefe de Policía Local de Alicante, el comisario principal José María Conesa, planta batalla al consistorio del PP y recurre por la vía judicial su jubilación forzosa. El alcalde Luis Barcala decretó el pasado marzo la marcha del hombre que lleva décadas al frente de la seguridad del municipio, que será efectiva el próximo agosto, cuando el comisario principal cumple los 65 años. El comisario principal ha recurrido al Contencioso el decreto de jubilación y ha reclamado medidas cautelares, entre las que incluye un desacuerdo por su periodo de cotización.
El responsable del Cuerpo municipal ya manifestó que no tenía intención de dejar el cuerpo, alegando que no había cumplido el mínimo de años cotizados, en un caso similar al del jefe de Policía Local de València. Conesa quiere prorrogar su tiempo en activo hasta los 67 años y señala, según ha podido saber elDiario.es, que no se han tenido en cuenta dos años de cotización de su etapa en el Ejército. La falta de cotización es la única excepción que la ley prevé para que los miembros de la Policía Local permanezcan en activo más allá de los 65 años, momento en el que se debe decretar su jubilación forzosa. Conesa presentó un escrito al ayuntamiento con la documentación por la que justificaba ese argumento, y agotada esta vía, ha recurrido a la judicial, según confirman fuentes municipales a elDiario.es. Este diario ha tratado de contactar con el comisario jefe sin éxito y el Ayuntamiento ha declinado hacer declaraciones.
El consistorio popular notificó al todavía jefe de Policía el pasado marzo la decisión, en un extenso decreto que alude a la legislación estatal y autonómica. El texto recalca que “la edad ordinaria de jubilación varía en función del alcance de determinados periodos cotizados, siendo esta la de 65 años o aquella que corresponda según el régimen transitorio, en el caso de no haber alcanzado el periodo señalado”. En 2025 el citado periodo de cotización es de 38 años y 3 meses. El consistorio realizó las consultas con la Seguridad Social, a la que se ha trasladado la cuestión, pero todavía no se ha resuelto, según apuntan fuentes conocedoras del proceso.
La marcha del comisario principal jefe deja al Ayuntamiento en una situación compleja. La falta de mandos, la punta de iceberg de la carencia de efectivos en el municipio, provoca que el relevo deba tener cuestiones de interinidad. Según apuntan fuentes municipales, la segunda plaza de comisario principal se amortizó en 2021 -estaba creada pero sin dotación presupuestaria-, y los tres comisarios con plaza en propiedad se han ido jubilando durante este año. La amortización de la segunda plaza de mando corrió a instancias de Conesa, a través de la comisión de Hacienda del Ayuntamiento, según fuentes del Cuerpo. Pero, además, toda la estructura de la cúpula de la Policía Local está en cuadros. Actualmente solo hay un comisario que tiene la plaza por proceso de mejora -un ascenso temporal por necesidades del cuerpo-, y actualmente se encuentra en proceso de concurso-oposición para consolidar su plaza. Se trata de Raúl Romero, quien fuera jefe de los escoltas de las exalcaldesa Sonia Castedo, que será nombrado jefe de Policía cuando Conesa se jubile. Dado que está un escalafón por debajo, el nombramiento tendrá carácter de interinidad.
En una de sus últimas intervenciones públicas, en la comisión municipal que fiscaliza las condiciones de trabajo del Cuerpo, el jefe puso de manifiesto la falta de efectivos humanos y materiales con los que cuenta, algo que lleva reiterando más de una década. Esta falta de efectivos, apuntó, hace que Alicante no cuente con el mínimo de mandos que prevé la legislación. De hecho, la ciudad no cuenta con ningún comisario principal con plaza en propiedad; los dos últimos se jubilaron este año y el municipio está en fase de concurso-oposición. Según se apuntó en la comisión, en Alicante faltan cerca de 200 agentes. Los sindicatos y los grupos políticos apuntan que la escala de mandos está totalmente destruida y que la ley de coordinación en materia de estructura mínima no se cumple.
Conesa accedió a la jefatura en 2009 de la mano de la entonces alcaldesa, la popular Sonia Castedo. Es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Murcia y comisario de Policía Local desde 1989. Forma parte del gabinete técnico de coordinación de Policías Locales, un órgano que asesora a la Conselleria de Emergencias e Interior en la legislación Policía Local. Fue cuestionado en 2022 por unas oposiciones en las que familiares o cercanos a personal del Ayuntamiento coparon las mejores notas, caso que quedó archivado.
El concejal de Compromís encargado de Policía, Rafa Mas, ha denunciado que “el PP siempre intenta controlar la administración interfiriendo en la misma. Claro ejemplo lo tenemos en la policía local, y los sucesivos escándalos que acumula: sospechas claras en los procesos de selección, que fue un escándalo a nivel nacional, condenas por la pésima gestión de este servicio, incumplimiento de la estructura mínima de la policía para controlar el servicio, miles de horas que se quedan sin atender por falta de efectivos, horas extras que no se contabilizan beneficiando presuntamente a ciertos agentes acólitos”.
El edil valencianista achaca los problemas del Cuerpo y el conflicto en jefatura a la gestión de Barcala: “Conesa, si quiere pedir explicaciones, que se las pida al alcalde. ¿Por qué Barcala sí que eligió a Julio Calero como conejal para aumentar su fecha de jubilación y por qué no lo hizo con él?”, expone el concejal de la oposición, que hace referencia a que el edil del equipo de gobierno y responsable de seguridad es también comisario de policía, aunque ya jubilado en el servicio.
“Al final la conclusión los que pasan por el aro de Barcala son premiados y los que se quejan no. Una muestra del manoseo de la administración”, concluye el valencianista.
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