Memoria y reconocimiento para el alcalde de Córdoba de hace 80 años
“Las puertas del Ayuntamiento, desde el día de hoy, estarán abiertas de par en par para todos los pobres de Córdoba; también los ricos serán bien recibidos, porque yo seré el alcalde de todos, aunque mi principal obligación sea para los obreros cordobeses”. Son palabras del discurso de investidura de Manuel Sánchez-Badajoz y Cano, alcalde de Córdoba entre marzo y julio de 1936, asesinado tras el levantamiento militar del 18 de julio de hace ahora 80 años.
Colectivos memorialistas y sindicatos integrados en la Plataforma por la Comisión de la Verdad han aprovechado el aniversario que se cumple este lunes para reivindicar la figura del que fuera el último alcalde socialista de la capital cordobesa hasta que hace poco más de un año cogiera el bastón de mando la actual primer edil, Isabel Ambrosio.
Manuel Sánchez-Badajoz y Cano, como otros cuatro compañeros concejales de su corporación municipal en la II República, fue perseguido y asesinado tras el golpe de estado de 1936. Ahora, quienes trabajan por la recuperación de la memoria histórica, han solicitado al Ayuntamiento cordobés que le rinda homenaje con una placa conmemorativa en el consistorio y que su retrato cuelgue en la galería de próceres, donde se pueden ver a los alcaldes de la ciudad. “Fue un hombre moderado en las formas, culto, dialogante y hasta con elegancia innata, lo que le permitió la consideración general”, recuerdan en palabras del que fuera su compañero por aquel entonces Francisco Mármol.
En un acto donde se han sumado familiares y víctimas del franquismo, colectivos memorialistas y concejales del actual Ayuntamiento, las fotografías de sus seres queridos desaparecidos han protagonizado la imagen frente a las puertas del consistorio, junto a banderas republicanas, en una reivindicación que este 18 de julio se ha hecho más especial: 80 años ya son demasiados para quienes han esperado y esperan saber dónde están sus familiares represaliados.
Condena pública y formal del golpe de estado
La petición entregada por escrito este lunes al Ayuntamiento recoge, asimismo, que el consistorio “apruebe una condena pública, solemne y formal del golpe de estado de carácter oligárquico-militar contra la Segunda República que llevó al exterminio en Córdoba de miles de hombres y mujeres, en una acción planificada y sistemática que se prolongó hasta los años de posguerra”, reza el documento que se ha entregado al Consistorio por parte de los colectivos memorialistas. Y es que sólo en Córdoba se calcula que alrededor de 4.000 represaliados del franquismo permanecen enterrados en fosas comunes de dos cementerios de la capital y las cunetas de carreteras de la provincia.
“La memoria histórica no es una cuestión de expertos o de mero asociacionismo civil”, han señalado los portavoces de los colectivos memorialistas que han participado en este acto. Reivindican este reconocimiento como parte de la tarea de las instituciones por la memoria democrática “para que las generaciones presentes y venideras tengan constancia de lo que supuso para la población cordobesa el golpe de estado” de 1936. En su opinión, la memoria es una cuestión que “debería estar en el tejido educativo para que las nuevas generaciones conozcan lo ocurrido y no vuelva a suceder”.
Por parte del Ayuntamiento, el primer teniente de alcalde, Pedro García, ha recordado que en el acuerdo de gobierno entre PSOE e IU apoyado por Ganemos Córdoba consta “hacer lo posible por la reparación de la memoria” de quienes sufrieron las represalias del golpe de 1936 y la dictadura. Y, en ese sentido, ha señalado su intención trabajar para “poner en valor la memoria democrática, con políticas de reparación y de justicia para quienes fueron represaliados o asesinados”.