Felisuco no sobrevive al 'cataclismo naranja' y Ciudadanos quedará fuera del Parlamento de Cantabria el 28M

La crónica de una muerte anunciada de Ciudadanos en Cantabria parece que se consumará el 28 de mayo, según señala la encuesta de Simple Lógica para el elDiario.es, que deja fuera a la formación naranja del Parlamento de Cantabria al no alcanzar el 5% de apoyos. Así pues, Félix Álvarez, coordinador autonómico y candidato, no logrará sobrevivir al cataclismo que el partido está padeciendo en todo el territorio nacional.

No obstante, las guerras internas de Ciudadanos en Cantabria durante los últimos ocho años tampoco han ayudado a compensar el hundimiento de la marca nacional. Dimisiones, tránsfugas y hostilidades entre diputados han caracterizado el paso de este partido por la Cámara autonómica.

Irrumpió en 2015 con dos escaños en pleno auge del entonces líder Albert Rivera. Sin embargo, los dos diputados -Rubén Gómez y Juan Ramón Carrancio- se enemistaron a mitad de legislatura a raíz de la decisión de Madrid de nombrar al actor y cómico Felisuco como líder del partido en Cantabria. En ese momento, la formación naranja vivió su primera gran crisis en la comunidad con la fuga de la mitad de su militancia y con la baja del partido de varios representantes públicos -entre ellos, un diputado y dos ediles en Santander- que no entregaron el acta y continuaron hasta final de legislatura como tránsfugas.

A nivel autonómico, Carrancio, que mantuvo su escaño pese a no formar parte de Ciudadanos, fue clave en la aprobación de los presupuestos del Gobierno de Miguel Ángel Revilla ese año. El voto favorable del tránsfuga a las cuentas permitió que el bipartito PRC-PSOE las sacara adelante, ya que estaba en minoría a falta de uno para obtener los apoyos necesarios.

Pese a esta situación de fractura interna, Ciudadanos logró mejorar su resultado en 2019 y obtuvo tres escaños con Felisuco como candidato. No obstante, durante esta legislatura, el clima en el seno del partido fue igual o peor que en la anterior. El propio líder del partido se vio obligado a dimitir por haber contratado a un exdiputado como asesor del grupo parlamentario sin el respaldo del comité autonómico, aunque mantuvo su acta.

Sin embargo, nueve meses después, ya con Inés Arrimadas al frente de Ciudadanos, Félix Álvarez recuperó el cargo por designación de la propia dirección nacional. Las aguas parecían calmarse de nuevo hasta que el pasado año una nueva fractura interna desembocó en la salida del partido de una de las diputadas con la consecuente ruptura del grupo parlamentario.

La postura adoptada por Ciudadanos en Madrid respecto a la protección del lobo motivó el desencuentro de la diputada, que ha mantenido su escaño como tránsfuga hasta final de legislatura, tanto con la dirección nacional como con la autonómica. Como consecuencia de ello, fue expulsada del grupo parlamentario y este se disolvió, integrándose los otros dos diputados, entre ellos el portavoz, Félix Álvarez, en el grupo mixto junto a los dos representantes de Vox.

Felisuco quiere romper con la tendencia del partido y mantener su representación pese a la desintegración generalizada de Ciudadanos. Pero la encuesta no augura buenos presagios para él y le deja con un 2% de apoyos el 28M, lejos de la barrera del 5% que da acceso a la Cámara autonómica.