Una testigo de Emergencias confirma ante la jueza de la DANA que Pradas pidió supervisar el texto y el envío del Es-Alert

Una nueva testigo de la causa de la DANA confirma a la jueza instructora que la entonces consellera Salomé Pradas pidió explícitamente ejercer la supervisión tanto del texto como del envío del Es-Alert del pasado 29 de octubre. A. B. C., coordinadora de recursos y protección civil en el Centro de Emergencias de la Generalitat, estaba situada en la sala anexa al espacio en el que se reunía el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). La testigo ha explicado que Pradas salió en algún momento de la sala del Cecopi.

“Yo no participé en la redacción del Es-Alert, pero estaba al lado justo del puesto en el que estaba la consellera dictando el texto. Sí que recuerdo que la consellera en un momento dado dijo que debía supervisar el texto y el envío del mensaje”, ha declarado a preguntas de la jueza instructora.

Sobre los 'e-mails' del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que contenían los datos sobre el caudal del barranco del Poyo, la testigo ha detallado que en Emergencias no hay una persona específica encargada de atenderlos al llegar a una cuenta de correo electrónico genérica de la sala de emergencias.

“Cualquiera de ellos puede leer el contenido”, ha afirmado A. B. C. La testigo vio el correo del SAIH de las 18.45 que informaba sobre el aumento del caudal del barranco del Poyo. “Cuando recibí el mensaje, lo comuniqué y lo leí en voz alta, para que los compañeros presentes en la sala conocieran el contenido”, ha afirmado.

La coordinadora de Emergencias ha relatado que la tendencia del caudal era “ascendente”. La testigo informó de ello a R. E., el técnico de sala que ya declaró el pasado 7 de mayo. Preguntada por si informó del correo a Jorge Suárez, subdirector de Emergencias que participaba en la reunión del Cecopi, la testigo ha dicho que se lo pasó a R. E.

No vio “ninguna frase” que le “alertase” en el correo del SAIH

También ha añadido que “a posteriori” ha visto otros correos “redactados” por la CHJ y “eran copias pegas” en los que “lo único que cambiaba era el umbral”. “El contenido era básicamente la localización, cuantificación numérica, régimen ascendente y que había seguimiento por parte de la CHJ”, ha explicado.

Así, “lo único que cambiaba” entre correo y correo era la “cuantía” del caudal. La testigo vio en el correo del SAIH que reseñaba una “cantidad alta”, pero no vio “ninguna frase” que le “alertase”. “Era una información que se diferenciaba en ese dato, no había una bandera roja (...) Además, no era yo la que tenía que valorar ese dato”, ha dicho.

La testigo también ha recordado que los representantes de la CHJ asistían a la reunión del Cecopi. “Quien mejor que ellos para explicarla”, ha dicho. Sin embargo, a la hora en que el SAIH remitió el correo que alertaba de la crecida del barranco del Poyo, la reunión del Cecopi permanecía pausada para los asistentes conectados de manera telemática, entre ellos los representantes de la CHJ.