Calma tensa entre los trabajadores de Ford Almussafes: “Nadie duda que seguiremos fabricando, aunque a costa de recortes como en 2007”
“Yo no veo a la gente con miedo de que pueda cerrar la factoría, pero claro, quieras o no, siempre es una posibilidad que está ahí. Aunque insisto en que la plantilla, respecto al futuro de la planta está muy tranquila. Estamos convencidos que faena no nos va a faltar, pero es evidente que por algún lado nos van a recortar”. Así describe I. P., trabajador con 20 años de experiencia en la factoría Ford de Almussafes, el ambiente que se respira en la planta ante la situación de incertidumbre creada por la elección que debe hacer la compañía entre València y Saarlouis (Alemania) para la fabricación de sus dos modelos eléctricos, una decisión que la multinacional anunciará en el mes de junio en su sede de Detroit y que equivale a garantizar el futuro de la fábrica seleccionada.
En la actualidad, la planta de Ford en Almussafes cuenta con una plantilla de unos 6.000 empleados y da empleo de forma indirecta a unas 30.000 personas de empresas vinculadas al sector y proveedoras. Para abordar esta situación, la dirección de Ford Almussafes creó una comisión negociadora con el comité de empresa con el objetivo de alcanzar un nuevo acuerdo laboral que, según la empresa, mejore la competitividad y la productividad de la planta valenciana y su posición ante la inminente decisión de la marca.
En concreto, la dirección de la empresa planteó una bajada de salarios del 10%, reducir las vacaciones en una semana y ampliar 30 minutos cada turno de trabajo, una propuesta rechazada por todos los sindicatos.
UGT, sindicato mayoritario, viajó el pasado martes 25 de enero a la sede de Ford Europa en Colonia (Alemania) y realizó una contrapropuesta basada en una congelación salarial para los próximos cuatro o cinco años, siempre y cuando se recupere más tarde la senda de las subidas salariales acordes al IPC. Además, los ugetistas se mostraron dispuestos a hablar de medidas de flexibilidad laboral, de teletrabajo y retribución flexible, todo ello condicionado a la adjudicación de los vehículos eléctricos, por lo que las medidas no entrarían en vigor hasta el año 2025. Dos días después, el jueves 27 se anunció un principio de acuerdo, aunque aún no se han dado los detalles del mismo, supuestamente para no dar pistas a la planta de Saarlouis, inmersa en el mismo proceso.
En este contexto, los empleados consultados se muestran relativamente tranquilos, aunque con la lógica tensión ante la futura decisión y sus consecuencias. Saben que deberán apretarse el cinturón en los próximos años, aunque no hasta qué punto. Los trabajadores entrevistados prefieren no revelar al 100% su identidad.
“Desde dentro se ve muy diferente, Ford España es la planta con más beneficios de Europa y no van a dejar de seguir fabricando, otra cosa es que venimos de una crisis por la pandemia que a Ford le ha venido muy bien para ahora intentar implementar algunos recortes en derechos sociales y laborables”, dice J. G. “Ya lo hizo en 2007 con la otra gran crisis y, al final, siguieron fabricando; por eso en cuanto al futuro nadie duda de que seguiremos fabricando como siempre. En cuanto se firme algún recorte de salario y jornada de trabajo, vendrá faena para tiempo”.
Según C. R., “en la fábrica se oyen mayoritariamente dos versiones”, una de los que llevan más de 10 años y otra de los que, como él, llevan menos tiempo: “Los más mayores te dicen que está todo pactado para futuros modelos y que sólo quieren más y más ajustes, como siempre, y los que tenemos menos experiencia tenemos más incertidumbre por la viabilidad de la fábrica y su futuro. Hasta que no se concreten medidas todo está en el aire”.
Durante las negociaciones, UGT recordó que Ford ha ejecutado más de 12.000 despidos en Europa en los últimos tres años como consecuencia de la reducción del volumen de negocio, por lo que el tamaño que tendrá en el futuro Ford Europa está en cuestión y la planta valenciana debe posicionarse. Según la organización sindical, de los cinco modelos que fabrica actualmente Almussafes (Mondeo, Transit, S-Max, Galaxy y Kuga) en dos años tan solo podría quedar el Kuga, lo que dejaría la planta valenciana en una complicada situación si no se logra la fabricación de los modelos eléctricos.
Sin embargo, desde Intersindical Valenciana, segundo sindicato en cuanto representación, afirman que la negociación obedece a una estrategia de la empresa, ya que “la historia dice que cada vez que deben adjudicar nuevos modelos han tratado de meter miedo sobre el futuro de la planta para recortar derechos”.
La Generalitat Valenciana ha aportado 161 millones desde 2012
El Gobierno valenciano ha incluido una inyección económica de 13,2 millones de euros en sus presupuestos para el presente ejercicio en favor de Ford. Desde el año 2012, la Generalitat Valenciana ha inyectado a la multinacional un total de 161,6 millones de euros. El año 2019 fue con diferencia el récord en cuanto a la cuantía aportada por la administración autonómica, con un total de 27,3 millones de euros.
Tras el acuerdo anunciado por UGT, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se mostró confiado en que la planta valenciana aspire a fabricar los modelos eléctricos de la firma y asegure así la carga de trabajo durante los próximos años, y destacó las posibilidades de la factoría de Almussafes “porque es la más competitiva que hay de Ford en Europa”, aunque dijo que “hay que respetar las decisiones de la empresa”.
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